Apple Watch Ultra: ¿gastarías mil euros en un reloj deportivo?

La mayoría de los lectores responderán negativamente a nuestro titular, pero es que el nuevo reloj inteligente de Apple no es para todo el mundo. De hecho, se antoja uno de los dispositivos más claramente de nicho de cuantos ha comercializado en su trayectoria.

Entender el porqué del Apple Watch Ultra (diseñado para amantes de los deportes extremos) implica echar un vistazo a los últimos balances financieros de la manzana mordida. Puede que la venta de smartphones siga suponiéndole más de la mitad de sus beneficios anuales, pero el segmento referido como 'Wearables, Home and Accessories' (Dispositivos ponibles, Hogar y Accesorios) ha incrementado hasta un 250% sus ventas desde 2016, muy por encima de los crecimientos registrados por las divisiones de telefonía (un 40%) y servicios (un 180%).

Mucho han tenido que ver los auriculares inalámbricos de Apple (AirPods), plagiados hasta la extenuación e irresistibles para todo propietario de un iPhone que se precie. Igual ocurrió con el Apple Watch, con el que los de Cupertino dominan un 30% del mercado global de relojes conectados. En pos de acrecentar dicho liderazgo, no quedaba otra opción que atajar uno de los esquejes más fructíferos en cuanto a dispositivos de muñeca: el de los smartwatches para triatletas, escaladores natos y submarinistas convencidos.

¿Se equivoca Apple al lanzar un gadget de este tipo por 999 euros? Según el cristal con que se mire: uno de los líderes del segmento, Garmin, tiene modelos similares con precios equivalentes o superiores y alguna que otra función de menos (como la conectividad de datos móviles). Sirva de ejemplo el Fénix 7X con esfera de 51mm (el Apple Watch Ultra resulta masivo de por sí con sus 49mm) a mil euros. O el Enduro 2 para 'runners', que requiere un desembolso de 1.099€ a cambio de un posicionamiento satelital optimizado acorde a la autonomía (algo inédito, que sepamos, en la opción de Apple).

La batería, de hecho, resulta el punto flaco de un Watch Ultra que palidece al confrontarse con sus más directos competidores. Encontramos relojes deportivos más económicos que prometen cientos de horas de batería con el GPS activo (como el Coros Vertix 2, desde 699 euros), mientras que Apple habla de hasta 36 horas. Cifra ésta del todo insuficiente para quienes planeen una escapada de varios días por el monte. Ni siquiera si atendemos al modo de bajo consumo que ampliará la autonomía hasta 60 horas, previo compromiso de la monitorización y el posicionamiento.

Con todo, la multinacional californiana habla del GPS dual (L1+L5) más preciso hasta la fecha, pensado para no dejarnos tirados por muchos rascacielos, montañas o árboles que nos rodeen. La fiabilidad siempre ha sido el santo grial de Apple y puede que con ello consigan marcar la diferencia, si es que aceptamos compromisos como un único botón programable (cuando Garmin y compañía implementan hasta tres), lo que obliga a mirar la pantalla del reloj más a menudo en situaciones en las que tal vez no podamos permitírnoslo. Como al usar aplicaciones específicas de watchOS 9 como el concienzudo ordenador de buceo.

Y es que mientras otros fabricantes han optado por relojes orientados a disciplinas concretas (el Garmin Descent Mk2 se dirige exclusivamente a buceadores), Apple pretende la máxima versatilidad, lo que se deja notar en unas correas diseñadas con ciertas actividades en mente. La caja de titanio y el cristal plano de zafiro son idóneos para evitar desperfectos en entornos rocosos; la certificación EN 11319 garantiza inmersiones de hasta 100 metros y la resistencia al polvo IP6X permite tórridas travesías por el desierto. No en vano, el Watch Ultra está preparado para aguantar altitudes, temperaturas y entornos extremos (desde -20 hasta 55 grados centígrados).

Queda meridiano entonces que sí, por muchas funciones clásicas del Apple Watch que preserve (electrocardiogramas, toma de temperatura, mediciones de oxígeno en sangre, seguimiento del sueño...), Ultra no es un producto de masas. Se sitúa en el tope de una gama muy concreta, pero no consigue imponerse por una autonomía aún mejorable. El tiempo dirá si la nueva aventura de Apple escala el Everest o se hunde en la más profunda fosa abisal.

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