Despejamos la incógnita de 'Everybody 1-2 Switch!'

La secuela de '1-2 Switch' llega a las tiendas este viernes tras años en los mentideros. Media comunidad de análisis aseguraba que Nintendo la tenía en un cajón, desconfiada de su rendimiento comercial. ¿Pasó ya la fiebre por los party games? No parece el caso, teniendo en cuenta que títulos como 'Nintendo Switch Sports' (pensados para disfrutarse en familia) llevan meses ocupando el top ten de las ventas españolas.

Las malas lenguas espetaron más bien que 'Everybody 1-2 Switch!' no cumplía con los estándares de calidad de la multinacional japonesa. Para intentar descubrirlo acudimos ayer a las oficinas de Nintendo España, donde pudimos probar el juego durante una hora. Sin entrar a valorar en profundidad (habrá tiempo en la crítica propiamente dicha), Everybody 1-2 Switch! traslada la esencia de su predecesor al contexto de las partidas multitudinarias. No en vano pueden jugar hasta 8 amigos simultáneos si tiramos de Joy-Con y un centenar si utilizamos teléfonos móviles.

La propuesta se fundamenta en una selección de 17 minijuegos, si bien la mayoría cuentan con variantes supeditadas al nivel de dificultad. Esto eleva el cómputo de pruebas a más de 40, que podremos jugar en rondas por equipos o de forma independiente. La diversión está garantizada por una sencilla razón: las premisas aluden a los juegos de nuestra infancia, por lo que hablamos de un título ideal para usuarios de todas las edades.

Nuestra sesión comenzó con una partida al mítico 'escondite inglés': con un Joy-Con entre manos, debíamos movernos en el sitio para avanzar cuando el personaje en pantalla nos diese la espalda... y parar inmediatamente si dejaba de contar. Las carcajada brotaron tan pronto nos dimos cuenta de que los sensores por movimiento no perdonaban una: el mínimo temblor te devolvía a la casilla de salida, por lo que muchos optamos por contener la respiración (casi como si estuviésemos protagonizando cierto capítulo de 'El Juego del Calamar').

También hubo tiempo para jugar a una variante de las sillas musicales, donde el último en agacharse al dejar de sonar la música era eliminado. Incluso participamos en un concurso de sentadillas basado en los reflejos: solo debíamos acometerlas cuando los narradores entonasen una orden concreta, lo que no era fácil por su empeño en despistarnos.

De los minijuegos controlados exclusivamente con un teléfono móvil, nos llamó la atención el que nos pide fotografiar colores a nuestro alrededor. Resultaba curioso (cuanto menos) ver a 8 personas recorriendo la habitación smartphone en ristre, en busca de la tonalidad que les hiciese ganar más puntos.

Otras opciones prometedoras que no pudimos probar fueron una partida de bingo y un trivial con preguntas personalizables. Así, nada nos impide interrogar a nuestros amigos sobre algunos de los momentos más embarazosos del grupo (mucho más divertido que contestar cuándo se descubrió América, dónde va a parar).

Como vemos, Everybody 1-2 Switch! apuesta por la interacción entre los usuarios sin pedirles que presten excesiva atención al televisor, de ahí que por momentos no parezca que estamos inmersos en un videojuego. Sea como fuere, logra su propósito de animar cualquier fiesta de salón.

• Temas
• Videojuegos
• Nintendo
• Nintendo Switch