'Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte' o el primer baluarte de la nueva generación

Pero quien la sigue la consigue y, con el tiempo, la pareja del Lombax y el robot sobrevivieron a todos los demás intentos de mascota atesorados por PlayStation (hasta el punto de protagonizar una docena de entregas). Además, otros desarrollos de Insomniac comenzaron a valorarse en términos de cuádruple A: el mundo abierto de 'Sunset Overdrive' configuró una de las mejores exclusivas para Xbox One y 'Marvel's Spider-Man' está considerado el videojuego por excelencia del hombre araña.

A este último respecto, entre rumores de una secuela inevitable, nos llega 'Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte'. Los aficionados a los plataformas coloridos de protagonismo antropomórfico están de enhorabuena: no sólo tienen un nuevo representante en el mercado (todo un hito, considerando el monopolio de los títulos multijugador como servicio), también se trata del primer baluarte de la nueva generación de consolas.

En efecto, ni Miles Morales ni el virtuoso remake de Demon's Souls consiguen impresionar como la aventura que nos ocupa: una hecatombe interdimensional a la que haremos frente en compañía de viejos conocidos y caras nuevas. La más aparente es Rivet, una misteriosa Lombax que unirá fuerzas con Ratchet y Clank para detener no a uno, sino a dos malévolos Doctor Nefarius (empeñados, cómo no, en la dominación del universo).

No existen demasiadas sorpresas a nivel narrativo, la verdad sea dicha, pero el arco de la recién llegada (acompañada de otro personaje que preferimos no revelar) consigue mantener nuestra atención gracias a las dosis justas de acción, emoción y dislate. Que resulte fácil enamorarse de los protagonistas también tiene mucho que ver con las ingeniosas líneas de diálogo, salpicadas de guiños al propio desempeño del jugador y a los anales de la IP. Cuando no de comentarios ingeniosos, que conseguirán sacaros tantas sonrisas como carcajadas.

A nivel de gameplay se han respetado los cánones de la franquicia, lo que sin duda alegrará a sus incondicionales. La fórmula de Ratchet & Clank sigue configurándose tal cual sigue: un 60% de combates, un 30% de plataformas y un 10% de rompecabezas con los que insuflar mayor variedad al desarrollo. Las refriegas acontecen por tierra, mar y aire; en el cuerpo a cuerpo y a distancia, por medio de un arsenal ingente. Éste se ha diseñado para sacar provecho de las múltiples arenas y debilidades enemigas, lo que añade un componente estratégico muy de agradecer. Además, los personajes han ganado en agilidad (gracias a su efectista movimiento de esquiva) y los encuentros en dinamismo: podemos teletransportarnos a puntos concretos del escenario a través de las múltiples brechas dimensionales diseminadas, ganando ventaja en altura o sorprendiendo al adversario por la espalda, justo antes de darle el golpe de gracia. Combinar artilugios y habilidades es otra opción más que conveniente. Por ejemplo, se nos permite paralizar al contrario bajo un manto herbáceo, aprovechar esos segundos para recargar el lanzador de misiles y acertarle de pleno al borde de un abismo.

Queda meridiano que 'Rift Apart' promueve la creatividad a los mandos, pero no menos cierto resulta que no la exige. Si uno quiere, puede completar el juego sin cambiar de arma más que en ocasiones puntuales, desentendiéndose de elementos 'mild-RPG' como la subida de experiencia o la mejora del arsenal. Dicho de otra forma: los títulos de crédito se alcanzan aporreando botones con más o menos gracia, lo que en parte viene motivado por el tono familiar del desarrollo. No en vano se han añadido opciones de dificultad para todos los públicos, una de las cuales impide fenecer en combate.

También por lo anterior, la trama principal puede antojársenos breve (en torno a las 7 horas) si no reparamos en las múltiples formas de pasar el rato contempladas por Insomniac. Cada planeta que visitamos encierra desafíos adicionales y una tonelada de coleccionables que triplican la duración de la experiencia. A menudo estos ítems se ocultan en mundos abiertos contenidos a los que, ya puestos, podría habérseles sacado más jugo. Como al propio concepto de los portales dimensionales: alternar mundos completamente opuestos al instante (sin tiempos de carga evidentes gracias a la unidad SSD de PlayStation 5) es una gozada de la que nos hubiese gustado disfrutar en más ocasiones, no simplemente durante algunos jefes finales.

Los rompecabezas de Clank, por su parte, pueden cortar el ritmo a ciertos usuarios. Las buenas nuevas son que están bien diseñados, suponen un reto justo y, en cualquier caso, pueden omitirse desde el propio menú de pausa. Además de éstas se intercalan secciones tipo shooter en las que controlaremos a un simpático robot arácido, al más puro estilo 'Watch Dogs Legion'.

Independientemente de la estampa que encaremos: trayectos sobre raíles, emboscadas marítimas, vuelos a lomos de criaturas jurásicas, persecuciones a contrarreloj... el común denominador es el apartado gráfico más impresionante que recordamos. Y no cabe exageración. La frontera entre el videojuego y el mejor cine de animación digital se dinamita tan pronto pasamos de la primera secuencia cinemática al gameplay propiamente dicho. Uno se frota los ojos intentando detectar el punto de transición cuando, al poco, queda nuevamente boquiabierto por el espectáculo de luz que arroja la primera escaramuza. Si creíais que el cacareado 'ray-tracing' no era para tanto, esperad a que os duelan los ojos (es un decir) con lo que Una Dimensión Aparte os tiene preparados. Cada explosión, láser o haz de luz deja sin palabras, especialmente al incidir en el mullido pelaje de los Lombax. Y qué decir de las animaciones y la expresividad facial, fundamental para la empatía instantánea con Ratchet y compañía.

El mejor juego para estrenar PlayStation 5 lo es también por el modo en que aprovecha otras de sus funcionalidades clave. La vibración háptica y los gatillos adaptativos del mando DualSense consiguen meternos de lleno en la acción a través de las sensaciones más variopintas. Por supuesto, cada arma transmite sus propios zumbidos y ofrece determinado nivel de resistencia al pulsar el gatillo, algo que ya experimentamos en títulos como 'Sackboy: A Big Adventure' o 'Astro's Playroom', pero nunca con esta intensidad.

Finalmente, el formidable doblaje al castellano (a cargo de los intérpretes habituales de la serie), la épica banda sonora y los impactantes efectos de sonido muestran lo mejor de sí gracias a la tecnología de audio tridimensional. Por esto mismo recomendamos jugar con unos auriculares compatibles.