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sara borondo
Miércoles, 22 de septiembre 2021
Todo objeto que nos rodea es la historia de un diseño que triunfó al aportar algo nuevo. Algunos de estos objetos tuvieron su origen en Euskadi; los hay que mejoran la vida cotidiana a pequeña escala y otros que han dado la vuelta al ... mundo de distintas maneras.
El libro 'Hemendik Euskal Herriko 50 objektu ikonikoren istorioak' ('La historia de 50 objetos icónicos de Vasconia', publicado por la editorial Hemendik) recoge los siguientes inventos e innovaciones:
Es cierto que el ómnibus nació en Francia, pero en Ormaiztegi se han generado algunos de los avances más importantes de los autobuses de la mano del Grupo Irizar, que nació en 1889 como fabricante de carruajes y diligencias. La historia de Irizar es una llena de avances en el transporte público. En 1928 fabricó el primer autocar con tracción mecánica, con 22 plazas. Dos décadas después innovó con un vehículo semimetálico; en 1951 llegó el primer autocar de doble piso y en los años siguientes sus carrozados destacaron hasta tal punto que se los podía encontrar por toda España. Tras convertirse en cooperativa, en los años 60, llegaron innovaciones en los diseños como la claraboya de ventilación en el techo y ventanas laterales e incluso aire acondicionado de serie.
A finales de los años 80 llegó el conocido modelo Irizar Century, que se convirtió en un referente europeo. Irizar se internacionalizó y mantuvo una posición fuerte en innovación. En plena crisis de la Gran Recesión, en 2009, la empresa diversifica su estrategia y se convierte en fabricante de autocares integrales en lugar de construir solo la carrocería. También refuerza su capacidad de investigación de forma que en 2011 comienza el camino con Irizar e-mobility hacia un autobús 100% eléctrico, el modelo Irizar i2e, con tecnología totalmente propia y que inauguró una serie de modelos cero emisiones así como autocares híbridos de clase II y de gas natural, cubriendo tanto el transporte urbano como el interurbano y de largo recorrido.
Hoy Fagor Industrial forma parte de Onnera Group, pero en sus principios era una empresa formada por cinco antiguos estudiantes de la escuela profesional de Mondragón para crear aparatos de uso doméstico. Poco después se convirtieron en cooperativa y fabricaban hornillos y estufas. En unos pocos años Fagor Electrodomésticos se convirtió en uno de los principales fabricantes de electrodomésticos del país. Entre sus avances más conocidos están el horno Touchmatic, que se programaba con un solo botón; y el To-Do, que era al mismo tiempo horno tradicional y microondas. Pero su producto más conocido probablemente sea la olla de presión Rapid Xpress, que revolucionó en 1992 el diseño tradicional de esta forma de cocinar. La Rapid Xpress tiene un mango en el lateral, expulsa el vapor de forma vertical y permite regular la presión a dos niveles, según el tipo de alimento que se esté cocinando. Además, tiene un cierre de la tapa automático que la bloquea para que no se abra cuando la presión interior sea elevada.
Es muy posible que los naipes Heraclio Fournier sean el invento vasco que ha pasado por más manos. Heraclio Fournier nació en Burgos y se instaló en Vitoria en 1870 para fundar un taller de Impresión en el que utiliza innovadores medios de impresión que permiten prosperar al negocio. En 1877 decide seguir la tradición familiar de fabricantes de cartas y encarga al profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria (Emilio Soubrier) y al pintor Díaz de Olano el diseño de una baraja de naipes. Para imprimirlos realiza una apuesta nunca vista, con litografías de doce colores, tan original y con tal calidad que llama la atención de todo el mundo y consigue premios por el diseño y las técnicas de impresión. Según afirma la propia empresa, el 95% de las barajas que hay en los hogares han sido fabricadas por Naipes Heraclio Fournier.
La familia Vicinay llevaba trabajando en fraguas de Otxandio desde el s. XVII y en 1929 creó Hijos de Vicinay para fabricar cadenas y anclas. Hoy día Vicinay Marine produce cadenas y accesorios de alta calidad para la industria naval y del offshore, con fábricas en Sestao, Brasil y China que tienen capacidad para construir más de 80.000 toneladas anuales de cadena. Vicinay Sestao fabrica las cadenas más grandes del mundo, de hasta 220 mm de diámetro, para utilizarlas en aguas profundas de 2.900m y proyectos con más de 600.000 toneladas de desplazamiento.
La empresa El Casco nació en 1920 en Éibar como fabricante de armas de fuego, pero una década después emprendió un nuevo rumbo con los objetos de oficina. Entre éstos destaca su elegante, eficiente y característica grapadora de sobremesa M-5. En la memoria descriptiva se indicaba que era un «modelo de utilidad de cosepapeles a base de grapilla preformada» y acompañaba a esta frase un boceto igual al que se puede comprar hoy día. Además del modelo tradicional, El Casco también fabrica el modelo de tenaza, menos utilizado. Las instalaciones fueron bombardeadas durante la Guerra Civil pero la empresa logró recuperarse y sigue fabricando actualmente material de escritorio de lujo.
En 1932, el diseñador industrial David Olañeta cambió desde Eibar la manera de abrir las botellas de vino con un sacacorchos provisto de brazos. El sacacorchos manual o sacacorchos búho -porque su aspecto recuerda a este animal- utiliza una doble palanca y espiga fresada. Es uno de los objetos más importantes del diseño español y también de los más copiados, pese a estar protegido por una patente. Olañeta diseñó también más tarde, en 1959, el sacacorchos de pared que se utiliza en las sidrerías.
La tabla de skate no nació en España, pero Sancheski fue la marca guipuzcoana que popularizó el gusto por el monopatín. Francisco Sánchez Espinosa pasó de ser un empleado en una agencia de aduanas de Irún a abrir en 1935 una pequeña tienda dedicada al esquí bajo la marca que unía su apellido con este deporte de moda. Cuando el skateboard nació en Malibú en 1963, Sánchez y sus hijos Javier y José María vieron rápidamente las posibilidades que ofrecía este nuevo deporte que llevaba la práctica del surf a tierra firme, colocando en una tabla de madera las ruedas de unos patines. Sancheski patentó su primera tabla en 1966, en madera de haya y ruedas de caucho sintético o de aluminio. Al principio los patinadores no tenían muy claro cómo utilizar el monopatín, así que Sancheski organizó exhibiciones por toda España para mostrar las posibilidades que tenía, imitando las piruetas que veía en las revistas que llegaban del otro lado del charco.
El ingeniero y amante del surf Josema Odriozola decidió hace unos años crear junto a su mujer, la economista alemana Karin Frisch, un parque para practicar surf. Fundaron la start up guipuzcoana Instant Sport, con la que patentaron en 2006 un aparato generador de olas que comenzó a funcionar como prototipo en 2011 en una laguna de Aizarnazabal. Se trata de una pala que mueve el agua desde abajo a ambos lados de una pasarela y produce una doble ola que, al desplazarse sobre un fondo con la forma adecuada para disipar la energía del agua y que no se produzcan olas secundarias o corrientes, rompe de la mejor manera para practicar surf. Inicialmente las olas tenían un máximo de dos metros de alto, pero ya llegan hasta los 2,4 metros y Wavegarden Cove es capaz de producir dos olas cada 8 segundos. La primera instalación comercial con tecnología Wavegarden abrió en Gales (Gran Bretaña) en 2015. Ahora proyecta una instalación en Antondegi.
Alki es un taller inmobiliario que crearon en 1981 cinco amigos en régimen de cooperativa para no tener que emigrar. Empezaron trabajando mueble tradicional y después combinaron madera y forja. Para adaptarse a los cambios en el mercado comenzaron a colaborar con el diseñador industrial Jean Louis Iratzoki, desarrollando algunas líneas con un sello muy definido, como la colección Emea en madera maciza o la colección Kuskoa, de la que forma parte la silla Kuskoa Bi. Ésta es la primera del mercado fabricada en bioplástico, con una carcasa de forma envolvente que reposa sobre un caballete de madera de roble. Los bioplásticos son derivados de productos vegetales como el aceite de soja, el maíz o la fécula de patata, mucho más biodegradables que los derivados del petróleo. También emiten menos dióxido de carbono.
A comienzo de los años 90 llegó al mercado un nuevo y sorprendente producto: La Gula del Norte, pequeñas tiras de pescado comercializadas por Angulas Aguinaga (Irura) con un aspecto que recordaba a las carísimas angulas, las crías de anguila, y un nombre a medio camino entre el pecado y el pescado al que intentaba emular. La empresa atravesaba en los años 80 momentos complicados debido a la escasez de angulas y Azpeitia pensó en recurrir al surimi, un producto creado en japón que consiste en transformar el pescado blanco desmenuzado (como el abadejo) en sucedáneos de marisco como los palitos de cangrejo. Angulas Aguinaga desarrolló las gulas primero con el CSIC y luego con la empresa japonesa Nichirei Corporation. La Gula del Norte permitió el resurgimiento de la empresa, que vendió aquellas navidades 50 toneladas de gula.
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