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1962: matar a De Gaulle desde Euskadi (I)
EXCLUSIVA | LOS PAPELES DESCLASIFICADOS SOBRE EL TERRORISMO FRANCÉS

1962: matar a De Gaulle desde Euskadi (I)

Documentos franceses a los que ha accedido este periódico y que se publican por primera vez en España muestran la penetración de la organización terrorista OAS en el País Vasco hace sesenta años, en lo que sería el germen de la 'guerra sucia'

Óscar Beltrán de Otálora e ilustraciones de víctor santos

Domingo, 16 de octubre 2022

En 1962, Gipuzkoa era un hervidero de miembros de la Organización del Ejército Secreto, (OAS, por sus siglas en francés) uno de los grupos terroristas más sangrientos de la historia de Europa y que estuvo a punto de matar en varias ocasiones al presidente Charles de Gaulle en su sangrienta obsesión contra la independencia de Argelia. Estos pistoleros se movían por el País Vasco sin ningún tipo de traba, tenían a su disposición el balneario de San Juan, en Azkoitia, una villa en Zarautz y un piso en Las Arenas. En estos lugares entrenaban y acogían a cómplices que escapaban del país vecino.

Según documentos desclasificados de los servicios secretos galos a los que ha tenido acceso este periódico y que se difunden por primera vez en España, este grupo de criminales, algunos de cuyos miembros llegarían con el tiempo a integrarse en el GAL, contaba con el apoyo de una parte del régimen franquista y con el respaldo de grupos locales que les permitían moverse con absoluta impunidad. España solo actuaría contra ellos a partir de un complejo juego diplomático en el que exigía que Francia persiguiera a los españoles refugiados al otro lado de la frontera. Los papeles que ahora ven la luz permiten reconstruir aquel episodio histórico muy poco conocido hasta ahora en Euskadi. Por su extensión y profusión de detalles, ofrecemos la historia en una serie de tres capítulos. Este es el primero.

Los papeles desclasificados en Francia a los que ha tenido acceso EL CORREO en exclusiva,

¿Qué es la OAS? La OAS (Organisation de l'Armée Secrète) comenzó a crearse en 1960, principalmente, por la rebelión de miembros del Ejército francés contrarios a la autodeterminación a Argelia, hasta entonces, una provincia francesa. En esa fecha se había llevado a cabo una guerra no declarada entre los nacionalistas argelinos, principalmente del Frente de Liberación Nacional, y las tropas galas. Aunque los militares habían ganado la batalla, los partidarios de la Argelia francesa habían sido derrotados en el campo político. En ese momento el conflicto colonial había llevado a Francia a una situación de preguerra civil que había obligado al general Charles de Gaulle a abandonar su retiro y presidir la V República con el objetivo de evitar que el país saltara en pedazos. Su decisión irreversible de conceder la independencia a Argelia abrió las puertas del infierno.

La OAS inició una de las campañas terroristas más brutales de la historia del continente. En tan solo tres años, sus comandos asesinaron a alrededor de 3.000 personas en Argelia y en Francia. Para hacerse una idea de su brutalidad basta tener en cuenta que en Irlanda, en treinta años de conflicto, fallecieron 3.600 personas, sumando las víctimas de todos los grupos terroristas que actuaron en la región, desde el IRA a los lealistas.

Penetración en Euskadi

La España franquista colaboró de forma activa con la OAS durante varios años, aunque ello dividió a algunos de los sectores que apoyaban la dictadura. Mientras que ministerios como el de Exteriores buscaban colaborar con De Gaulle para romper con el aislamiento español en Europa, Franco era partidario de la Argelia francesa para que su independencia no tuviera un efecto contagio en las posesiones españolas en África. Por otro lado, tanto carlistas como falangistas simpatizaban con una organización que en su ADN tenía un fuerte componente ultracatólico y anticomunista.

Los historiadores, en este sentido, ya han desvelado en numerosos estudios cómo el franquismo permitió que en febrero de 1961 se reuniesen en Madrid una serie de generales y políticos radicales que -tras crear de manera oficial la OAS- llegarían a dar un golpe de Estado en Argelia desde el Hotel Princesa de la capital de España. Con el tiempo, la costa mediterránea, en especial Alicante, se convertiría en el refugio de cientos de miembros de este grupo y de miles de franceses nacidos en Argelia, los denominados 'pieds noirs' (pies negros). Pero lo que se desconocía hasta la fecha era la penetración que los terroristas ultras habían llegado a tener en Euskadi.

Cartelería propagandística de la OAS.

Según los documentos desclasificados de los Renseignements Generaux (los servicios secretos galos) conservados en los Archivos Nacionales franceses en Pierrefitte-Sur-Seine, y a los que ha accedido este periódico, algunos de los futuros fundadores de la OAS estaban presentes en el País Vasco al menos desde el año 1960. En esa época se encontraba en San Sebastián el general Paul Gardy. Al parecer, este alto mando es una figura clave para entender la penetración del terrorismo francés en Euskadi. Gardy, héroe de guerra por su lucha contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, se retiró en 1959, se trasladó al País Vasco francés y se convirtió en un habitual de las calles donostiarras.

En noviembre 1960 se produjo en la capital guipuzcoana un hecho definitivo para entender la implantación de la OAS en Euskadi. El general Raoul Salan, el militar más condecorado en Francia, héroe de Indochina y de Argel, enemigo declarado de De Gaulle por su actitud hacia el país magrebí, huyó de Francia tras haber realizado unas duras declaraciones contra el presidente y en las que apoyaba una sublevación. Ese año ya ha tenido lugar en Argel la denominada 'semana de las barricadas', unos graves disturbios en los que la movilización antiindependentista supuso una veintena de muertos y decenas de heridos. Salan llegó a San Sebastián de forma sorpresiva.

Imagen de archivo del General Raoul Salan.
Imagen - Imagen de archivo del General Raoul Salan.

Salan y Gardy se reunieron en la capital guipuzcoana porque en ese momento estaban fraguando un golpe de Estado en Argel que, según sus planes, debería poner en marcha una revuelta en los cuarteles de la metrópoli que pusiera fin al Gobierno de Charles de Gaulle. Ese era su plan para poner fin a cualquier iniciativa independentista. Hasta San Sebastián se desplazó también el coronel Dufour, un legionario condecorado y que también se había enfrentado al presidente galo. Su asonada, para la que contaron con el apoyo del cuñado de Franco, el falangista y pronazi Ramón Serrano Suñer, fue un fracaso y desencadenó una oleada de violencia sin límites, tanto en Argelia como en el continente.

El terrorismo puesto en marcha por la OAS, pero también por el FLN argelino, así como por elementos de la guerra sucia antiOAS auspiciados por el gobierno de De Gaulle -los conocidos como 'barbouzes'-, hizo que muchos paracaidistas y legionarios implicados en la lucha contra el presidente francés se refugiaran en España. En esos años, el número de muertos en los enfrentamientos se contaba por centenares. El 17 de octubre de 1961 tiene lugar la matanza del Sena, en la que la represión policial ante una manifestación de argelinos en París causó entre 70 y 200 muertos -los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la cifra-, muchos de ellos arrojados al río que atraviesa la capital francesa. El 8 de septiembre había tenido lugar el primer atentado contra De Gaulle -una bomba al paso de su vehículo en Port sur Seine- del que sale milagrosamente ileso. España es la retaguardia desde la que se prepararían algunos atentados posteriores para intentar matar al máximo mandatario galo. Esta obsesión por acabar con la vida al presidente daría pie a la obra de ficción que ha introducido a la OAS en la cultura popular: 'Chacal', el libro de Frederick Forsyth que sería llevado al cine y que narra un supuesto compló para acabar con la vida de De Gaulle por parte de esta organización.

«Los miembros de la OAS cruzaban la frontera gracias a los servicios de los mismos contrabandistas que utilizaban los separatistas vascos»

informes confidenciales

La presencia de este grupo terrorista en Euskadi no fue detectada por los servicios secretos franceses hasta julio de 1962, aunque es probable que antes ya se encontrasen en la zona. Según los documentos de los Renseignements Generaux, en un primer lugar se instalaron en Zarautz, en un lugar denominado «Villa Montechio», según escriben los espías galos en sus informes a París. Esta residencia puede corresponder a alguno de los chalés levantados en el Monte Txio de la localidad guipuzcoana. Desde allí, uno de los miembros de la OAS, identificado como Robert Lesscourges, consiguió alquilar el balneario de San Juan en Azkoitia. Este establecimiento, en ruinas en ese momento y por lo tanto no abierto al público, llegará a acoger a 22 legionarios franceses que habían desertado para integrase en la OAS.

El balneario de San Juan en Azkoitia, en ruinas en ese momento y no abierto al público, llegará a acoger a 22 legionarios franceses

informes confidenciales

Los espías galos los identifican con nombre y apellido a los militares y vigilan todos sus movimientos. Según los informes franceses, los terroristas utilizan un 'Simca Aronde' con matrícula 270ET9G y un segundo vehículo de la misma marca con la numeración 29FU9G. En el centro termal llevan a cabo «un entrenamiento físico con una estricta disciplina» y por las tardes realizan visitas a Azkoitia, Zarautz y Tolosa. Pero también tienen otro trabajo. El inmueble ha sido alquilado por 22.500 pesetas a Alvaro del Valle Lersundi -quien sería presidente de la Real Socieadad Bascongada de Amigos del País- con la condición de que lleven a cabo las obras que permitan recuperar un edificio en estado de ruina. Los espías identifican a los cuatro supuestos cabecillas del grupo -el alemán Konrad Wilhelm y los 'pieds noirs' René Carrillo, Albert Jack y Louis García- porque en varias ocasiones se han desplazado de forma clandestina a Francia. Según los agentes secretos galos, el paso de la frontera francoespañola se realizaba por «Dancharinea y Fuenterrabia, a través de las redes de contrabandistas que emplean también los separatistas vascos para introducir en España su propaganda y huir de operaciones judiciales».

Sobre las ilustraciones

  • Víctor Santos (Valencia, 1977) es uno de los grandes dibujantes de cómic españoles. Su trabajo tiene una difusión internacional -EEUU, Francia, Italia, China y Japón- y una de sus obras, 'Polar', ha sido llevada al cine por Netflix. Santos ha ganado seis premios del Salón Internacional del Cómic de Barcelona y tres del certamen de Cómic de Madrid. También ha estado nominado al Eisner, los 'oscar' del cómic.

La presencia de este comando crearía una fuerte tensión en las relaciones hispanofrancesas y elevaría la temperatura entre Madrid y París. Los franceses ven con estupefacción como los legionarios de la OAS de Azkoitia se entrenaban y se desplazaban por España con absoluta normalidad. Y ello, en un momento en el que los planes para matar a De Gaulle eran una prioridad para los terroristas. El 22 de agosto de ese año, en París se ha cometido un segundo atentado contra el presidente en el barrio de Petit Clamart en el que milagrosamente volvió a salir ileso pese a que los terroristas realizaron 187 disparos contra el coche del presidente.

El coche tiroteado del general De Gaulle, un atentado del que salió milagrosamente ileso.

Pero en las calles de Argelia y, en menor medida de Francia, se está produciendo un baño de sangre. El 5 de julio de 1962 los argelinos declaran la independencia tras haber vencido en el referéndum de autodeterminación organizado por París a raíz de los acuerdos de Evian que ponían fin al dominio galo del país magrebí. El general Salan, que tras su paso por San Sebastián y Madrid y tras fracasar su golpe de Estado vivía en Francia en la clandestinidad, ordenó atacar sin piedad. Hay que tener en cuenta que en ese momento muchos activistas de la OAS eran algunos de los militares más temibles de Europa. Habían luchado contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. En los años 50 pelearon en Indochina, donde fueron derrotados en Diem Biem Phu, y también intervinieron en Corea. En los 60, batallaron en Argelia. Muchos de ellos llevaban más de dos décadas de guerra en guerra.

Para Francia, era vital poner fin a la base de la OAS en Gipuzkoa, ante el temor a que cruzasen la frontera y desencadenasen una ola de atentados en sus calles. España, mientras tanto, seguía siendo la retaguardia de este grupo terrorista y la dictadura franquista no estaba por la labor de limitar sus movimientos.

Pero el Gobierno de París todavía tenía una oportunidad de actuar contra los legionarios de Azkotia.

Segundo capítulo:'Guerra sucia' en la central nuclear de Vandellós (II)

Tercer (y último) capítulo: Los 'pieds noirs' que acabaron en el GAL

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