'Avatar: Frontiers of Pandora': Del cine a los videojuegos

Después de 6 años de producción y la sorna de referirse a él como un 'Far Cry' camuflado, podemos decir que la ambientación es el punto fuerte de 'Frontiers of Pandora'. Gracias al mejorado motor Snowdrop, el título alberga un mundo vivo repleto de detalles que nos hace sentir dentro de la saga cinematográfica.

En lo último de Ubisoft encarnamos a un Na´vi secuestrado de niño por la corporación militar humana conocida como RDA. Ésta nos moldeó a su antojo para que siguiéramos sus directrices, pero quince años después terminamos deambulando por Pandora en un cúmulo de nuevas experiencias: toca aprender a vivir como un Na´vi propiamente dicho.

Lo que más impacta de primeras es la magnitud del mapa y la gran cantidad de mecánicas disponibles. Tanto, que podemos acabar abrumados hasta familiarizarnos con todo lo que el juego tiene que ofrecer. Además de la historia principal, encontramos misiones secundarias y otro buen puñado de tareas: cocinar, aportar donativos para la cesta del clan, comprar equipo a los vendedores de los asentamientos...

El libre albedrío es total, lo que en alguna ocasión jugó en nuestra contra: resulta habitual atascarse por no saber qué hacer a continuación, cuando no pasarse horas dando vueltas en busca de un ítem porque el juego no te indica claramente dónde conseguirlo. A nivel argumental empasta perfectamente esa sensación de abandono e inexperiencia.

No falta un sistema de progresión por el que, a medida que vamos cumpliendo misiones o realizando tareas, subimos de nivel para desbloquear habilidades inherentes a nuestro estilo de juego: combate, sigilo, recolección... Por su parte, abundan las opciones de personalización, a lo que se suman los elementos estéticos de pago en la tienda virtual del juego (sin impacto alguno en el desarrollo). Sí es cierto que toda la ropa que podemos 'craftear' o comprar a los vendedores posee atributos que mejoran al personaje, debiendo estar muy pendientes de nuestro equipo para superar determinados encargos y progresar en la historia. Para confeccionar estas prendas toca recoger materiales por todo Pandora, lo que en último término implica demasiados paseos y una prolongación artificial del desarrollo.

La trama en sí resulta sencilla: salvar a Pandora de la RDA. Además se sitúa entre las dos películas estrenadas hasta la fecha y el desenlace, por lo que hemos podido saber, está ligado con lo que veremos en 'Avatar 3' (otro aliciente más para los incondicionales de la propiedad intelectual de James Cameron).

Cuando llevemos avanzado el juego y como no podía ser de otra forma, se nos presentará la posibilidad de manejar dos tipos de montura: una suerte de caballo que nos servirá para explorar y movernos rápidamente por tierra y el Ikran volador que vimos en las películas. Controlar a este último supone uno de los momentos más gratificantes de la aventura. Por contra, mecánicas como la recolección de frutos mediante los gatillos adaptativos del DualSense pasa de resultar curiosa y gratificante a tediosa por lo repetitivo.

Cabe elogiar, por último, la localización en perfecto castellano: diálogos y voces casan perfectamente con los personajes y la banda sonora nos traslada una vez más a la sala de cine.

Avatar: Frontiers of Pandora es un mundo abierto imprescindible para amantes de las películas a las que complementa. Los demás encontrarán un juego que, sin ser perfecto por lo redundante de algunas mecánicas, logra unas cotas de inmersión pocas veces vistas en el género. Esto a lo largo de unas 25 horas de campaña, sin atender a misiones secundarias ni al contenido adicional previsto.

• Temas
• Ubisoft
• Videojuegos