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Selma Huxley, al timón durante una singladura por aguas de Terranova en 1982 Michael Barkham
Tiempo de historias

La gran buscadora de los balleneros vascos

Itsasmuseum dedica la exposición temporal de su 20 aniversario a la vida y descubrimientos de la historiadora Selma Huxley

Jueves, 16 de noviembre 2023, 01:04

En el punto culminante de la presencia de los balleneros vascos en Terranova, en la segunda mitad del siglo XVI, cada año salían hacia allí unas 30 naos, con unos 2.000 hombres a bordo en total. En cada campaña se cazaban cerca de 400 ... ballenas y se producían unas 20.000 barricas de aceite, en lo que «fue la primera industria ballenera del mundo». Si hoy conocemos esta historia es gracias en buena parte a las investigaciones de la historiadora británico canadiense Selma Huxley (1927-2020), cuya peripecia vital es tan fascinante como el tema de estudio al que consagró su vida. A ella y a los arrantzales que investigó dedica Itsasmuseum, el Museo marítimo de Bilbao, la exposición que forma parte de las celebraciones de su 20 aniversario, una muestra que tiene la particularidad de estar comisariada por el hijo de su protagonista, el también historiador Michael Barkham, doctor por la Universidad de Cambridge.

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La exposición es «una radiografía de un descubrimiento por una persona», resumió Barkham. Está dividida en cuatro apartados en los que se imbrican la biografía de la investigadora y sus hallazgos sobre «la historia de Canadá en el siglo XVI», que allí son muy apreciados porque, «si nos fijamos, en realidad es el primer siglo de historia del país».

Selma Huxley nació en Inglaterra, en una familia de científicos e intelectuales emparentada con el escritor Aldous Huxley, entre otros personajes notables. «Vivió la Segunda Guerra mundial, por lo que a los 18 años ya había conocido lo mejor y lo peor de la humanidad», resumía su hijo.

Conoció el País Vasco gracias a su marido, Brian Barkham, un arquitecto que realizó «su tesina sobre los caseríos vascos» -voluminoso trabajo que forma parte de los materiales expuestos en la muestra-. Ambos se establecieron en Canadá. En un viaje a Euskadi en 1956 «conocen a un fantástico y erudito sacerdote, don Pío de Montoya, que les dice 'hombre, ¿venís de Canadá? Hay una tradición de presencia de balleneros vascos allí'». Y así quedó «la idea, la semilla plantada en su cabeza».

La pareja regresó a Canadá, «tuvieron cuatro hijos y siguieron con sus vidas». Hasta que él murió. Ella se vino aquí, con sus hijos, con la idea de «encontrar en los archivos documentación sobre esta primera página de la historia de Canadá».

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La vida de Selma Huxley se convirtió en un «viaje detectivesco, de archivo en archivo, de ciudad en ciudad». En Valladolid le hablaron de un lugar llamado Oñati, en Gipuzkoa. Allá se fue y descubrió un mar inexplorado de documentación en el que se sumergió a fondo. A partir de esos papeles «reconstruyó la historia de las dos pesquerías, la de las ballenas pero también la no menos importante del bacalao, que montaron los vascos, armadores tanto de Bilbao como de toda la costa vasca, en Canadá, en Terra Nova. Y en la exposición lo escribimos así, Terra Nova, separado, porque es como entonces se llamaba a toda la costa atlántica de Canadá».

¿Pero dónde estaban?

Descubierta aquella costa en 1497, se corrió la voz en Europa de que allí «el bacalao era tan abundante que se podía coger en cestas». Yallá fueron pescadores bretones, normandos, portugueses y vascos. «Vieron que había muchas más ballenas en Terranova que en la costa vasca. El negocio estaba a la vista y montaron toda una industria, la primera industria ballenera del mundo», inisistió Barkham.

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Michael Barkham, junto a una embarcación ballenera que forma parte de la exposición. Itsasmuseum

¿Pero en qué lugar exactamente? Los documentos «hablaban de la gran bahía de Terra Nova», sin más precisiones. Así que Selma Huxley se volcó en la cartografía del XVI, en archivos en Londres y París. Tenía que ser algún lugar en torno al estrecho que separa Terranova de Labrador. Y, por fuerza, tenían que quedar restos materiales. «Aquí es donde mi madre se quitó el gorro de documentalista y se puso el de arqueóloga».

Montó una expedición. «En 1977, yo tenía 18 años. Fuimos con una beca de la Real Sociedad Geográfica de Canadá, que creyó en lo que ella proponía. «Fue su momento eureka», resumió su hijo. Aparacieron restos de barcos y de asentamientos. Uno de ellos, en Red Bay, fue declarado Sitio Histórico Nacional de Canadá en 1979. Desde 2013 tiene la consideración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «Allí hay cinco galeones balleneros vascos bajo el agua. Es un patrimonio arqueológico y de cultura material absolutamente fascinante».

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La exposición fue inaugurada este jueves por su comisario, Michael Barkham; la presidenta de Itsasmuseum y diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga; Jon Ruigómez, director de Itsasmuseum Bilbao; y Álvaro Parro, técnico local de Laboral Kutxa. Permanecerá abierta hasta el 7 de abril de 2024, incluye fotografías, documentos y piezas históricas cedidas por museos e instituciones como Euskal Museoa, Arkeologi Museoa, Arrantzaleen Museoa, Plasentzia Butroi Museoa, el Aquarium de Donostia, y las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa. Además, del 21 al 30 de noviembre Itsasmuseum ofrecerá varias actividades especiales que se pueden consultar en su web, entre ellas una visita a la exposición guiada por Michael Barkham, el 23 de noviembre, y una jornada de puertas abiertas, con entrada gratuita el 25 de noviembre.

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