'Kirby's Return to DreamLand Deluxe' pone colorete al glotón rosa

'Kirby's Return to DreamLand Deluxe' es la remasterización del que por estos lares se conoció como 'Kirby's Adventure Wii', lanzado para la exitosa sobremesa de Nintendo en los últimos compases de 2011. Llega semanas después de la irrupción (digital) de 'Metroid Prime Remastered', lo que para muchos evidencia cierta carestía de novedades por parte de los de Kioto.

La buena nueva es que estos lavados de cara no han resultado en balde. La aventura subjetiva de Samus es ya uno de los títulos mejor valorados del año, gracias mayormente a un control bien adaptado y a un apartado gráfico que consigue poner al límite las capacidades de la plataforma híbrida.

Return to DreamLand Deluxe también entra por los ojos. Pese a lo que pudo parecer en los primeros vídeos, Hal Laboratory no se ha limitado a siluetear a sus protagonistas (al más puro estilo cel-shading). Desde el rediseño de DeDeDe hasta unos escenarios repletos de detalle, no hay apartado del título que no haya pasado por chapa y pintura. Es más, el gameplay se antoja mucho más fluido y el sistema de control se ha refinado al desecharse la simpleza del WiiMote.

La aventura en sí sigue siendo la misma que recordamos: un misterioso viajero estrella su nave en Popstar y debemos ayudarle a repararla. Para ello transitamos 8 mundos temáticos salpicados de enemigos y un sinfín de habilidades (dos de ellas nuevas). La mecánica diferencial son las 'súper habilidades', capaces de arrasar con todo durante unos segundos, pero a la postre se antojan más efectistas que otra cosa. Y es que no estamos ante la aventura más inspirada del simpático glotón rosa: el diseño de niveles está lejos del clímax 2D que supuso 'Kirby y el Laberinto de los Espejos', sintetizándose los recorridos en huidas hacia adelante carentes de dificultad.

Esto último atañe también a los jefes finales y de mitad de nivel. Los primeros se muestran poco inspirados en sus rutinas y los segundos se repiten más que el ajo. La gracia del conjunto sigue residiendo más bien en completarlo al 100%, agenciándonos sus múltiples coleccionables (engranajes supeditados a rompecabezas ligeros, máscaras...) e invirtiendo un buen puñado de horas en el camino. Buena parte de culpa la tiene 'Maglolandia Fantasía', área inédita que aglutina una decena de minijuegos multijugador. Todos ellos resultan la mar de divertidos y justifican un centenar de misiones más o menos desafiantes. Adicionalmente, al visitar el astrovelero del modo historia podremos participar en retos agrupados por habilidades (espadachín, arena, látigo...).

Al terminar la campaña nos esperan otros menesteres como una segunda vuelta, un 'Coliseo' de jefes y un epílogo completamente nuevo: 'Maglor: El viaje interdimensional'. Aquí las fases combinan elementos del beat'em up y el RPG: derrotando a los enemigos obtenemos puntos de magia que podemos usar para mejorar las técnicas del protagonista, quien acaba de perder sus poderes. A mejores combos, más puntos y más rápido el progreso en este agradecido extra.

El juego cooperativo (principal reclamo de la versión original) es posible tanto en la historia principal como en el epílogo, aunque no convencerá a todo el mundo. La sensación de que es Kirby quien 'tira' del resto del grupo resulta demasiado pronunciada, por lo que quizás sean padres e hijos quienes mayor provecho saquen a esta funcionalidad. Máxime considerando la facilidad con la que podemos entrar y salir de la partida en curso.

Colegimos Return to DreamLand Deluxe como una remasterización sobresaliente y repleta de contenido... por mucho que Kirby haya protagonizado mejores aventuras bidimensionales. Lo demuestra el buen desempeño en multijugador de sus minijuegos, por encima de un modo historia cuyo diseño de niveles podría haberse retocado. Sea como fuere, los incondicionales del personaje recibirán justo lo que buscan: horas de diversión a base de copiar habilidades.

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