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Jorge Garmendia
Lunes, 27 de marzo 2023, 09:40
Si estás leyendo este artículo, casi con total probabilidad, habrás oído hablar alguna vez de clásicos como 'Theme Park', 'DinoPark Tycoon' o 'RollerCoaster Tycoon'. Todos ellos nombres propios de lo que conocemos como género 'tycoon'.
Los tycoon son juegos de simulación de economía y gestión de recursos cuyo objetivo es darnos la oportunidad de emprender virtualmente una carrera como magnates, empresarios, líderes políticos o gestores de cualquier tipo, en la que el límite lo pone tan sólo nuestra propia ambición. Desde sus inicios en la década de los noventa el género se ha popularizado enormemente y ha evolucionado hasta cotas inimaginables en términos de profundidad y posibilidades, así como en opciones temáticas.
Los hay para toda clase de públicos. Desde los que nos permiten dirigir un hospital o un campus universitario como 'Two Point Hospital' y 'Two Point Campus' respectivamente, hasta los que nos ponen a las riendas de un zoológico o un parque de atracciones si somos amantes de las emociones fuertes, como 'Planet Zoo' o 'Planet Coaster'. Y si te atreves con algo más complejo, ¿por qué no crear una completa red ferroviaria con 'Railway Empire' o convertirte en un dictador de una república bananera en el Caribe con la saga 'Trópico'?
Cualquier desafío que puedas imaginar parece posible, pero no todo estaba inventado en este sentido. Por eso, Abylight Studios (el equipo español que cuenta en su catálogo con joyas como 'Hyper Light Drifter' o 'Maldita Castilla'), nos sorprendía a primeros de este mes de marzo con el lanzamiento de 'One Military Camp'. Una vuelta de tuerca narrativa que introduce una ambientación hasta ahora desconocida en la categoría: la gestión de un campamento militar.
One Military Camp nos propone el reto de devolver a la gloria una antigua base militar situada en el único territorio de la región que no ha sido conquistado aún por el terrible y despiadado maníaco Dragan. Así, deberemos planificar, construir y mejorar al completo el campamento militar con el fin de reclutar y entrenar las tropas que lograrán hacer frente a la temible amenaza.
En la campaña, el sargento Hawkings es el encargado de ponernos en contexto y guiarnos por un tutorial en el que conoceremos las características y mecánicas del juego mientras derribamos algunos edificios y comenzamos a dar forma al área principal, dotándola de infraestructuras, energía y recursos.
Poco a poco iremos ampliando nuestras instalaciones con nuevas estructuras, tanto internas como de defensa y mejorando las ya existentes con investigaciones científicas. Siempre atendiendo a la economía, la logística y los recursos disponibles, factores vitales en el desarrollo de la aventura.
Pero en One Military Camp los recursos humanos son igual de importantes. El propósito principal del título es reconquistar los territorios controlados por el enemigo y para ello, como es obvio, será necesario reclutar y entrenar a nuestras tropas.
Avanzamos mediante un sistema de misiones y recompensas en el que el resultado de las mismas depende de los reclutas que enviemos a cada escaramuza, de su especialización y del estado de ánimo y la motivación con la que cuenten. Porque antes de ser enviados al frente los combatientes serán instruidos en diversas disciplinas en función de sus atributos y, si seleccionamos bien qué tareas encomendamos a cada especialista, nuestras probabilidades de victoria aumentarán considerablemente.
De igual forma, el bienestar tanto de la población civil como de los soldados serán determinantes. Para preparar a los cadetes el juego nos permite crear rutinas y horarios de tareas y de descanso para cada uno. Es importante no descuidar esto último, por ejemplo, colocando las diferentes edificaciones de manera estratégica puesto que si las áreas de descanso están en zonas de ruido o ajetreo los soldados sufrirán física y mentalmente, lo que repercutirá tanto en su éxito futuro en las misiones como en la productividad del campamento.
Además de la campaña, One Military Camp incorpora un modo libre en el que jugar partidas personalizadas, escogiendo aspectos como los biomas del mapa, algunos objetivos o las condiciones iniciales.
Centrándonos estrictamente en su jugabilidad, Abylight Studios nos plantea un título muy continuista, que no innova en prácticamente nada y que se limita a aunar unas cuantas mecánicas ya conocidas en el género. Sin embargo, lo hace realmente bien ya que, sin exigirle una complejidad extrema y entendiendo que no se trata de un título de alto presupuesto, One Military Camp tiene lo que tiene que tener para ser entretenido a la vez que desafiante.
Otro gran valor de One Military Camp es su puesta en escena, donde las claves son el detalle y el sentido del humor. Un enfoque acertadísimo para hacer divertida y absurda una temática tan delicada como es la guerra. Se aprecia a simple vista en su aspecto visual desenfadado, con un elaborado dibujo de estilo cartoon; en los diálogos plagados de chistes y referencias al cine bélico y en una banda sonora que parodia con gracia las típicas melodías militares. Además, el juego nos da la posibilidad de hacer zoom y acercarnos a la acción para sumergirnos en los acontecimientos cotidianos del campamento y disfrutar de las simpáticas animaciones de los reclutas, que interaccionan con el entorno en sus quehaceres diarios.
One Military Camp es un videojuego de gestión de recursos que recopila las mecánicas más comunes del género de los tycoon desde una original y desvergonzada perspectiva de la temática militar. Una propuesta muy recomendable que se ha ganado los galones gracias a su novedosa ambientación, su cómico estilo audiovisual y la cuidada atención al humor y a los detalles.
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