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sara borondo
Martes, 23 de noviembre 2021, 00:19
Las navidades son un tiempo de abundancia y de permitirse algunos caprichos, pero este año se produce una situación atípica en la que algunos productos serán difíciles de encontrar. Los Reyes Magos, el Olentzero o Papá Noel tendrán que ser rápidos para conseguir las ... unidades que salgan al mercado o buscar alternativas. Hay varias razones que explican esta situación, todas agravadas por la aparición de la pandemia en 2020 y su extensión a este año.
La mayoría de procesadores -el cerebro de los dispositivos electrónicos- se fabrican en China y Taiwan, donde los costes de fabricación son mucho más baratos que en otras partes del mundo. La guerra comercial que se declaró entre el país asiático y Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump dificultó las relaciones tecnológicas entre los dos países: China necesita la tecnología americana para producir los chips que luego deben hacer funcionar a todos los dispositivos electrónicos. Además, cada vez se demandan más chips para todo tipo de productos destinados a conformar el 'Internet de las Cosas'.
Por si la situación fuera poco complicada, la pandemia de la COVID-19 paralizó el transporte marítimo (que supone el 90% del tránsito mundial de mercancías) por el cierre de las fábricas y las fronteras chinas. Aunque este medio de transporte ya se ha retomado, las estrictas medidas sanitarias llevan a que las tareas de carga y descarga se realicen más despacio, a lo que hay que añadir el hecho de que ese frenazo al principio de la pandemia provocó la conocida como 'crisis de los contenedores', esos inmensos cajones que se amontonan sobre los cargueros transportando mercancías de los países fabricantes a los consumidores. Con la COVID-19 los barcos fondearon en los puertos europeos y americanos pero no se llenaron para volver de regreso a Asia; se rompió la cadena de suministros y desde entonces es mucho más caro enviar productos desde China porque no hay contenedores.
El resultado de esta confluencia de factores es que el tiempo que tarda un contenedor en llegar a su destino es más del doble del que necesitaba hace dos años. Además, su precio se ha disparado de los 3.000 hasta los 13.000 euros (según informó recientemente la patronal española del juguete). Esto ha llevado a que algunos productos electrónicos hayan subido de precio o sean muy difíciles de encontrar. De hecho, es posible que la situación se prolongue a lo largo de 2022.
Estos son algunos de los dispositivos que costará comprar durante las próximas semanas:
Hace unos días la nueva consola de PlayStation celebró un año desde su salida al mercado, y desde el principio ha sido difícil encontrarla en los dos modelos a la venta (uno con lector Blu-ray y otro solo para juegos en formato digital). Según Bloomberg, Sony ha reducido sus previsiones de fabricación para los próximos meses de 16 a 15 millones de consolas. Cada vez que llegan unidades a las tiendas desaparecen en cuestión de minutos.
Ambas máquinas sufren problemas de fabricación y distribución similares a los de PS5. El máximo responsable de Xbox (Phil Spencer) afirmó hace unas semanas que esta escasez de hardware no solo se debe al desabastecimiento de chips y apuntó a que el problema persistirá hasta el año que viene.
Apple presentó sus nuevos teléfonos en septiembre, pero ha tenido que rebajar la fabricación prevista (de 90 a 80 millones de iPhone 13) debido a la falta de circuitos para las pantallas y la conectividad a internet.
Son varios los productos de Apple que se han visto afectados por la situación actual, entre ellos el nuevo iPad Mini, que utiliza el mismo chip que los iPhone 13. Tim Cook, director ejecutivo de Apple, reveló a la agencia Reuters que su empresa encontró limitaciones de componentes más grandes de las esperadas entre junio y septiembre.
Nintendo se ha visto obligada a rebajar un 6% las previsiones de ventas de su consola Switch -de la que acaba de sacar un modelo con pantalla OLED- para este año fiscal. Espera vender 24 millones de unidades en lugar de los 25,5 previstos inicialmente. «No podemos producir lo suficiente para llegar a la demanda que esperamos se produzca durante la campaña navideña», afirmó en una rueda de prensa Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo.
Esta marca asiática ha limitado las unidades rebajadas para la campaña del Black Friday por la sencilla razón de que no lo necesita: no tiene excedentes que le convenga vender; todo lo que llega a las tiendas se despacha ante la falta de inventario. Lenovo ocupa la segunda posición en envíos de PC en España con una cuota de mercado del 24,8% en el tercer trimestre del año y confía en que en primavera vuelva a poder ofertar sus ordenadores con normalidad.
El pasado mes de julio Valve anunció Steam Deck, una consola portátil que estará disponible en tres modelos con distinta capacidad de almacenamiento. Quienes la reservaron deberían haberla empezado a recibir en diciembre, pero la escasez de componentes ha obligado al fabricante a retrasar las entregas hasta, en principio, febrero de 2022.
Los vehículos actuales dependen en buena medida de la electrónica y los procesadores que utilizan proporcionan menos beneficios, por lo que cuando hay que optimizar los cargamentos suelen ser los primeros que se quedan fuera de la producción y del transporte.
Actualmente hay algunos vehículos para los que transcurren seis meses desde la compra hasta que el comprador se pone al volante. Toyota también ha reducido sus expectativas de ventas para el presente año fiscal.
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