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Los teléfonos inteligentes están preparados para una gestión eficiente de la energía
8 grandes mitos sobre la batería de tu móvil

8 grandes mitos sobre la batería de tu móvil

Por qué no pasa nada si dejamos el dispositivo cargando toda la noche

Domingo, 25 de agosto 2019

Hablábamos hace unas semanas sobre varios casos de combustión espontánea respecto a las baterías de aparatos electrónicos (mayormente smartphones y tabletas). Con todo, la probabilidad de que éstas prendan en llamas por un exceso de carga es realmente baja: una entre 10 millones; a no ser que hablemos de un fallo generalizado en el proceso de fabricación, como el ocurrido a Samsung hará unos años.

Aunque no podemos tildar de mito la idea de que nuestro teléfono se incendie por un problema con la batería, sí ocurre con muchas de las 'verdades universales' que llevamos tiempo escuchado por boca de cuñados y sobrinos. Siga leyendo para descubrir por qué cargar el móvil toda la noche no mermará la vida útil de su batería; o la inutilidad de cerrar aplicaciones cada dos por tres.

  1. «Estropearás el teléfono si lo cargas toda la noche»

Algunos usuarios creen que dejar el teléfono cargando durante la noche perjudica la vida útil de la batería, ya que ésta sigue recibiendo energía al llegar al 100% de capacidad. Falso. La mayoría de dispositivos actuales (teléfonos, tabletas electrónicas, ordenadores portátiles...) detienen el proceso justo entonces, lo que además evita cualquier riesgo por sobrecarga.

  1. «La batería debe descargarse completamente antes de volver a cargarla»

Aquí podríamos hablar de un doble mito. Primeramente la idea de que debemos cargar por completo nuestro nuevo smartphone, lo que no tiene impacto alguno en el funcionamiento de su batería.

En segundo lugar y como refleja el enunciado, esperar a que un teléfono se descargue por completo antes de conectarlo a la corriente eléctrica es igualmente absurdo. De hecho, las baterías de iones de litio sufren si les suministramos carga en porcentajes cercanos al 0%. Lo ideal, explican los expertos, es mantenernos entre un 50 y un 80% de carga, intervalo en el que se ha demostrado un funcionamiento óptimo de los terminales.

  1. «Mantener Wi-Fi y Bluetooth conectados consume mucha batería»

Esto tan sólo ocurre si disponemos de un smartphone especialmente veterano, lo que resulta improbable a causa de la llamada 'obsolescencia programada' (raro es el modelo que aguanta más de tres años en perfectas condiciones). A día de hoy, las distintas formas de conectividad inalámbrica apenas consumen batería, algo indispensable por la irrupción de los relojes y pulseras inteligentes, que intercambian información con los teléfonos durante toda la jornada.

Cuando tengamos poca batería, más que optar por el modo avión (con las molestias que conlleva), la mejor opción siempre será rebajar el brillo de la pantalla y abstenernos de iniciar juegos o reproducir vídeos.

  1. «La carga rápida disminuye la vida útil de la batería»

Otro bulo extendido es el de que las nuevas formas de carga (rápida, inalámbrica o ambas simultáneas) nos obligarán a reemplazar la batería del móvil más pronto que tarde. Lo único cierto es que incrementan la temperatura del móvil, pero ya hemos hablado de los mecanismos que salvaguardan su integridad, por lo que no hay de qué preocuparse.

En términos generales, la carga a voltaje 'normal' y aquella 'rápida' o sin cables tienen un impacto idéntico en la salud de la batería.

  1. «Ahorrarás batería si cierras las aplicaciones en segundo plano»

Abrir y cerrar aplicaciones supone un consumo de batería mucho más considerable que el dejarlas ejecutándose en segundo plano. Aunque sólo sea por el hecho de andar activando la pantalla, desbloqueando el teléfono y clausurando procesos manualmente, cada dos por tres. Si tarde o temprano volveremos a abrir Twitter, Facebook o Instagram, mejor dejarlas 'en reposo'.

  1. «Debes usar siempre el cargador original»

Apenas existen diferencias entre los cargadores oficiales y los fabricados por terceros... siempre y cuando hablemos de marcas de confianza. También podemos emplear sin riesgos los cargadores de otros modelos.

Cuestión distinta son aquellos accesorios de procedencia incierta y precio irrisorio. Aquí funciona el sentido común: ¿cargarías tu smartphone de 800 euros con un adaptador de corriente adquirido por 3€ en el bazar de la esquina?

  1. «Enfriar el móvil evita problemas con la batería»

Para la batería de un móvil, tan perjudicial es el calor como el frío en exceso. Lo primero nos resulta más evidente, cuando dejamos el teléfono al sol y salta una notificación de alerta. No extraña entonces que muchos respondan con imprudencia: metiendo el gadget en el frigorífico e incluso sumergiéndolo en hielo (si es que cuenta con la certificación IP pertinente).

Pues bien, el frío merma la capacidad de la batería poco a poco si recurrimos habitualmente a este tipo de prácticas.

  1. «No debes usar el móvil mientras se está cargando»

Tampoco ocurrirá nada si toqueteamos el móvil mientras está cargándose en la mesilla. Ni aumentan los riesgos de incendio ni la batería se resiente en exceso (gracias a los avances de la técnica). Lo que sí percibiréis, como es lógico, es que tardará mucho más en cargarse. De hecho, algunos juegos presentan un consumo tan elevado que la carga por minuto resulta insignificante. Mejor dejar la partida para después.

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