Ilustración de 'el cojo Gómez', a la izquierda, junto al lehendakari Agirre. JUDIT MIAU

El primo bandido del lehendakari Agirre, predecesor de Pablo Escobar

Luis Valentín Gómez Lekube dirigió un imperio criminal en la frontera entre Colombia y Panamá, fue espía para los servicios secretos vascos y fue asesinado en los años 40 en un supuesto ajuste de cuentas

Lunes, 15 de agosto 2022, 01:09

Dentro de la historia de la diáspora vasca, una de las figuras más controvertidas es la de Luis Valentín Gómez Lekube, el primo del lehendakari José Antonio Agirre, quien llegó a ser uno de los más peligrosos contrabandistas de Colombia en los años 30 y ... 40 del siglo pasado. La vida peligrosa de este personaje, apodado 'el cojo Gómez', le ha convertido con el tiempo en un héroe menor en determinados relatos del nacionalismo por sus relaciones con los espías vascos que colaboraron con Estados Unidos en la lucha contra los nazis. Sin embargo, en Colombia es una figura que carece de ese halo romántico, y se le vincula con la utilización de la violencia y las dificultades que creó para que el Estado de Derecho pudiera implantarse en la región de Urabá y la selva del Darién. En este área, situada en la frontera con Panamá, décadas más tarde forjarían su imperio criminal personajes como Pablo Escobar.

Publicidad

La biografía de 'el cojo Gómez' está repleta de imprecisiones, zonas de sombra y momentos en los que la leyenda y la realidad se confunden. Nació en Getxo en 1902 o 1905, según las distintas fuentes que se consulten. En una fecha no determinada huyó a Cuba en busca de una actriz de la que se había enamorado en una gira de la artista por España, según la mitología que rodea al personaje. Al parecer, su padre, el tío del lehendakari Agirre, viajó a la isla caribeña para traerse a su hijo de vuelta al País Vasco, aunque allí no consiguió encontrarle. Gómez Lekube comenzó a trabajar como representante de la empresa de máquinas de coser 'Singer' en Colombia, pero en ese trabajo honrado no duraría mucho tiempo. En los años 30, este vasco ya se dedicaba al contrabando desde la ciudad de Turbo, cerca a la desembocadura del río Atrato y no muy lejos de la selva del Darién y de Medellín.

Lucky Strike y piedras preciosas

'El cojo Gómez' se convirtió entonces en uno de los principales contrabandistas entre Panamá y Colombia. Al parecer, había comenzado con envíos de sedas japonesas, cajetillas de Lucky Strike y Camel, piedras preciosas y otros enseres. La niebla que rodea al personaje oculta incluso el origen de la cojera que le asignó el apodo. Mientras que hay fuentes que sostienen que tenía su andar renqueante se debía a un accidente juvenil, también hay autores que sostienen que recibió un disparo en la rodilla en su etapa de bandido.

Al parecer, 'el cojo Gómez' consiguió imponer su ley en esa frontera por medio de la violencia. De nuevo, las incertidumbres rodean su figura, si bien los investigadores colombianos destacan que su poder era tal que obligó a la Armada colombiana a desplazar dos navíos de guerra hasta la zona en la que actuaba para intentar poner fin a sus delitos. El contrabandista disponía de los lanchas rápidas artilladas -a las que había bautizado 'Euzkadi' y 'Askatasuna'- que empleaba para sus viajes a lo largo de la frontera y con las que imponía su ley.

Publicidad

En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, el lehendakari José Antonio Agirre viajó a Colombia, entre otros países latinoamericanos. El objetivo de este desplazamiento era asentar sus relaciones con los vascos que habían abandonado España tras la victoria de Franco y mantener encendida la llama del Ejecutivo vasco en el exilio, pero también alentar la creación de un servicio vasco de espionaje -denominado Servicio Vasco de Información- que ayudase a los aliados, que en ese momento se enfrentaban con nazis y japoneses. Agirre quería prestar una ayuda importante a norteamericanos, británicos y franceses de tal forma que, tras la victoria sobre Hitler y su camarilla, la siguiente fase fuera acabar con la dictadura en España.

Y en ese hipotética momento -que jamás llegó-, los nacionalistas esperaban estar bien situados. Mediante este tipo de trabajos clandestinos también esperaban conseguir reconocimiento y, en algunos casos, financiación para algunos de sus proyectos. En ese contexto, el lehendakari Agirre consiguió que el servicio de espionaje reclutase a su primo, aunque algunos miembros del PNV no eran partidarios de ese fichaje dado el peculiar perfil del contrabandista. La propia reunión entre el presidente vasco y el delincuente estuvo marcada por el hecho de que 'el cojo Gómez' tenía causas pendientes con la justicia y por lo tanto debía realizarse en la clandestinidad.

Publicidad

En color, Pablo Escobar. En las imágenes en blanco y negro, el lehendakari Aguirre y el director del FBI, Edgar J. Hoover.

Gómez Lekube aceptó trabajar como espía a cambio de un pingüe beneficio. Pidió que los norteamericanos le pagasen al mes 1.000 dólares (17.750 euros al cambio actual) como compensación por lo que dejaba de ganar en sus controvertidos negocios. En ese momento, la figura del bandido se vuelve más laberíntica que nunca. Según el historiador y experto en los servicios secretos vascos en el exilio David Mota Zurdo, el primo del lehendakari permitió al Ejército norteamericano «conocer las actividades de submarinos alemanes en la zona», así como «descubrir un campo de aviación japonés y el tráfico de buques petrolíferos por Panamá, así como la identidad de alemanes y colombianos sospechosos». Mota, de forma diplomática, añade que Gómez Lekube era «poco discreto». Y es que, dos años antes, la Policía Nacional colombiana ya le había investigado como presunto colaborador de los nazis en el contrabando de oro y platino. La historiadora colombiana Lorena Cardona, cita un documento de las fuerzas de seguridad locales en las que se afirma que era sospechoso de participar en una trama para evitar metales preciosos a Japón y Alemania desde el aeropuerto de Turbo.

Paracaidistas japoneses

Durante su etapa de espía, 'el cojo Gómez' inició un camino similar al del protagonista de la novela de Graham Greene 'Nuestro hombre en La Habana', un agente secreto reclutado casi a la fuerza que pasaba información falsa a los servicios británicos a cambio de dinero. En este sentido, en 1944 la Inteligencia de Estados Unidos, incluido el FBI de Edgar Hoover, decidió prescindir de Gómez Lekube ante la exageración -o falsedad- de sus informes. Había llegado a anunciar un fantasioso plan de Japón para invadir Panamá con paracaidistas y también había acusado a unos religiosos carmelitas de utilizar el campanario de su iglesia para dar información a los submarinos nazis mediante señales luminosas.

Publicidad

Lanchas en la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá. EL CORREO

Así que Gómez Lekube regresó a sus actividades de contrabandista y a practicar la violencia en las selvas del Darién, donde la muerte le estaba esperando. El investigador colombiano Alfredo Molano, en el libro 'De río en río', asegura que el bandido fue asesinado en venganza por haber matado al alcalde de la localidad de Río Sucio en una pelea de bar. 'El cojo Gómez' fue detenido en Juradó y cuando la Policía procedía a trasladarle al juzgado un joven surgió de la multitud y le apuñaló hasta causarle la muerte. Al parecer, los vecinos se negaron a que alguien a quien consideraban un violento delincuente recibiera sepultura en el pueblo, por lo que dejaron su cadáver abandonado en la calle. Finalmente, alguien se apiado de él y, tras introducir su cuerpo en una canoa, fue lanzado al mar. Otras versiones señalan que fue apuñalado por un joven negro cuyo padre había fallecido tras mantener un tiroteo con él. La fecha de este incidente es también imprecisa, puesto que hay investigadores que lo sitúan en 1945 pero también en 1946.

Bananas y marihuana

La figura de este familiar del lehendakari Aguirre ha sido revisada en los últimos años en Colombia por formar parte de los grupos de delincuentes que impidieron que el Estado de Derecho se asentase en la frontera con Panamá. La violencia ha sido durante años la única ley en esa región y algunos personajes oscuros de los últimos tiempos tienen su origen en ese ambiente peligroso. Uno de los contrabandistas históricos de la zona era Roberto Gaviria, alcalde de Cañasgordas, quien se especializó en introducir alcohol ilegal en ataúdes a través de la frontera. El nieto de este personaje sería Pablo Escobar Gaviria. Hay que tener en cuenta que en el Darién se llevó a cabo un intento empresarial para introducir cultivos de bananas, pero esas zonas agrícolas se convirtieron en los años 60 en enormes explotaciones de marihuana que comenzaron a surtir al mercado estadounidense. Pablo Escobar comenzaría su escalada de terror por las mismas rutas por las que había operado el 'cojo Gómez' y las abarrotaría de cocaína. Entonces surgiría el 'cartel de Medellín' y el resto es otra historia sangrienta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad