¿Qué pasará finalmente con los móviles de Huawei?

Afortunadamente, las conversaciones han resultado fructíferas y Trump no incrementará los aranceles a China, como primer paso para normalizar las relaciones entre ambos países. Otra consecuencia ha sido el levantamiento del veto a Huawei, por el que las compañías estadounidenses debían interrumpir relaciones con la multinacional: «Vendemos gran cantidad de componentes a Huawei, los cuales acaban implementándose en sus productos; algo que apruebo. [...] Las empresas estadounidenses podrán seguir vendiendo a Huawei, siempre que la transacción no ponga en riesgo la seguridad nacional», declaró el presidente a Bloomberg.

La seguridad nacional fue, de hecho, la justificación para un veto que muchos tildaron de traspiés intencionado. Huawei ha conseguido la delantera en la infraestructura de redes 5G (consideradas por los expertos como la 'cuarta revolución industrial'), lo que choca frontalmente con los intereses de Estados Unidos. Así, las acusaciones de espionaje velado propiciaron el tajante anuncio de Google a finales de mayo: el gigante de Internet abandonaría el soporte de Android (sistema operativo líder) en los smartphones y tabletas de Huawei, lo que traería consigo aplicaciones desactualizadas e inseguras.

La desconfianza ya estaba sembrada en los consumidores y las ventas continuaron desplomándose. Máxime tras saberse que los principales fabricantes de procesadores (Qualcomm y ARM), así como la SD Association (quien concede el permiso para la utilización de tarjetas de memoria) se desentendían también de Huawei. Entre tanto, los ingenieros de la firma trabajaron a marchas forzadas en el desarrollo de su propio sistema operativo (ARK OS), a instalarse en aquellos terminales comercializadas tras la campaña navideña de 2020.

Podría decirse que, tal y como muchos analistas apuntaron, los envites de Trump han terminado en agua de borrajas. La situación se ha revertido en el último momento (apretón de manos mediante) y todas las compañías estadounidenses reiniciarán sus relaciones comerciales con Huawei. Esto permitirá a los chinos reactivar la producción y diseño de smartphones, incluidos los componentes y actualizaciones de software imprescindibles para mantener su liderato como fabricante.

A la espera de anuncio oficial, Google mantendrá el soporte a los gadgets de Huawei, brindándoles los últimos parches de seguridad y la consiguiente nueva versión de Android ('Q', disponible en otoño). Los teléfonos venideros seguirán manteniendo el acceso a la tienda Google Play y contarán con las habituales aplicaciones preinstaladas (incluidas Facebook, Messenger, WhatsApp e Instagram, pese a lo anunciado por la red social a comienzos de junio).

Entre tanto, Huawei ha concretado el lanzamiento de sus primeros smartphones compatibles con redes móviles 5G (recientemente soportadas por Vodafone). El 'Mate 20 X 5G' llegará al continente europeo este verano, a partir de 889 euros, mientras que el 'Mate 30 5G' coronará la nueva gama por anunciar, el próximo diciembre. A estos sumaríamos el cacareado primer Huawei plegable ('Mate X'), cuya irrupción comercial se ha retrasado hasta septiembre en pos de «pruebas adicionales».

Vistos los fallos del 'Samsung Galaxy Fold' y sabiendo que han de recuperar la confianza de los usuarios, los chinos harán lo posible por remontar su 'annus horribilis'. En nuestro país, las ventas de Huawei bajaron un 40% a finales de mayo, hasta el punto de ponerse en entredicho la apertura de su 'flagship' europea en plena Gran Vía madrileña. Esto último se producirá finalmente esta semana, el viernes 5 de julio.