Los ladrones de ron Negrita y otras historias del Bilbao de hace un siglo
Noticias fósiles ·
La prensa local de noviembre de 1920 traía delincuentes juerguistas, detectives ful, guardias escrupulosos, majaderos europeizados, convecinos aéreos... y también unas cuantas noticias terribles
Ha llegado el momento de retroceder un siglo. Bienvenidos a las noticias de noviembre de 1920, que nos muestran un Bilbao y una Bizkaia a veces sorprendentes en su diferencia y otras, extrañamente parecidos a los nuestros: como cada mes, copiaremos una selección procedente de 'El Pueblo Vasco' y centrada en los sucesos, los avisos oficiales y la publicidad más local. No son todas las noticias de la misma fecha, sino que se fueron publicando a lo largo del mes correspondiente, y están tal cual, con mínimas adaptaciones en la ortografía y la puntuación.
El robo de Artecalle. Cumpliendo órdenes del jefe de la guardia municipal, señor Sotelo, los inspectores de la Policía municipal don Sebastián Vela y don Lino Guantes, en unión del agente don Ruperto Cárcamo, después de activas pesquisas, detuvieron a las diez de la noche del jueves en la calle de Miravilla a Manuel Gómez Luzárraga y Tomás Luengas Santibáñez, autores, en unión de Valentín Camargo, este último preso en la cárcel de Larrínaga, del robo cometido el mes de noviembre último de 1.400 pesetas en billetes del Banco de España y monedas de plata y oro en el comercio de don Lorenzo Lavín Pérez, sito en Artecalle, número 4 (...). Se confesaron autores del robo, manifestando que en Bilbao se compraron un par de botas cada uno y que en el tren de las cinco de la tarde marcharon a Santander, donde se compraron trajes nuevos y estuvieron cuatro días de juerga, cambiando allí las monedas de oro. Después marcharon a Gijón, donde estuvieron diez días también de juerga. (...). Los dos son sujetos de malos antecedentes.
Muerte trágica de una pobre mujer. El domingo falleció en el hospital la infortunada esposa del guardia municipal Vicente Ovejo, mordida por un perro hace unos siete días. Se la sometió al régimen antirrábico al comprobarse que el perro que la mordió estaba hidrófobo, pero todo ha sido inútil. La muerte de la desgraciada no ha podido ser más trágica. Lo lamentamos de todas veras y nos sumamos al duelo de su viudo.
Un detective ful. Nada se nos dijo ayer en la Inspección, a la que varias veces preguntamos tratando de conocer de fuente fidedigna la noticia, pero nos consta que ha sido detenido un pollo glacial que se dedicaba por nuestra villa a ejercer las artes lucrativas de Caco amparado en una supuesta agencia detectivesca que existía en su calenturienta imaginación. El pollo se llama, de no equivocarnos, Benavides. Se descubrieron sus mañas y, para que de ellas se arrepienta, fue encerrado y puesto a disposición del gobernador, quien, según nos cuentan, le ha impuesto una multa que pagará encerrado en la sombra celular de Larrínaga.
Foco de infección. Se ha comunicado a la Alcaldía que se ha convertido en un foco de infección el sótano de la Escuela Normal de Maestras, por haberse albergado en él un contingente de familias sin domicilio que viven sin los menesteres más indispensables para cubrir las necesidades higiénicas.
Muerto de frío. En el pórtico de la iglesia de Galdácano se encontró el cadáver del anciano de sesenta y seis años Jerónimo Hormaeche. Así lo comunicó al gobernador el alcalde de aquel municipio. El dictamen del facultativo dice que el anciano murió de frío.
Sobre una detención. Al dar cuenta días atrás de la detención de un señor Benavides, decíamos que lo fue por dedicarse a una industria ilícita, amparado en una supuesta agencia detectivesca. Hoy, mejor informados, tenemos que decir que se trata de don Francisco Benavides, que tiene establecido en esta villa un centro de policía particular perfectamente lícito. La detención fue motivada por un error que ha sido reparado, poniendo al señor Benavides en libertad.
Anuncio de Hormotone, el medicamento «preparado con glándulas de toro y otros animales» y recomendado para combatir «la debilidad propia de la vejez, la impotencia y neurosis sexual de los solteros y en general todas aquellas enfermedades cuyo origen es indefinido, pero que tienen por causa la falta de secreción de ciertas glándulas».
Al agua, patos. En ocasión de dirigirse a Zorroza por el muelle de Olaveaga Tiburcio Poncela y su criado, que conducían un carro cargado de pasteles, se desbocó la caballería al paso de una vaca y, al emprender veloz carrera, se precipitó en la ría (...). El Poncela y su criado salieron milagrosamente ilesos del peligrosísimo accidente, no sufriendo más que el susto y el remojón consiguiente.
Un mendigo rebelde. En la calle Bidebarrieta, el vigilante de la Asociación de Caridad, Carlos Massip, reclamó el auxilio del guardia que allí prestaba servicio para que le ayudase a trasladar a la comisaría a un mendigo que imploraba la caridad en la vía pública. Se procedió al traslado del mendigo a la comisaría segunda y, al llegar al puente de hierro, dio el individuo en cuestión, llamado Manuel Adolfo, el mitin de la temporada. Se sujetó a los hierros de la baranda para no seguir al guardia y la gente, siempre compasiva, con tal de ponerse enfrente de cuanto suponga autoridad, agredió al vigilante de la asociación dándole varios paraguazos y bofetadas.
Un guardia escrupuloso. Don Federico Ugarte entregó al guardia municipal Manuel Iturbe veinticinco pesetas, para pagar una multa de diez que se le había impuesto como dueño del automóvil 1.903. Las quince pesetillas restantes se las dio de propina, pero el guardia municipal, que es muy escrupuloso, entregó el sobrante al jefe de la guardia municipal, poniendo este en conocimiento del alcalde el proceder de su subordinado.
Un hombre intoxicado. Ayer, a las tres de la madrugada, fue recogido Esteban Villar, de 36 años, que se hallaba echado en el pórtico de la iglesia de San Vicente, el cual, conducido a la casa de socorro del distrito, se comprobó que se hallaba intoxicado a consecuencia de haber ingerido cierta cantidad de morfina para aplacar unos dolores del estómago, enfermedad que padece hace tiempo. Se le hizo el lavado del estómago.
Una denuncia. Don Eugenio Pérez Hernando ha denunciado en la guardia municipal que el martes le desapareció de la puerta de su almacén un carro tirado por un caballo, en el que había cargadas doce cajas de sidra, una de conservas, otra de botellas de Benedictino y otra de ron de la Negrita. Por la noche encontró el carro y el caballo en la calle de Ercilla, pero no la mercancía.
Arrastrado por una novilla. En Gallarta, la mujer de Ramiro Fernández, que vive en la mina Unión, sacó como de costumbre una novilla de su propiedad a las puertas de la casa para que apacentase. También como de costumbre, salió en pos de la novilla el hijo de Ramiro, llamado como su padre y que contaba cuatro años. Se puso a jugar con la novilla y, en la imprevisión de los pocos años, para que no se le escapase el animal, se sujetó al cuello la cuerda que asía a la novilla. Se dio esta a correr y el niño fue arrastrado en una extensión aproximadamente de unos 60 metros. Al escuchar Manuela Castillo, madre del niño, que la novilla bramaba extrañamente, se asomó a la ventana y se encontró con el espectáculo de su hijo tendido en tierra, ensangrentado, bajo las patas del animal. Acudió en su auxilio y, como viese que aún vivía, lo llevó a casa, pero momentos después de entrar en ella falleció.
Publicidad de la casa de modas Ascensión Bravo.
Kiosco robado. Ascensión Múgica, dueña del kiosco de refrescos del Parque del Ensanche, ha denunciado en la guardia municipal que le han robado del mismo una botella de rom de la Negrita, otra de Zarza, tres kilos de polvorones y un trozo de salchichón. Se ignora quién pueda ser el autor.
Portugalete: la bandera de la Guardia Civil. El día 8 del mes próximo, festividad de la Purísima Concepción, patrona de la Infantería, tendrá lugar la solemne ceremonia de bendición y entrega al puesto de la Guardia Civil de la bandera nacional, donada por suscripción popular entre distinguidas familias de esta villa y veraneantes y bordada por las monjas del Colegio del Carmen. Según personas entendidas, trátase de una verdadera obra de arte, por el gusto y la finura que han presidido su confección.
Poiré nos deja. A las 11 de la mañana de hoy ocupará su asiento en el 'Caudron' caoba Mr. Poiré, nuestro aéreo y veraniego convecino, y a las once y veinte minutos escasamente pisará tierra vitoriana. Poiré nos deja. En su viaje de huida le acompañará un querido amigo, abogado de la villa, cuyo nombre omitimos por no alarmar a sus allegados. Pero Poiré se va con sentimiento y, cuando anoche se despedía de nosotros, nos afirmó que es el mal tiempo el que le aleja de nosotros. Por su gusto seguiría eternamente en Archanda y en los aires, con su socio el señor Menéndez, del que lleva un buen recuerdo, y con los 'amateurs' de la aviación, que ya son legión en Bilbao. Aterrizará en Vitoria y desde allí marchará a París, para más tarde hacer otro alto en Italia. Y, volando aquí y aterrizando allá, entretendrá los días del invierno y primavera para reunirse de nuevo con nostros en la temporada veraniega. Hasta entonces, pues.
Un choque en San Francisco. A las ocho y media de la noche, chocaron el domingo en la calle de San Francisco el tranvía número 2 con el coche de punto propiedad de don Manuel Arce. El tranvía arrastró al coche como unos diez metros, resultando el vehículo completamente destrozado. Dentro del carruaje iban cuatro viajeros, de los que no se sabe si resultaron o no lesionados. El accidente dio motivo para que se aglomerase el público y se promoviera un fuerte escándalo, pues protestó con energía contra el conductor del tranvía, al que hubiera lynchado de no haberse dado a la fuga.
Mujer ahogada. A las siete de la mañana de ayer apareció en la ría, frente a la fábrica de los señores Elorrieta, el cadáver de una mujer. Fue advertida la presencia del cadáver por el botero de la fábrica, quien, al soltar la amarra del bote, vio que se hallaba cruzado en ella el cadáver. Avisado el juzgado, se personó en el lugar del suceso, determinando que se sacase del agua el cadáver. La muerta vestía traje, medias y zapatos negros y pendientes de oro con una piedra preciosa. Algunas prendas las llevaba grabadas con las iniciales P.C. y en sus ropas guardaba un libro de misa, un rosario y dos bulas, una de las cuales estaba extendida a nombre de Pilar Castro. No se sabe si se trata de un crimen o de una muerte casual.
La farola monumental. Los señores Arrugaeta y Benito del Valle interesaron ayer del señor alcalde que comiencen sin demora los trabajos para la erección de la farola monumental que ha de levantarse en la Plaza Circular y cuyo coste será de 50.000 pesetas. El señor Laiseca quedó en hablar con el arquitecto de Vialidad para darle cuenta de estos deseos.
Otro de los anuncios insertados en 'El Pueblo Vasco'.
Una bofetada perdida. Se la encontró cuando se hallaba trabajando el obrero Domingo Millán, sin que pudiera averiguar quién se la propinó. En el cuarto de socorro del Ensanche fue curado de una herida leve en la región parietal izquierda.
¡Buena caza! El cabo Carranza ha denunciado a sus superiores a doña Sandalia Alcón, acusándola de dedicarse clandestinamente al negocio de préstamos, con un interés de un 120 por ciento anual. ¡Vaya una señora con consecuencias!
Un majadero. José López de la Riva, un consciente de dieciséis años que comienza a europeizarse, asistió a una boda en el templo de San Francisco y, para que a nadie cupiese duda de su superhombría, sacó un pitillo y comenzó a fumárselo. Vio al majadero el coadjutor señor Escauriaza, quien denunció el caso a la guardia municipal. Allí comenzaron los sudores del 'consciente', atacado de idiotez galopante y fulminante.
Formidable alboroto. El domingo, cuando había terminado el baile en los Jardines de los Campos Elíseos, un grupo numeroso de jóvenes promovió a la salida un formidable alboroto, en el que tomó parte, por curiosidad, bastante público. Como ya ha ocurrido con bastante frecuencia, la dichosa política fue causa de tan vergonzoso espectáculo y de que este terminase a trompazo limpio, con vivas y mueras que se profirieron con la idiotez que en algunos cerebros suele producir el alcohol trasegado sin comedimiento (...).
Buscando ovejas encuentran bombas. El día 26, a las ocho de la noche, buscando unas ovejas extraviadas en una galería sita en el punto denominado El Peñascal, cerca de Arraiz, los vecinos de Larrasquitu Andrés Oyarzábal Arana y José Eguía Monje, guardias rurales, y Daniel Belza, cabo del regimiento de Wad-Ras con licencia trimestral, encontraron dos bombas explosivas dentro de una caja de madera. Estos artefactos, al parecer, se hallaban cargados y tenían mecha y, por indicación del cabo de Wad-Ras, fueron llevados al Gobierno civil. En la tarde del domingo, el guardia municipal Orozco, acompañado de su compañero Domingo Inurciaga, guarda de Arraiz, practicó un reconocimiento en todas las galerías de El Peñascal, encontrando dos cajas de madera vacías en dichas galerías, donde sin duda se depositaron las bombas que encontraron los vecinos de Larrasquitu. También se encontraron con la sorpresa de que en dichas galerías habitaba una desventurada familia que carece de domicilio. Se trata del matrimonio de Marcelo Treviño Ara y Jacinta Lázaro, con dos niños de seis a ocho años. Interrogado el primero, nada pudo decir, más que se dedicaba con su familia a construir escobas de palo. Por la noche, hablando con el gobernador de este hallazgo, nos dijo que no había tales bombas. Se trata de unos utensilios que pertenecieron, sin duda, a una fábrica de fulminantes que hubo en otros tiempos en el indicado lugar.
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