La extinción de la Electronic Entertainment Expo (y en general, de los grandes eventos sobre videojuegos alrededor del globo) convirtió a la Gamescom de Colonia en la feria por antonomasia.
Este año, la cita volvió a estar precedida por una retransmisión de dos horas, a manos del polifacético Geoff Keighley y bajo la coletilla de Opening Night Live: los principales activos de la industria participaron en este totum revolutum, desesperados por colarse en los titulares de las principales cabeceras especializadas.
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No puede negarse que la conferencia tuvo ritmo (llegándose al tráiler por minuto en determinados segmentos), pero precisamente por esto muchos títulos terminaron pasando desapercibidos. Especialmente los de corte modesto, como 'Lynked: Banner of the Spark', 'Cairn', 'Begone Beast', 'Mecha BREAK', 'Reanimal', 'King of Meat'...
Por supuesto, las grandes franquicias también estuvieron presentes, aunque buena parte de las iteraciones resultaban conocidas: 'Call of Duty: Black Ops 6', 'Dragon Ball: Sparking Zero', 'Sid Meier's Civilization VII', 'Batman Arkham Shadow', 'Dune Awakening', 'Monster Hunter Wilds', 'Kingdom Come Deliverance 2', las próximas expansiones de 'Starifeld' y 'Diablo IV' e incluso el prometedor 'Indiana Jones y el Gran Círculo', que destapó su fecha de lanzamiento en Xbox y compatibles (9 de diciembre). Al tiempo, Bethesda confirmó lo que ya era un secreto a voces: la aventura de acción subjetiva llegará a PlayStation 5 durante la próxima primavera, lo que vuelve a poner en entredicho la estrategia de Microsoft para con su catálogo exclusivo.
Polémicas a un lado, esta ONL careció de las grandes sorpresas que algunos esperaban. Salvo por dos excepciones. Sí, llamaron la atención ese Dying Light 2.5 ('The Beast'), la dupla de Supermassive Games ('Directive 8020', 'Little Nightmares 3'), lo nuevo de Peter Molyneux ('Masters of Albion') o el enésimo intento de Netflix por hacerse hueco en el gaming (con 'Monument Valley 3', que seguramente caiga en la misma tierra de nadie que 'Valiant Hearts: Coming Home'), pero solo 'Borderlands 4' y la precuela de Mafia ('The Old Country') consiguieron levantar al público de sus asientos.
En resumidas cuentas, Keighley haría bien en agradecer su participación a Take-Two Interactive, ese gigante de los huevos de oro capaz de sostener sus cuentas de toda una década con las sucesivas versiones de 'GTA V'.
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