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Mi primer acercamiento a la franquicia Yakuza se produjo en los estertores de PlayStation 2, máquina que adquirí única y exclusivamente para degustar las dos primeras entregas. Aunque pasaron sin pena ni gloria por el mercado occidental, algunos usuarios las entendieron como secuelas espirituales de ' ... Shenmue', serie que popularizó el cacareado género de mundo abierto.
Años después supimos que Toshihiro Nagoshi (máximo responsable de 'Ryu ga Gotoku') ejerció de director y productor del primer Shenmue, durante los compases finales de su desarrollo. Yu Suzuki estaba tomándose más tiempo del necesario para culminar la superproducción, por lo que las altas esferas de SEGA pidieron al diseñador que 'pusiera orden'.
El propio Nagoshi refiere a dicha época como un punto de inflexión en su carrera, indispensable para gestar su particular homenaje a los bajos fondos nipones. Con 'Yakuza', bajo la apariencia de un simple beat'em up, los jugadores experimentaron todo un hito en la narrativa cinemática; las gestas secundarias y la interacción con los escenarios. El consabido 'distrito rojo' tokiota (Kamurocho en la ficción), articuló así las andanzas de Kazuma Kiryu, aprendiz de mafioso propenso a meterse en líos.
Los japoneses no tardaron en casar con el personaje y su universo, ampliamente influenciados por la novela negra patria. Tal así que el renombrado 'Ryu Ga Gotoku Studio' materializó prácticamente una entrega por año (spin-offs inclusive). Por contra, las ventas de 'Yakuza 3' y 'Yakuza 4' continuaron siendo raquíticas a este lado del charco, lo que supuso un lapso de tres años hasta el lanzamiento de la quinta iteración principal en nuestras fronteras ('Yakuza 5', como título exclusivamente digital). Más tarde llegarína una precuela ('Yakuza 0') y la conclusión de la saga de Kiryu ('Yakuza 6'), más exitosas por el auge comercial de PlayStation 4 y sus acordes valores de producción.
Lo anterior no quita para que Yakuza siguiese llegándonos con voces en japonés y subtítulos en inglés, algo imperdonable para el videojugador medio. Sea como fuere, SEGA apostó por 'depositar' el montante de la franquicia en la última sobremesa de Sony. Tras los remakes de 'Yakuza' ('Yakuza Kiwami') y 'Yakuza 2' ('Yakuza Kiwami 2'), espectaculares bajo un nuevo motor gráfico, la colección se completa con esta 'Remastered Collection'.
No entraremos en detalles respecto a los guiones o mecánicas de Yakuza 3, 4 y 5 (títulos incluidos en el recopilatorio) por resultar ampliamente conocidos a estas alturas. A quien pillen de nuevas, señalarlas como aventuras harto disfrutables, que plasman la evolución psicológica del preotagonista, amplían considerablemente el terreno de juego e introducen a secundarios de lo más carismático.
Yakuza 3 quizás sea el capítulo que menos aporta en términos narrativos (para el conjunto de la serie), empeñado en problemáticas de la sociedad japonesa y con no pocos altibajos en su desarrollo. Introdujo innovaciones como la libertad de cámara, pero los tiempos de carga, el sistema de combate o el acabado técnico palidecen en comparación a las últimas entregas. Recalquemos en este punto que esta trilogía no obedece al 'Dragon Engine' (motor gráfico) de Yakuza cero, 6 o sendos Kiwami, por lo que estamos efectivamente ante remasterizaciones literales, no remakes. Esto se deja notar especialmente en este Yakuza 3, cuyas animaciones, modelados y texturas acusan la década transcurrida.
A fin de cuentas, The Remastered Collection se limita a ofrecernos una resolución Full HD (1080p, respecto a los 720p originales), al tiempo que duplica la tasa de frames por segundo (hasta los 60fps). Yakuza 4 y 5 resultan bastante más apetecibles, tanto a simple vista como por lo que cuentan. Ayuda el que introdujesen a más de un personaje controlable: varios arcos narrativos que confluyen en los tramos finales de sendas aventuras. En este punto nos decantamos especialmente por Yakuza 4, cuyo clímax bien podría haber servido como broche de oro para Kiryu. Por contra, Yakuza 5 nos resultó bastante más fragmentado; menos dinámico, pese a incluir hasta cinco urbes y el mayor número de misiones secundarias y minijuegos a nuestra disposición. Podría decirse que '4' triunfó en lo argumental y '5' abrumó con sus posibilidades, sentando las bases de lo que jugaríamos más tarde.
¿Qué otras novedades encontramos aquí más allá de lo técnico? Las principales están en Yakuza 3, que nos llegó sin muchos de los contenidos presentes en la versión japonesa: todo lo referente a las casas de citas o 'cabarets'; los minijuegos típicamente nipones (Mahjong, Shogi y Hanafuda); el Salón de Masajes y algunas historias secundarias. Sobre estas últimas, los tres juegos cuentan ahora con un rastreador en el mapa, facilitándose completarlas. Además, las sesiones de karaoke admiten subtítulos en inglés, para que sepamos qué diantes estamos cantando.
El último añadido a considerar es la revisión completa y minuciosa de los guiones, con segmentos reescritos «para una mayor precisión en relación con las versiones originales». Dicho de otro modo, se han subsanado algunas imprecisiones de las traducciones para PS3.
Cabe preguntarse si estas mejoras justifican volver a comprar los tres juegos (juntos o por separado). Lo único seguro es que hemos vuelto a disfrutarlos como el primer día y, quieras que no, almacenar la saga completa en el disco duro de nuestra consola es una gozada. Por su parte, los recién llegados tienen una cita obligada, a poco que les interesasen las porpuestas de Yakuza 0, Kiwami y Kiwami 2. Por motivos evidentes, recomendamos completar estos tres capítulos antes de 'The Song of Life', ya así se disfruta el doble.
Téngase en cuenta, por último, que Nagoshi comparte con Kojima el gusto por las cinemáticas eternas (pero siempre justificadas, emocionantes y magníficamente 'rodadas'); que pasaremos horas leyendo diálogos en perfecto inglés y que los combates pueden llegar a saturarnos en algunos momentos. Suerte que los mapas se encuentran tan repletos de vida como de actividades secundarias (¿alguien dijo salones arcade?), en las que perdernos hasta el infinito cuando queramos darnos un respiro de la historia propiamente dicha.
Cierto que Yakuza 3, Yakuza 4 y Yakuza 5 podrían habernos llegado bajo el 'Dragon Engine' de las entregas modernas, pero los gráficos de PS3 a resolución Full HD y 60 fps resultan lo suficientemente atractivos. Retoques menores a los que se suman los contenidos previamente recortados y una traducción revisada.
Quizás el gran pero vuelva a ser la falta de traducción a nuestro idioma, pero los amantes de la serie disfrutarán de lo lindo revisitando cada iteración. Por su parte, los recién llegados experimentarán por fin la evolución de Kazuma Kiryu, de cara a disfrutar plenamente de 'Yakuza 6: The Song of Life'.
The Yakuza: Remastered Collection aglutina, en definitiva, pequeños pasos adelante en el gameplay de mundo abierto y la narrativa de los videojuegos. Un recopilatorio imprescindible que os llevará más 200 horas frente al televisor.
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