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'Monster Jam Showdown': Desenfreno sobre ruedas

'Monster Jam Showdown': Desenfreno sobre ruedas

Crítica ·

Lo nuevo de Milestone llega este jueves a todas las plataformas

Marc Fernández

Lunes, 26 de agosto 2024, 10:33

La desarrolladora Milestone es ya un referente de los juegos de carreras. Tras años despuntando en el género de la simulación con 'MotoGP' o 'Ride', ha ido haciendo sus pinitos en un formato mucho más arcade ('Hot Wheels Unleashed', 'Monster Energy Supercross'...), lo que nos lleva a este 'Monster Jam Showdown'.

Showdown es un juego de velocidad todoterreno frenético y con numerosos modos de juego. Para los fans del motor, la compañía se basa en la licencia Monster Jam, por lo que tendremos acceso a toda una gama de monster trucks de marca reales que poder conducir ('El Toro Loco', 'Grave Digger', 'Zombie', 'Pirate's Curse'...). A costa, eso sí, de un deseable modo de personalización. El diseño de los camiones es uno de los puntos fuertes del título: cuentan con un gran nivel de detalle y lucen, sobre todo, una vez entran en carrera.

Quienes estén acostumbrados a la suavidad y precisión del control en simuladores se toparán aquí con algo totalmente diferente. Al ser vehículos con muy poca carga aerodinámica, el control por la pista de los camiones se torna obtuso: da la sensación de que estamos deslizándonos constantemente por la tierra para evitar chocarnos con los demás bólidos y obstáculos. Para más inri, la opción de controlar las ruedas traseras añade una capa extra de dificultad a la hora de dominar las curvas cerradas; esto, sumado al giro normal y al derrape con freno de mano, hace que los trazados más complejos se vuelvan infernales. Sin duda es un juego que requiere de un período de adaptación algo mayor que otros títulos arcade; nada que ver, por ejemplo, con la fluidez y animada barrera de entrada de los 'Need for Speed' o los 'Burnout'.

No solo se vive de carreras al raso en este tipo de juegos, así que toca aprender a manejarse por vía aérea: los Monster Truck están para dar saltos y volteretas sobre rampas empinadas. De ahí que Monster Jam aplique un sistema de trucos para sumar puntuación, como si de un 'Tony Hawk's' se tratase. Bajo el uso de los dos analógicos, tanto el izquierdo como el derecho, se nos permite hacer girar a nuestro coche por el aire (cual trompo) tras un buen salto. Controlar bien las piruetas nos llevará un buen rato en el modo entrenamiento, sobre todo a los menos duchos en estos lares. Otra barrera de inicio con la que nos toparemos será el sistema de colisiones entre coches: aquí no lidiamos con repentinas explosiones y recuperaciones como ocurría en los 'MotorStorm', sino que tocará enfrentarnos a las gigantescas ruedas de nuestros adversarios. La conducción, sobre todo al inicio de la carrera y durante al menos la primera vuelta, será verdaderamente incómoda a los mandos.

Milestone también ofrece aquí una buena variedad de biomas por recorrer: la zona montañosa de Colorado, cargada de pistas de tierra y peligrosas curvas; Death Valley, de un clima más árido con circuitos plagados de obstáculos; o Alaska, donde priman las trazadas bajo hielo. Las localizaciones resultan muy diferentes entre sí, pero al final la conducción no varía gran cosa entre ellas y las mecánicas se mantienen independientemente del terreno sobre el que se ejecuten.

Como decíamos, Monster Jam cuenta con una decena de modos de juego diferentes. Entre éstos variaciones de los circuitos tradicionales y pistas de saltos donde hacer aún más el cabra. La idea es que la variedad resulte suficiente como para no caer en la monotonía. Igualmente, al completar una carrera se abren múltiples opciones para elegir entre las distintas regiones.

Monster Jam Showdown proporciona, en definitiva, decenas de horas de juego a aquellos locos del motor que quieran un título veraniego con el que desestresarse. Si eres un fan del arcade, échale una ojeada (si no lo eres, dudo que te haga cambiar de opinión).

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