Los bulos sobre el coronavirus más extendidos (y cómo detectarlos) en Whatsapp y redes sociales

El mayor daño que pueden causar estos mensajes es contribuir a la saturación de internet, pero hay otro tipo de vídeos, archivos de audio e imágenes que resultan especialmente perjudiciales, al difundir información falsa que puede poner vidas en riesgo. Estos bulos logran una gran difusión al reenviarse de un grupo de WhatsApp a otro y en apenas unas horas llegan a la mayoría de teléfonos del país. Lo mismo sucede en las redes sociales, donde estas paparruchas se difunden incluso con más rapidez.

La situación ha llegado hasta tal punto que el pasado lunes la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció la puesta en marcha de una página web «unificada de todos los recursos oficiales y de calidad», dijo, en la que se podrá encontrar información comprobada por el Ministerio de Sanidad. Todo con el fin de «evitar la desinformación, la confusión y la desprotección de los datos personales que se está dando a nuestro alrededor con webs de origen desconocido». No obstante, fuentes oficiales consultadas no saben cuándo se pondrá en marcha esta página de consulta.

Mientras llega esa web verificadora oficial, la Policía Nacional ha detectado más de 200 bulos en relación al coronavirus, según informó el director adjunto operativo, José Ángel González, quien dijo que los responsables de esta desinformación tienen como objetivo «provocar miedo y pánico entre la población». En la página Maldita.es, que tiene una sección para poner en evidencia todo tipo de bulos, han localizado 274 mentiras, falsas alertas y desinformaciones sobre el Covid-19.

Son numerosos los organismos y entidades oficiales que piden que se pare la difusión de información falsa. La Guardia Civil ha elaborado una serie de normas para saber cuándo algo visto en las redes o aplicaciones de mensajería resulta falso:

■ Atención a las imágenes públicas que no enlazan con un link a una fuente oficial. Pueden ser un montaje.

■ Verificar cuándo y dónde se publicó parte del contenido del mensaje utilizando buscadores.

■ Es muy importante la redacción. Las faltas ortográficas o de sintaxis son indicadores habituales de la falsedad de la comunicación.

■ Desconfiar de los perfiles que no se sigan habitualmente o que sean de reciente creación.

■ Preguntar a fuentes oficiales sobre informaciones sospechosas.

■ Ayudar con #StopBulos y evitar situaciones de alarma social.

■ Si la información alarmista llega por WhatsApp, no hay que compartirla si no estamos seguros de su veracidad.

■ Si la noticia es de hace varias horas y no está en ningún medio de comunicación profesional, sin duda ha de tratarse de un bulo.

■ El primo, el amigo al que le ha contado un familiar que sabe de buena tinta… No es una fuente solvente.

Este bulo suele presentarse con dos imágenes, una con la noticia de que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) avisó al Gobierno nacional de que había que actuar contra el Covid-19; y una captura de un tweet del Ministerio de Sanidad diciendo que había que hacer vida normal. Entre quienes lo difundieron en redes sociales está el anterior presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

El CSIC lo negó en un comunicado en el que se apunta que el informe «fue elaborado por la Vicepresidencia Científica y Técnica del CSIC y se distribuyó el pasado 22 de marzo para comunicar a los investigadores del organismo los estudios y recursos que se habían puesto en marcha en el CSIC para combatir el coronavirus, sin que en ningún caso se incluyeran, puesto que no era su objetivo, recomendaciones al Gobierno o la población en general».

En el comunicado, el CSIC también informa de que lo que sucedió el 31 de enero, fecha en la que se conoció el primer caso en España, fue que el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, convocó a una reunión al investigador del CSIC Luis Enjuanes, quien estaba trabajando en el nuevo virus, para conocer las características del Covid-19 y estudiar cómo se podría agilizar la obtención de recursos.

La semana pasada circuló un vídeo en el que el doctor jubilado Mario Pesaresi afirmaba que hacer vahos de vapor (varias veces al día, durante cinco minutos) desactiva el Covid-19 en infectados. Según él, el virus se inactiva por encima de los 56º.

Lo cierto es que no se sabe todavía si el clima o la temperatura tienen algún efecto en la capacidad de replicación del virus. Se sospecha que sí, ya que el Covid -19 es de la misma familia que el SARS que causó la epidemia de 2003 y este último sí era sensible a las altas temperaturas, pero se trata de una cepa de coronavirus diferente y no tiene por qué reaccionar igual.

Hay otras paparruchas con recomendaciones similares que se difunden a través de las redes sociales y que aconsejan ir a la sauna, secarse la boca y las manos con un secador o viajar a lugares cálidos con la creencia de que el calor mata a los virus. Esto no es cierto y, en el caso del secador, se pueden producir quemaduras graves en la boca y la nariz o provocar una mayor sequedad que debilite la barrera que ofrece esta última.

La página de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinada a combatir los principales bulos especifica que el Covid 19 puede transmitirse «en cualquier zona, incluidas las de clima cálido y húmedo»; y que las medidas de protección hay que adoptarlas no en función del clima, sino de que se hayan producido casos de Covid-19.

También especifica la OMS que el frío y la nieve no pueden matar al coronavirus porque «la temperatura del cuerpo humano se mantiene en torno a los 36,5º y 37º, con independencia de la temperatura exterior o de las condiciones metereológicas». Por la misma razón, el agua caliente no previene de la infección, añade el organismo internacional.

Este rumor circuló por algunas comunidades autónomas en forma de imagen (incluso con el logo del gobierno regional) asegurando que había que cerrar puertas y ventanas y recoger la ropa tendida en el exterior ya que se iban a fumigar poblaciones enteras desde el aire.

En Malditobulo.es contactaron con el Ministerio de Interior, quien desmintió que se fuese a soltar antioxidantes en ninguna ciudad ni a pulverizar con ninguna otra sustancia. Lo que sí están realizando algunos municipios es la limpieza rutinaria de las calles con los vehículos habituales que, en algunos municipios rurales, se está llevando a cabo mediante tractores.

En el apartado de comidas o bebidas son múltiples los mensajes falsos que se han difundido a través de las redes sociales y que han ayudado a propagar algunas influencers: tabletas de vitamina C y omega, limón, agua tibia o incluso alcohol... hay variantes de todo tipo. Uno de los vídeos que forma parte de estos bulos está grabado por un supuesto médico que pide «alcalinizar el cuerpo» tomando cloruro de magnesio, zumo de limón, jengibre, bicarbonato de sodio o aceite de oliva. Esta teoría se sustenta en que en un cuerpo alcalino no entran los virus. El doctor Wilson Giovanni Hoyos es el autor de este vídeo y utiliza terapias alternativas sin base científica, como el biomagnetismo o la homeopatía.

En algunos casos las recomendaciones que se difunden pueden ser hasta perjudiciales. Otro de los bulos recomendaba tomar bebidas con alcohol para evitar el contagio. Por seguir este consejo han muerto al menos 20 personas en Irán: en el país no se puede conseguir bebidas alcohólicas, por lo que decidieron ingerir alcohol industrial con fines desinfectantes.

Algunas figuras políticas destacadas como Alberto Fernández, el presidente argentino, ha dicho que las bebidas calientes servían para prevenir el contagio.

Ninguna de estas recomendaciones sobre lo que hay que comer o beber tiene base científica que la avale, así que no hay por qué cambiar la dieta habitual. La mejor prevención es lavarse las manos con jabón frecuentemente.

Es probablemente una de las creencias más difundidas. Pareció confirmarse cuando el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, afirmó el 14 de marzo en un tweet de que «tomar medicamentos antiinflamatorios (ibuprofeno, cortisona…) podría ser un factor de empeoramiento de la infección. Si tiene fiebre hay que tomar paracetamol. En caso de estar tomando ya antiinflamatorios , consulte al médico».

Tras esto, la Asociación Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió un comunicado informando de que no existe actualmente ningún dato que avale esta opinión, «por lo que no hay razones para que los pacientes que estén en tratamiento crónico de estos medicamentos los interrumpan».

El comunicado continuaba: «La posible relación entre la exacerbación de infecciones con ibuprofeno o ketoprofeno es una señal que está en evaluación para toda la Unión Europea en el Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia a solicitud de que la agencia de medicamentos francesa (ASNM)». Este análisis debería estar concluido en mayo de este año, pero hasta entonces, dice la AEMPS, «la relación causa-efecto no es fácil de establecer». Lo que sí reconoce la agencia española es que el ibuprofeno puede enmascarar los síntomas de las infecciones y así retrasar su diagnóstico, que llegaría cuando la infección esté más avanzada. El comunicado añade que esto se extiende a cualquier infección, no solo la producida por Covid-19.

Hace una semana se compartió un archivo de audio en el que una fuente desconocida aseguraba que el Gobierno decretaría el estado de sitio, lo que provocaría que el ejército saliese a la calle y no se pudiera comprar. Instaba así a realizar acopio de alimentos.

Lo único cierto de todo esto es que la UME está actuando desde el principio del estado de alarma, realizando sobre todo la desinfección de residencias de ancianos, aeropuertos y mercados entre otro tipo de instalaciones. El Gobierno ha ampliado el estado de alarma otros 15 días, pero no ha llegado el anunciado estado de excepción.

El conocido médico youtuber 'Spiriman' publicó un vídeo lleno de descalificaciones al Presidente del Gobierno. Le acusó de requisar respiradores de las ambulancias andaluzas para llevarlos a Madrid. También publicó en redes sociales que se estaban llevando a la capital española respiradores del hospital San Rafael de Granada, aunque luego borró esto último.

El consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, negó en rueda de prensa estas acusaciones el día 24 y explicó que la Consejería está recogiendo respiradores de clínicas que están ahora cerradas (como aquellas de cirugía estética), así como las de ambulancias destinadas a transporte de pacientes de rehabilitación u oncología, en las que no son necesarios estos aparatos. El objetivo es tener centralizados esos respiradores extra para llevarlos a aquellos puntos de Andalucía en que hagan falta. El consejero no descartó realizar un préstamo de algunos de estos respiradores a Madrid en caso de recibir la solicitud.

La desinformación no se limita a WhatsApp y las redes sociales. En algunos casos son los personajes públicos quienes se hacen eco de esos mensajes erróneos. El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó en su comparecencia del viernes día 20 de medicamentos «revolucionarios» contra el Covid-19 a la cloroquina y la hidroxicloroquina, usados contra la malaria y que se están probando de forma experimental en infecciones producidas por Covid-19.

Poco después, un matrimonio de Arizona consumió un producto para peceras que contiene cloroquina con la idea de inmunizarse contra el virus y la consecuencia es que el hombre murió y la mujer quedó en estado grave. Estas dos medicinas se utilizan también para tratar enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus. Ante el temor de que enfermos que sí los necesitan se quedasen sin abastecimiento, el Gobierno ha cancelado la venta de esas dos medicinas en farmacias y ha intervenido las reservas existentes para controlar que lleguen a esos enfermos.