'Forza Motorsport': renace el simulador con mayúsculas

La saga Forza se acerca a las dos décadas: su primera entrega se lanzó en mayo de 2005, aunque no sería hasta la segunda edición (allá por 2007 y ya en Xbox 360) cuando gracias a un amigo me puse a los mandos de esta franquicia. El flechazo fue instantáneo; un juego de coches de corte simulador (al menos todo lo simulador que podía ser por entonces) con mejoras mecánicas y carrocería personalizable.

Gracias al apartado multijugador y al tiempo de ocio del que disponía en aquella época, los piques contra amigos hasta altas horas de la madrugada se sucedían día sí, día también. El hecho de que ese recuerdo perdure me hace jugar a cada nueva entrega; unas veces con mayor disfrute y otras algo decepcionado por la falta de innovaciones.

Así llegamos a 2023, a pocas horas de que llegue al mercado la octava iteración (que por cuestiones de marketing se llamará simple y llanamente 'Forza Motorsport'). Turn10 Studios ambiciona así un juego como servicio, pensado para recibir contenido y actualizaciones al menos durante la presente generación. En definitiva, hablamos del nuevo referente de Microsoft en el género de la velocidad.

Para empezar, el juego se ha rediseñado prácticamente desde cero: lo que también atañe a un garaje de más de 500 vehículos con físicas mejoradas, una nueva gestión de los neumáticos y el combustible en carrera; y un ciclo de día y noche con climatología dinámica que impacta sobre el rendimiento en pista.

En el plano técnico, gracias a la potencia que brinda la nueva generación de consolas, el hiperrealismo toma el mando. Incluso en los detalles más secundarios, como la hierba o las nubes, que se ven mejoradas por medio de la fotogrametría y el escaneado 3D. También está presente el cacareado trazado de rayos, arrojando unos reflejos de impresión tanto en la carrocería como en los cristales de los bólidos.

Además, los desarrolladores nos brindan tres modos de visualización: el primero ofrece resolución 4K y 60 frames por segundo, mientras que los dos restantes apuestan por el ray-tracing a costa de elegir entre una resolución variable o unos insuficientes 30 frames por segundo.

Una de las cosas que más me ha sorprendido del nuevo Motorsport es sin duda su accesibilidad. Los más puristas querrán jugar atados al realismo, pero otro buen puñado de usuarios preferirán una experiencia más sosegada (sin necesidad de optar por las sensaciones de un título 'arcade'). A estos últimos les vendrán de perlas las múltiples ayudas de conducción disponibles. De hecho, en su afán por no dejar a ningún usuario fuera, Turn10 ha incluido hasta opciones de soporte para personas invidentes.

¿Pero qué ofrece Forza Motorsport en cuanto a modalidades? Más allá de la 'Carrera rápida' y el 'Contrarreloj', encontramos un modo 'Historia' (por llamarlo de algún modo, ya que carece completamente de ella) que alberga una suerte de eventos precedidos por varias vueltas de práctica. Los tiempos de éstas no computan en las carreras propiamente dichas, ya que podemos colocarnos en el puesto de parrilla que queramos: cuanto más retrasados salgamos, más créditos obtendremos si conseguimos alcanzar el puesto que se nos indique.

Al completar estos eventos, tanto en práctica como en carrera, ganaremos también puntos de experiencia que subirán nuestro nivel con un vehículo concreto. Puntos con los que a posteriori desbloquearemos nuevas piezas y mejoras (en efecto, en esta ocasión no tienen un coste en créditos). Aunque podemos seleccionar en qué invertir esos puntos, los menos hábiles disponen de un modo automático: el juego decide por nosotros en pos de la configuración óptima. Por si fuera poco, los puntos pueden redistribuirse a placer: si no te convence algún aspecto del coche, siempre puedes suprimir una mejora, recuperar lo invertido y probar otra cosa.

Claro está, también podemos personalizar la estética del utilitario: desde la pintura hasta los alerones, pasando por el parachoques o los faldones. Todo rematado con vinilos propietarios que compartir con la comunidad.

Otra seña de identidad de la saga son los Dirvatares, también rediseñados por completo para la ocasión. Cuando corramos contra la CPU, el grueso de nuestros rivales serán IAs basadas en la conducción de nuestra lista de amigos, aunque éstas irán aprendiendo con cada carrera para pulir sus fallos, conducir cada vez mejor y tomar las curvas de forma mucho más realista.

Por su parte, los neumáticos varían su comportamiento a lo largo de cada carrera, afectados por la lluvia o las altas temperaturas. A partir de ahora será importante elegir correctamente el compuesto (blando, duro o intermedio) en el momento justo, lo que puede marcar la diferencia entre ganar varios segundos por vuelta o sufrir una salida de pista.

Esto último cobra vital importancia en los variopintos eventos del mentado modo historia ('Builder's Cup'), que deben desbloquearse uno por uno. Desgraciadamente no podemos elegir qué evento correr hasta que no lo hayamos desbloqueado y muchas veces te encuentras con que para disputar uno concreto debes completar dos o tres previos. Es algo que no me ha convencido, dado que 'obligas' a zanjar pruebas con vehículos con los que posiblemente no tengas ningún 'feeling'.

Sí apunta maneras la vertiente multijugador, donde dejarán su grueso de horas quienes busquen competir por los mejores tiempos. Para arrancar, lo primero es completar al menos tres eventos en la serie clasificatoria para que el sistema nos asigne dos valores muy importantes a partir de ahora: por un lado la puntuación de seguridad (de la 'E' a la 'S'), que mide el grado en que cumplimos el reglamento, evitamos colisiones o atajamos las curvas. Por otro, la puntuación de habilidad (de 1.000 a 5.000) que evalúa nuestra pericia al volante en eventos multijugador. Ambas calificaciones sirven para emparejarnos con corredores que tengan valores parecidos: a mejores valores, gente más limpia y hábil al volante.

Lo que hemos probado del multijugador ha sido muy correcto: a pesar de que el juego aún no está disponible, hemos encontrado bastante gente en las salas y cero problemas de latencia tanto en los eventos específicos como en los temporales. Estos últimos piden manejar un coche concreto, el cual se nos ofrece a precio reducido mientras se encuentren activos (un gran aliciente para ahorrar créditos).

Forza Motorsport se completa con un modo foto y un editor de repeticiones, ideales para compartir nuestras hazañas con la comunidad.

Al plantearse como un juego a largo plazo, es lógico encontrar algo escasa la oferta inicial de Forza Motorsport, pero entendemos que con el paso de los meses los chicos de Turn10 irán agregando contenido tanto para un jugador como para su online. Sea como fuere, estamos ante la nueva avanzadilla del género en cuanto a técnica y simulación; una refundación de la serie que convencerá a cualquier amante del motor, tanto en PC como en Xbox Series.

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