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'Super Mario RPG': La fantasía final del fontanero

'Super Mario RPG': La fantasía final del fontanero

Crítica ·

El clásico llega a Europa traducido al castellano y con un buen lavado de cara

Viernes, 24 de noviembre 2023, 12:03

El lanzamiento de 'Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars' marcó un antes y un después allá por 1996. Resultó el último juego de Square (por entonces independiente) para una plataforma de Nintendo en más de una década, a raíz de las fricciones surgidas por el lanzamiento de 'Final Fantasy VII' en la primera PlayStation de Sony.

La incursión del fontanero en el género de los combates por turnos llegó únicamente a Estados Unidos y Japón, teniendo que esperar los europeos a la Consola Virtual de Wii para poder hincarle el diente. Con todo, siempre nos quedará la espinita de no haber disfrutado la aventura en su contexto, algo que también podríamos hacer extensible al remake que acaba de llegar al mercado.

Con 'Super Mario RPG' para Nintendo Switch, ArtePiazza (estudio al cargo de numerosas conversiones dentro de la serie Dragon Quest) ha querido mantenerse lo más fiel posible al original. La premisa y el desarrollo resultan así idénticos: el castillo de Bowser es 'ocupado' por el malévolo Fraguo y sus secuaces, lo que fuerza a Mario y su propia némesis a emprender un viaje en busca de siete estrellas mágicas. Todo con el objetivo de restaurar la paz y acompañados por la princesa Peach, un cumuloninmbo de identidad confusa (Mallow) y un muñeco de madera provisto de habilidades mágicas (Geno).

Que Bowser se pase al bando de los buenos o que Peach entre en acción son estampas que ya no sorprenden, pero en su momento supusieron todo un revulsivo para los cánones del Reino Champiñón. No en vano, Legend of the Seven Stars sentó las bases de franquicias como Mario & Luigi o la vigente Paper Mario. Por un lado con un guion cómico y metarreferencial, que pone a Mario y compañía en las situaciones más insospechadas. Por otro, con un sistema de combate a medio camino entre los selectores de opciones y el tiempo real: si pulsamos el botón de envite (o bloqueo) en el momento justo podemos incrementar el daño (o mitigarlo), lo que marca el transcurso de las refriegas.

Este remake atesora sin embargo algunos cambios de interés: los combos nos permiten potenciar cada envite y rellenan un medidor de 'técnica triple', por la que hasta tres personajes simultáneos pueden acometer movimientos especiales que afectan a todos los enemigos sobre el terreno. Igualmente se han incluido advertencias respecto a la fortaleza de los enemigos (los hay aleatorios bastante tozudos) o la imposibilidad de bloquear ciertos ataques. Todo en el contexto habitual de los juegos de rol: cada personaje sube de nivel y mejora sus estadísticas bien sumando victorias, bien pertrechándose con objetos o armaduras disponibles en las tiendas de cada ubicación.

Porque si algo caracteriza a Super Mario RPG es la variedad de su desarrollo: cada mundo que transitamos tiene una ambientación diametralmente opuesta e imaginativa. Pasamos del habitual complejo de tuberías subterráneas a explorar un barco pirata hundido, cuando no coronamos un volcán o transitamos un reino sobre las nubes. Estos emplazamientos, repletos de secretos y personajes secundarios con los que conversar, se interconectan con secciones lineales salpicadas de enemigos, quienes copan el grueso de las horas de juego (en una docena podemos alcanzar los títulos de crédito).

Imagen principal - 'Super Mario RPG': La fantasía final del fontanero
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Efectivamente hablamos de un juego breve para su género y bastante accesible: al diseñarse en su momento para los neófitos del rol y haberse adaptado a pies juntillas, puede saber a poco a determinado segmento de usuarios. Debe entenderse como un pedacito de historia de los videojuegos que ningún incondicional de Nintendo debería pasar por alto, con independencia de que sus sucesores espirituales (con 'La Puerta Milenaria' como culmen, si nos preguntáis) hayan supera por mucho los chascarrillos y planteamientos de combate aquí plasmados. Algunos gags, de hecho, han envejecido regular y aquellos jefes que optan por mecánicas diferenciales (incapacitar a los miembros del grupo, inhabilitar botones del mando...) tampoco sorprenden hoy día.

A la Square del 96 se le aplaude su inteligencia al integrar la mecánica de salto en el juego, con discretas secciones de plataformas que obligan a tirar de reflejos, pero al menos en este remake la vista isométrica dificulta saber en qué dirección estamos saltando. Esto podría frustrar a los menos duchos, como también los constantes recovecos de unos escenarios que impiden esquivar a los enemigos para obligarnos a combatir (algo fundamental si queremos enfrentar con garantías la sección final del juego). En cualquier caso, se ofrece un modo de dificultad 'relajado' a quienes no tengan ganas de calentarse la cabeza trazando estrategias.

La oferta de Super Mario RPG se completa con un sinfín de minijuegos: carreras a lomos de Yoshi, descensos en rápidos y hasta viajes en vagoneta al más puro estilo 'Donkey Kong Country'. No dejan de resultar pasatiempos anecdóticos, pero contribuyen a una aventura que nunca deja de sorprenderte; ajena a esos JRPG que se dilatan artificialmente durante centenares de horas.

En lo audiovisual, el juego muestra unos personajes diminutos y regordetes sobre unos escenarios tremendamente detallados, nítidos y coloridos. También una iluminación efectista, unas texturas de tremenda calidad y unas cinemáticas dignas de las mejores producciones animadas. Sí, se pierde parte de la magia inherente al pre-renderizado del original (hubiésemos agradecido una opción para alternar ambos estilos, como ocurre con la banda sonora), pero nadie puede negar que el título entra por los ojos. Y ya que hablamos de música, los arreglos de Yoko Shimomura a los temas originales (también de su cosecha) sientan como un guante. Esto no quita para que las piezas de las batallas lleguen a repetirse más que el ajo y puedan hacernos bajar el volumen en alguna que otra ocasión.

Que el conjunto llegue traducido con esmero al castellano (hasta la presente solo podía disfrutarse en inglés) viene a ser la guinda de otra exclusiva imperdible en Switch este 2023.

Super Mario RPG recupera un hito del ocio electrónico que, si bien ha sido ampliamente superado por las sucesivas entregas de Paper Mario (en cuanto a guión y mecánicas), merece ser practicado incluso por quienes no suelen gustar del género. Facilidades incluye para ello, así como un remozado visual delicioso.

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