El lanzamiento de Fortnite para Nintendo Switch ha reavivado el resquemor de los usuarios contra Sony. La multinacional japonesa no es partidaria de habilitar el juego en línea cruzado con otras plataformas, esto es, permitir que todos los usuarios de un título jueguen juntos, sin importar la consola que tengan conectada al televisor.
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Por su parte, Sony se defiende aludiendo al juego cruzado de Fortnite para PS4 con PC, Mac, iOS y Android; también a la protección de los más pequeños bajo el ecosistema PlayStation, en lo que a Minecraft respecta: «Exponer a los niños a influencias externas sobre las que no tenemos control sería algo irresponsable por nuestra parte», explicó a Eurogamer el responsable de marketing Jim Ryan.
El simulador de construcción y Rocket League fueron, de hecho, los primeros títulos en suscitar la polémica. Ninguno resulta compatible con las versiones para Xbox One y Nintendo Switch en sus modalidad online, pese a las solicitudes de las propias editoras.
A fin de cuentas, Sony pretende que los usuarios de su plataforma inviertan en microtransacciones a través de PlayStation Store y no de otras tiendas digitales. Actitud difícilmente comprensible cuando PlayStation 4 domina ampliamente el mercado, con 80 millones de máquinas despachadas en todo el mundo.
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