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sara borondo
Viernes, 17 de septiembre 2021, 00:34
Hace unos días, An (residente en Munich) se quejaba en Twitter de que había entrado en un grupo de emigrantes españoles para proponer quedar y realizar alguna actividad. Para su sorpresa, recibió siete mensajes privados de otros tantos hombres proponiéndole una cita a solas. Tras decirles que le interesaba salir en grupo, algunos siguieron insistiendo hasta que An los bloqueó. Y no es un caso aislado. Entre las respuestas de otros usuarios, una mujer describía una experiencia similar: «Pasa lo mismo en el grupo de Españoles en Edimburgo. Como alguna chica pregunte por grupillo para salir, las respuestas suelen ser siempre de tíos en plan 'jeje jeje a ver si cuela'. Y como tenga una foto de perfil 'medioqué', ya ves los buitres sobrevolando», contaba 'La Tuistera Expatriada'.
Algunos ya no tienen suficiente con las aplicaciones para ligar y recurren a otras redes sociales como Twitter, Facebook y, sobre todo, Instagram, sea a través de comentarios públicos o de mensajes directos. Pero los hay más imaginativos -o desesperados-. En el mismo hilo de An, 'lasufridora' se lamentaba: «Bueno, yo he puesto a la venta unos zapatos de tacón en Wallapop y solamente me han escrito tíos para decirme que tengo unos pies muy bonitos e intentar ligar. 5 bloqueos y denuncias a la web llevo». De hecho, en estas redes sociales marcar varias veces como 'me gusta' lo que haya subido un usuario se puede considerar un acercamiento para ligar.
En TikTok esta manera de intentar seducir también parece estar en auge, con el agravante de que la mayoría de vídeos publicados corresponden a menores de edad.
Si Instagram está pensado para disfrutar con las fotografías que suben los usuarios y Twitter para leer opiniones (que no cortejar a desconocidas), más extraño aún resultan estos intentos de ligar en una red social diseñada para establecer contactos profesionales. En LinkedIn no hay fotografías de postureo ni frases motivacionales, sino datos de la carrera laboral de cada usuario. Sin embargo, las 'corazonadas' están a la orden del día.
Quizás se deba a que en LinkedIn los usuarios intentan ofrecer sus mejores características y, al mismo tiempo, permite los acercamientos con más sutileza que enviar un mensaje privado solicitando una cita. El flirteo puede comenzar con la mera visita a nuestro perfil, ya que la página lista quiénes han accedido a éste recientemente.
Cuestión aparte son aquellas apps que juegan con el nombre de LinkedIn para establecer su propia red dedicada a citas. Como LinkedUp! (que ya no está activa) o BeLinked, que conectaban a usuarios -antes de que Tinder fuera la reina absoluta de los ligues online – utilizando sus perfiles profesionales. En lugar de guiarse por el aspecto de una persona o sus aficiones, se trataba de despertar el interés de alguien a través de su trayectoria laboral, pero estas aplicaciones o intentar seducir a través de LinkedIn suelen despertar rechazo precisamente porque esta red incide en el mundo laboral.
En marzo de este año se hizo famosa una historia sobre el acoso al que un hombre sometió a su exnovia. Ella había dejado la relación pero él intentaba contactar con ella a pesar de que ésta le había bloqueado en todas las redes sociales. Al no poder tan siquiera contactarla por teléfono, el acosador optó por utilizar Bizum. Esta plataforma permite enviar o recibir dinero a un número de teléfono y al momento, indicando el concepto de la operación. Dicho campo es el que aprovechó el antiguo novio para pedirle una nueva oportunidad, previo envío de varios Bizum por el importe mínimo (50 céntimos). En cada mensaje el hombre solo contaba con unos pocos caracteres para escribir, que utilizó para pedirle a su expareja que lo desbloqueara y hablase con él. Tres euros se gastó en intentar convencerla, sin éxito.
Por su parte, otras usuarias afirman que hay quien utiliza la excusa de invitar a otra persona a tomar algo a través de Bizum para conseguir su teléfono. A partir de ahí, lo que surja.
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