'Sea of Thieves' o el desembarco de Xbox en PlayStation

Allá por 2018, 'Sea of Thieves' se convirtió en uno de mis títulos de cabecera: juntarme con mi compañero de fechorías y ver cómo la narrativa emergente del juego hacía lo suyo era pura diversión. Así como desenterrar tesoros, pelear contra esqueletos o navegar por un mar desconcertante, repleto de alianzas y traiciones. Es cierto que el contenido era justito por aquel entonces, pero había algo mágico en fijar una hoja de ruta con tus compañeros y darte cuenta, al acabar cada sesión, de que habíais tirado por derroteros completamente opuestos.

Recuerdo que llegamos a piratas legendarios: fardábamos de nuestras vestimentas y nuestros engalanados barcos aún sabiendo que daba igual si eras novato o un jugador experimentado (las balas y las espadas hacían el mismo daño). Ese equilibrio fue lo que encumbró al juego de RARE.

Luego llegaron más eventos, krakens, megalodones, misiones encadenadas con acertijos para encontrar nuevos tesoros y un sinfín de contenido que el estudio británico supo incluir con mimo. Tal así que Sea of Thieves colaboró con franquicias de terceros como 'Monkey Island' o 'Piratas del Caribe', lo que nos permitió enfundarnos el traje del mítico Jack Sparrow.

Como es lógico, los usuarios de las consolas de Sony se morían por vivir una experiencia así; algo que acaba de cumplirse gracias a la nueva estrategia multiplataforma de los de Redmond. Tan solo necesitan crearse una cuenta de Microsoft para empezar a jugar (o iniciar sesión con alguna preexistente, si es que ya surcaron los mares en Xbox o PC, lo que les permitirá exportar todos los ítems que se hubiesen agenciado hasta la fecha).

La pregunta en el aire, por consiguiente, es si tiene sentido embarcarse en Sea of Thieves tras 11 temporadas. Los recién llegados no tienen de qué preocuparse: cuentan con un tutorial en el que aprender lo básico antes de zarpar. Los veteranos, por su parte, tendrán ante sí el mismo juego que recordaban. En este sentido, podría haberse aprovechado la ocasión para incorporar nuevas mecánicas o contenidos, carencias que no han impedido que estemos ante la referencia más descargada de abril en la PlayStation Store europea (la tercera si nos remitimos al mercado americano).

Quizás lo mejor de la propuesta sea el juego cruzado entre plataformas: siempre vamos a encontrar gente con la que jugar y podemos invitar a nuestros amigos de Xbox o PC a golpe de botón. Las únicas diferencias las percibimos en cuanto a 'input', gracias a la compatibilidad con los gatillos adaptativos del mando DualSense.

Respecto al mundo abierto en sí, el juego sigue resultando estupendo. La sensación de navegar solo ante el peligro hace que muchas veces vayas con el estómago encogido (de ahí la importancia de cooperar con el resto de la tripulación) pero, si no tienes ganas de sorpresas, siempre puedes recurrir al modo 'Mares más seguros'. En éste no seremos molestados por otros jugadores, pero las recompensas menguan respecto a la modalidad 'Alta mar'.

A nivel técnico todo sigue luciendo espectacular: la deslumbrante paleta de colores y el diseño 'cartoon' vienen que ni pintados, permitiendo a su vez un gameplay fluido en cualquier circunstancia.

Sea of Thieves para PS5 ofrece, en definitiva, la misma experiencia vivida en Xbox y compatibles: un mundo abierto lleno de aventuras que garantiza horas de diversión a quienes casen con su narrativa emergente (de las mejores vistas en un videojuego). RARE no podía haber irrumpido mejor en la marca PlayStation.

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