'PAC-MAN World Re-PAC': cuando el comecocos saltó de dimensión

La fiebre de las plataformas llevó a la aparición de infinitos protagonistas: dragones, ardillas y lombrices de tierra, robots sobre ruedas e incluso guantes. La imaginación marcó los límites hasta que las 3D alcanzaron su madurez y la industria apostó por las grandes aventuras de acción bajo premisas consideradas más adultas.

Tras resucitar al bueno de Klonoa con el recopilatorio Phantasy Reverie Series (el gato antropomórfico fue otro digno representante de la corriente que nos ocupa), Bandai Namco ha tenido a bien desempolvar la primera aventura de plataformas protagonizada por todo un icono del ocio electrónico: Pac-Man.

En 'PAC-Man World Re-PAC', el comecocos intenta rescatar a su familia y amigos de las garras de Toc-Man. Para ello transitará los seis mundos que conforman Isla Fantasma: barco pirata, área espacial, ruinas antiguas, fábrica, mansión y casa de la risa. Las mismas que recordamos del clásico de 1999, aunque con un importante lavado de cara que pasa por el modelado de Pac-Man y sus enemigos, la interfaz de usuario, el campo de visión, el nivel de detalle y una resolución acorde a los tiempos que corren. Si bien resulta fácil apreciar la diferencia con el título de PSX, la verdad es que a estas alturas de la película hemos visto trabajos de chapa y pintura más lucidos (que se lo digan si no a cierto marsupial).

Respecto al juego en sí, se respeta el diseño de niveles original salvo algunas plataformas reubicadas entre otros cambios menores: las fases imprimen algo de profundidad a un desplazamiento mayormente lateral, que facilita la inédita posibilidad de levitar durante unos segundos. De hecho, se ha incluido un modo fácil que posterga esta última y suma plataformas a los recorridos más peliagudos. No se trata en cualquier caso de un desarrollo complejo; cualquier usuario mínimamente experimentado podrá completarlo en unas 6 o 7 horas (bastantes más si vamos a por el 100%).

Lo que más convenció y sigue convenciendo de Pac-Man World es que no nos limita a recorrer sus fases de principio a fin, sino que están salpicadas de puertas e interruptores a los que volver para completar los rompecabezas diseminados. Aquí entran en juego las frutas coleccionables del comecocos original: cada una concede acceso a un pulsador con el que destapar la siguiente sección del escenario o acercarnos a un preciado ítem. En ocasiones también tendremos que volvernos de metal (al más puro estilo Super Mario 64) para romper cofres sumergidos. Dicho de otra manera, se invita al 'backtracking' y lo aceptamos de buena gana, resultando condición indispensable para rescatar a nuestros amigos y conseguir una importante ventaja en el enfrentamiento final. Los jefes de cada mundo, a todo esto, convencen por su variedad de mecánicas.

Trampolines, plataformas móviles por rodamiento, trampas, píldoras arrojadizas y la impepinable presencia del Pac-Man gigante (dispuesto a arrasar con cuanto se le plante por delante) configuran así un Re-PAC que hemos disfrutado en la consola portátil de Steam, no sin ciertos problemas en la visualización de sus cinemáticas o en cuanto a rendimiento. La nueva tasa de 60 frames por segundo no resulta lo estable que debería si optamos por los máximos ajustes visuales, algo inexplicable al no ser este un título puntero.

La oferta de Re-PAC se completa con los modos Laberinto y Original, que rescatan el gameplay de toda la vida tanto en formato tridimensional como primitivo, previo desbloqueo en las fases del modo Aventura. Una modalidad que alberga la banda sonora y efectos de antaño, adscritos al tono familiar inherente al personaje.