'Princess Peach: Showtime!' convierte en heroína a la princesa del videojuego

'Princess Peach Showtime!' es la última exclusiva de Nintendo Switch, con lanzamiento previsto este viernes. Un título en el que la princesa de los videojuegos, eterna raptada por Bowser, toma el mando para demostrar su autosuficiencia y derribar clichés. Tal así que Mario no interpreta papel alguno en la aventura.

Insuflada del espíritu valeroso que le confirieron los guionistas de 'Super Mario Bros. La Película', la regente tiene por empresa salvar el Teatro Esplendor de la enésima panda de maleantes, para lo cual participará en diversas representaciones teatrales vestida a conveniencia: lo mismo se transformará en espadachina que en ninja, patinadora o sirena, haciendo gala de habilidades únicas para interactuar con los escenarios y dar para el pelo a los malos.

El resultado, según dejamos cuenta en nuestras primeras impresiones, es el de una aventura de aventuras; un gameplay variado repleto de minijuegos, saltos, envites e infinidad de sorpresas que abordaremos en la reseña propiamente dicha.

El madrileño Teatro Magno acogió la presentación en sociedad de lo próximo de Nintendo, a la que asistieron figuras tan reconocidas como la piloto Cristina Gutiérrez, la repostera Paula Babiano y el guionista Albert Espinosa.

Todos ellos comparten con Peach un momento de cambio vital que trastocó sus respectivos lugares en el mundo: si el personaje de Nintendo ha conseguido un papel de indiscutible protagonista tras años rozando la excusa, Gutiérrez pasó de odontóloga a convertirse en la segunda mujer de la historia en ganar el Rally Dakar (a comienzos de año): «El mundo del motor siempre había sido mi pasión pero vivir de ello me parecía imposible, por eso estudié odontología. Un buen día decidí que tenía que luchar por mi sueño y, aunque mi familia receló al principio, acabaron convirtiéndose en mi máximo apoyo. [...] Como Peach, fui superando fases y etapas, incluidos jefes finales, como la pérdida de patrocinadores al poco de empezar mi carrera como piloto, a raíz de la pandemia. Llegué a pensar en abandonar, pero entonces me llegó la propuesta irrechazable de participar en el Dakar. Tuve que pedir financiación y apostar el todo por el todo, pero me salió bien la jugada».

Otro 'enemigo' a batir por Gutiérrez fue la lesión que sufrió en 2021, cuando se rompió tres vértebras: «El proceso de recuperación física y mental fue muy duro. Casi me quedo paralítica y tuve que empezar de cero; no sabía si volvería a competir al mismo nivel o si podría hacerlo siquiera. Ahí aprendí que de todo lo malo puedes sacar algo positivo, cómo la desconfianza puede destruirte emocionalmente y que las palabras de los demás tienen un poder tremendo para terminar de auparte o hundirte. Nunca dejéis que nadie os diga que no sois capaces».

Ese mensaje, el de que todo se puede, parece centrar la premisa de un título como Princess Peach Showtime!, cuyo personaje también ejerce de repostera. En representación del gremio, Paula Babiano aportó igualmente su experiencia: «Estudié derecho e hice un máster en bolsa, pero siempre me ha gustado la repostería. Trabajaba en uno de los despachos más renombrados, pero eso no me impidió luchar por lo que quería. Un buen día, ante un previsible cambio de departamento, hablé con mi superior y le dije que mi camino era otro. Rechacé una jugosa contraoferta y me enfrente a dificultades económicas por lanzarme a una aventura que ni mi propia familia entendía. ¡Hasta llegué a pedirle un préstamo a mi ex! -risas-».

El particular jefe final de Babiano fue la irrupción de la COVID-19, explicó: «Nos devolvían pedidos y dejamos de recibirlos. Fue entonces cuando nos reinventamos y empezamos a mandar tartas al vacío por toda España, lo que nos llevó a montar una tienda online. Al final, saber diferenciarte atrae a la gente; no hay mejor regalo que el ver las publicaciones de mis clientes en Instagram, sonrientes frente a las tartas que coronan sus celebraciones familiares».

Especialmente sobrecogedor fue el testimonio de Albert Espinosa, al que muchos reconocerán por su labor de guionista en la ficción 'Pulseras Rojas' (adaptada a posteriori por el propio Steven Spielberg). Su antes y después se produjo, precisamente, al diagnosticarle un cáncer con 14 años: «Con 11 años era jugador en los alevines del Barça, pero la enfermedad me hizo dejarlo todo. Perdí varios órganos durante la década que pasé luchando en un hospital, pero gané muchas otras cosas. Nunca hubiese imaginado que acabaría inmerso en el mundo de la interpretación, creando una serie en la que contar mi historia y vendiendo millones de libros».

Espinosa sorprendió al auditorio relatando cómo optó por el humor ante la experiencia traumática de perder una pierna: «Le hice una fiesta de despedida. Soy el único que puede decir que tiene un pie en el cementerio y que siempre se despierta con el derecho -risas-. [...] Enfrenté a mi gran jefe final con 16 años, cuando me diagnosticaron un cáncer de hígado con nulas posibilidades de curación. Aún así lo vencí y nunca más volví a un hospital. Personajes como Peach nos enseñan la importancia del espíritu de superación y que si crees en tus sueños, se crearán. El creer y el crear están a una letra de distancia. A fin de cuentas, lo vivido me enseñó a ser feliz y a estar agradecido por todo. Ya no veo nada imposible en esta vida».

La última carcajada del respetable llegó con la enésima anécdota hospitalaria de Espinosa, relacionada precisamente con Mario Bros.: «Me turnaba la consola con mis compañeros de planta y quien obtenía la mejor puntuación decidía la comida del resto. Así conseguí hartarme a flanes».

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