
Ni Apple ni Samsung. Ha sido el fabricante chino «Vivo» el primero en presentar un smartphone desprovisto completamente de marcos. Los números hablan por sí solos: la pantalla del «Vivo NEX» ocupa un 91% del frontal del teléfono, lo que ha obligado a reubicar el altavoz, la cámara delantera y el lector de huellas dactilares.
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La óptica es el aspecto resuelto con mayor imaginación, al situarse en el bisel superior mediante un diseño extraíble. El sensor de 8 megapíxeles se resguarda (literalmente) en el interior del gadget, mientras que la doble cámara trasera (de 12 y 5 megapíxeles) se dispone de forma visible.
En lo que al micrófono y al sensor dactilar respecta, se ubican bajo la pantalla, en posiciones superior e inferior respectivamente. Esta última opción es la que valora Samsung para su próximo buque insignia (Galaxy S10), demostrándose aquí factible incluso con los dedos húmedos. La tecnología permite desbloquear el terminal en 0,7 segundos y se basa en iluminar la huella para su escaneo.
Respecto al panel en sí, Vivo NEX opta por un AMOLED de 6,59 pulgadas, con una resolución de 2.316 x 1.080 píxeles. Cubre un procesador Snapdragon 845 con 8GB de RAM y una batería de 4.000 mAh.
Otras bazas del smartphone son el asistente virtual Jovi y el sistema de inteligencia artificial que lo sustenta, por el que es capaz de traducir textos, identificar objetos y reconocer escenas para mejorar nuestras fotos.
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Vivo NEX está disponible (solo en China) por unos 595 euros al cambio en su versión con 128GB de almacenamiento interno.
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