'Final Fantasy XVI': ¿candidato a juego del año?

'Final Fantasy XVI' está hecho de otra pasta, y lo demuestra desde el principio. La demo que hemos jugado alberga las primeras horas del juego, contando con un prólogo en que el protagonista, Clive, es un adolescente que debe curtirse como guerrero. Así hasta 13 años después, cuando se antoja un personaje maduro y preparado (aunque con ciertos lastres del pasado por resolver). Obviamente, en el transcurso de estas primeras horas se congregan muchas cinemáticas que sirven para presentarnos la narrativa en torno a la que gira Final Fantasy XVI. No obstante, no penséis que esto se hace pesado.

El ritmo ha sido trepidante. No he podido evitar percibir reminiscencias de 'Juego de Tronos' por la intensidad que desprenden los diálogos: trasladan perfectamente el tipo de relación que existe entre los personajes y las razones que los mueven (políticas, territoriales, familiares...). Temas como la lealtad, el honor, el deber o la traición aparecen en los primeros compases del juego y sirven de antesala a una historia que se presenta más seria y adulta que nunca en la saga. Incluso dura en ciertos aspectos. Un giro de tuerca por parte de Square Enix que nos aleja de personajes cómicos y despreocupados y que sienta de maravilla a esta nueva entrega.

En cuanto a los combates, he podido experimentar el nuevo sistema action-RPG en una fase inicial del juego y posteriormente en otra misión independiente (frente a un jefe espectacular). Contrastando ambos segmentos se intuye una profundidad notable a lo largo de unos enfrentamientos naturales y fluidos. Otro punto a favor es el control del propio Clive, de lo más intuitivo.

En FF XVI podremos realizar y encadenar ataques en tiempo real tanto desde el suelo como en el aire; incluso combinarlos mediante envites ígneos a distancia, usando un dash especial para acercarnos. Además, los enemigos cuentan con una barra de equilibrio (sita justo debajo de la de salud) que se reduce conforme reciben nuestros golpes y que nos conviene tener en cuenta para aturdirlos. Sólo entonces quedarán expuestos y recibirán un daño considerable. Quizás pueda sonar tedioso, pero es algo que aprovecharemos prácticamente sin darnos cuenta.

En el plano defensivo, podremos hacer uso tanto de la esquiva como del parry, con una interesante recompensa en caso de lograr un buen timing. Esquivando en el momento justo podremos contraatacar de manera efectiva, de la misma forma que un parry certero dejará expuesto al enemigo y reducirá su barra de equilibrio.

Teniendo en cuenta que la versión del juego que he probado no es la definitiva, lo que me genera más dudas es la dificultad. Quiero pensar que la demostración contaba con un nivel asequible para que la prensa pudiera completarla sin muchas trabas. Aún combatiendo contra jefes finales, el daño recibido no fue muy alto y pude tener controlada la batalla en todo momento. Todo ello teniendo en cuenta que no equipamos ninguno de los accesorios que estarán disponibles para facilitar la experiencia. Porque recordemos que en FF XVI no habrá distintos grados de dificultad como tal: existirá uno solo y podremos facilitarnos el trayecto tirando de ítems.

Donde no habrá peros que valgan será en lo audiovisual: el juego es todo un espectáculo y te permite elegir entre dos modos de calidad gráfica, como viene siendo habitual. Personalmente me decanté por el modo rendimiento, ya que considero que la fluidez que nos proporciona es indispensable y se echa en falta a poco tiempo que empleemos el modo calidad. Sea como fuere, la detallada ambientación de los escenarios (acompasada por una banda sonora magistral) conseguirá atraparos sin remedio.

Las voces en castellano hubiesen puesto la guinda: tanto el doblaje al inglés como el subtitulado al castellano están bien realizados, pero no podemos obviar que disfrutar de un juego tan marcadamente narrativo en nuestra lengua hubiese sido un plus. Una decisión extraña la de Square Enix teniendo en cuenta que hablamos de su franquicia estrella.

Salvo sorpresa, Final Fantasy XVI aterrizará este 22 de junio con la pretensión de recuperar la esencia de las mejores entregas de la saga y la clara intención de estar entre los mejores de 2023. De hecho, el propio Naoki Yoshida (productor del videojuego) nos recomendó – en tono de broma – que disfrutásemos de 'Tears of the Kingdom' pero que no nos excediésemos con él: «Poco después llega FFX VI y tenéis que estar preparados».

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