Streets of Rage 4
Análisis

Streets of Rage 4: el retorno de un clásico

El beat'em up por excelencia irrumpe en Xbox One, PS4, Nintendo Switch y compatibles

marc fernández

Lunes, 4 de mayo 2020

La oferta de videojuegos es tan variada que resulta difícil mirar al pasado. Esto se debe a la amplitud del mercado: la industria es prolífica y gracias a Internet tenemos a disposición todas las herramientas necesarias para que cualquiera se ponga a desarrollar. Se ... conciben así infinitas formas de expresión, muchas de ellas basadas en la nostalgia (recuperación de códigos u obras pretéritas mediante).

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Aunque a nivel económico despuntan productos como las experiencias competitivas online (en PC) o el blockbuster moderno (en consolas), de ninguna manera se impide la aparición de propuestas no normativas; obras particulares y más personales, materializadas mediante financiación colectiva. Así hemos recuperado sagas míticas, desconocidas para las nuevas generaciones.

El género del beat'em up clásico está prácticamente extinto. Desapareció de manera natural en pos de dar paso a eslabones superiores como son los juegos de acción en tercera persona o los menos comedidos 'musou'. Originalmente se inspiró en la franquicia 'Street Fighter', con la intención de adaptar varias de sus mecánicas pero creando un estilo mucho más distendido; alejado de la complejidad que caracterizaba al histórico título de Capcom.

Uno de los mayores exponentes fue 'Streets of Rage', que resurge 25 años después de la última entrega numerada. El equipo de DotEmu cuenta con un reparto de lujo entre sus desarrolladores: la gente de Lizardcube, que tienen un buen currículum en lo retro; los compositores de las obras originales (Yuzo Koshiro y Motohiro Kawashima) y colaboradores ilustres como Keiji Yagamishi (Ninja Gaiden) o Yoko Shimomura (Kingdom Hearts, Street Fighter II), galardonada en el último Fun & Serious Game Festival.

Era evidente que la franquicia no podía volver de cualquier manera: apelar a la nostalgia haciendo uso de mecánicas arcaicas y el estilo gráfico de sprites retro se antojaría insuficiente para darle un regreso de altura. El reto al que se enfrentaban los de DotEmu era mucho mayor: aunque el género no tenga apenas presencia en el mercado, algunos títulos han sabido ofrecer perspectivas modernas bajo un estándar de calidad. Me vienen a la cabeza ejemplos como el genial 'Scott Pilgrim vs the World', que captaba maravillosamente la esencia de los cómics y resultaba fresco y divertido; además del polémico 'Dragon's Crown', una de las obras maestras por excelencia de la anterior generación.

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Lo que más llama la atención de primeras es su renovado apartado gráfico, mucho más 'cartoon' y estilizado, con colores muy vivos, completamente ajeno a la tradición 'píxel art' de la saga. Pero donde se encuentra su mayor virtud es, sin duda, en el apartado jugable. El mayor logro de 'Streets of Rage 4' es el de combinar la jugabilidad clásica con un estilo moderno y frenético. Esto se ve reflejado en el rico y variado plantel de personajes, donde cada luchador tiene un estilo muy diferenciado del resto. Desde Axel, que conserva intactos los fundamentos del gameplay básico, hasta Cherry, que ofrece 'setups' ágiles con una buena cantidad de combos (como si estuviésemos en un juego de lucha moderno). El roster lo componen un total de 12 personajes seleccionables, algunos conocidos de entregas anteriores y otros inéditos pero no menos interesantes, listos para ser desbloqueados.

El juego también ofrece una buena cantidad de contenido, tanto offline como multijugador. Si tuviera que ponerle una pega señalaría quizás la falta de variedad y carisma de los enemigos, que terminan haciéndose bastante repetitivos, aunque a su favor diré que la curva de dificultad está bastante acentuada. Aunque disponemos de muchas herramientas para hacerles frente, los villanos tampoco se quedan cortos. Por ejemplo, si abusamos de ataques aéreos responderán al instante con su propio antiaéreo, así que cuidado con machacar botones o pecar de ser predecibles.

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A fin de cuentas, Street of Rage 4 es todo un homenaje al género y recoge su esencia para elevarla hasta niveles nunca vistos. Por el precio al que se ofrece, se antoja un 'must have' para los jugadores más nostálgicos; un producto redondo a nivel jugable, gráfico y sonoro.

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