¿Convence 'God of War Ragnarök' en PC?

Tras desembarcar en PlayStation 4 y PlayStation 5 hace dos años, 'God of War Ragnarök' llega a compatibles vía Steam y Epic Games Store. Una vez más, seguiremos las aventuras de Kratos y su hijo Atreus en lo que supone una continuación directa del título de 2018.

Quienes no disfrutasen del original harían bien en completarlo antes de encarar esta secuela pues, si bien Ragnarök incluye un resumen de lo acontecido, éste pasa muy de puntillas por la historia y sus personajes.

No vamos a entrar en detalles respecto a las mecánicas o el estilo del juego (para eso os emplazamos a nuestra crítica primigenia), pero sí repasaremos las novedades de esta conversión, muchas de las cuales llegarán también a consola mediante una actualización.

Las más relevantes quizás sean la resolución 4K y la opción de desbloquear la tasa de frames por segundo, aunque también se incluyen mejoras en iluminación, sombreados y reflejos. Todo ello regado por la compatibilidad con las distintas tecnologías de reescalado por IA: DLSS (Nvidia), Super Resolution (AMD) y Super Samping (Intel).

Ragnarök abraza además la compatibilidad con un buen número de mandos: podremos disfrutar de la respuesta háptica y los gatillos adaptativos del DualSense, por supuesto, aunque para ello estaremos obligados a conectarlo por cable (incomprensiblemente, tales funciones se desactivan al tirar de Bluetooth).

Como no podía ser de otra forma, el lanzamiento incluye todo el contenido disponible hasta la fecha para la versión de PlayStation: el modo 'Nueva partida +' y 'Valhalla', una suerte de expansión inspirada en el género roguelite. Degustarlos implica (como ya ocurrió en 'Helldivers 2') vincular nuestra cuenta de PSN a la plataforma digital de turno, lo que ha despertado críticas entre algunos usuarios: ya que el requisito parece haber llegado para quedarse, qué mínimo que implementar la continuidad de partidas entre versiones.

Otra novedad de God of War Ragnarök en PC es la posibilidad de reducir el número de pistas que se nos ofrecen para resolver los puzles. En el original, los consejos de nuestros escuderos a menudo tardaban pocos minutos en llegar, lo que arruinaba la experiencia a quienes gustan de dar con la tecla por sí mismos.

Poco más nos queda por comentar de una traslación que ha perdido buena parte del impacto que tuvo en su día: la mejora visual no resulta tan notoria como cabría esperar, tratándose más bien de un port 1:1 respecto a lo visto en PS5. Además, hemos detectado algunos problemas de rendimiento (especialmente en lo que a gestión de memoria respecta), pero nada lo suficientemente grave como para que no pueda corregirse a base de parches. Sea como fuere, hablamos de una aventura repleta de estampas impagables y una narración emotiva como ella sola; imprescindible para cualquier amante de los videojuegos.

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