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jorge garmendia
Viernes, 26 de junio 2020
El año pasado la octava generación de Pokémon aterrizó en Nintendo Switch con 'Pokémon Espada' y 'Pokémon Escudo', la primera entrega principal de la franquicia en la consola híbrida de Nintendo. No cabe duda de que su acogida fue muy favorable y es que ... pocas semanas después de su publicación, Pokémon Espada y Escudo logaron romper todos los récords de ventas.
Sin embargo, su lanzamiento no estuvo exento de polémica. Las noticias surgidas las semanas previas (acerca de las evidentes limitaciones técnicas y de algunas decisiones controvertidas de Game Freak) dieron lugar a numerosas críticas en una comunidad que ansiaba con elevadas expectativas este nuevo RPG de Pokémon y que no parecía haberse materializado como la experiencia que prometió ser.
Sea como fuere, hay dos cosas que han quedado claras tras la llegada de Pokémon Espada y Escudo. La primera es que estas entregas han introducido una serie de cambios y novedades que determinan cómo serán los videojuegos de Pokémon en el futuro. Y la segunda que, pese a todo, los jugadores seguimos deseando que el universo de estos monstruos de bolsillo no deje de crecer.
Así, el anuncio de un pase de expansión fragmentado en dos partes (y no una versión ligeramente revisada del mismo juego, cual secuela) parecía una buena noticia. No obstante y como cabía de esperar, pronto suscitó un nuevo debate, generando partidarios y detractores a partes iguales. Al fin y al cabo la cuestión es si de verdad este pase de expansión es un paso audaz para la serie y si su contenido justifica lo que cuesta.
De momento daremos cuenta de La Isla de la Armadura, primera parte de este paquete que ya está disponible para su descarga en la eshop de Nintendo y que será completada a final de año con un segundo DLC (Las Nieves de la Corona). Antes de nada, un apunte. Ninguna de estas dos partes se podrá obtener por separado, sino que solamente estarán disponibles adquiriendo el pase completo, que además es exclusivo para la versión que tengamos del juego original.
Una vez adquirido el pase de temporada de Pokémon Espada o Escudo podremos acceder en cualquier momento a la nueva ubicación que nos ofrece La Isla de la Armadura. Tan solo un corto trayecto en tren nos separa de lo que nada más llegar se exhibe como un extenso mundo exterior, similar al Área Silvestre del continente de Galar pero más grande y completo. Hay diferentes ecosistemas a explorar, como bosques, playas, pantanos, praderas y demás, todos ellos conectados por un intrincado sistema de pasadizos y cuevas. La cámara y el control abiertos hacen que caminar por este entorno sea verdaderamente natural y tan agradable que hace inevitable preguntarse por qué todo el juego no ha sido construido de la misma manera.
Pero lo mejor de todo es que a medida que recorremos libremente los diferentes biomas de la isla nos iremos topando con hasta cien especies de Pokémon de anteriores generaciones, que regresan como parte de la Pokédex exclusiva de la región. Esto incluye a muchos viejos conocidos como Jigglypuff, Psyduck o Abra, así como las formas de Alola de algunos de los ya disponibles, nuevas formas Gigantamax o las variantes regionales de Slowpoke y Slowbro.
La Isla de la Armadura incorpora también un modo historia al que se añaden nuevos personajes, como el Maestro Mostaza o nuestro nuevo rival, y que gira en torno al entrenamiento en el Dojo donde se formó el Maestro León y al descubrimiento de la nueva criatura que nos presenta este DLC, el Pokémon de tipo lucha Kubfu. Kubfu nos acompañará en nuestro camino por la Isla de la Armadura y deberemos entrenarlo para que evolucione y alcance su máximo potencial. Nos llevará aproximadamente cinco horas completar este pequeño modo historia, que a decir verdad resulta excesivamente corto, sencillo y algo insulso en lo que la narrativa se refiere.
Si bien La Isla de la Armadura es un lugar que merece la pena visitar en Pokémon Espada y Escudo, a veces se siente demasiado vacía, quizás por la escasez de NPC repartidos por el escenario y la falta de personajes realmente interesantes (a excepción de los dos mencionados anteriormente). Como contrapartida, además de las batallas y actividades típicas, el DLC incluye también algunos extras. Así podremos, por ejemplo, recolectar Watios para obtener artículos de personalización exclusivos, aprender a preparar platos culinarios con interesantes efectos o incluso tratar de encontrar a los 150 Digletts de Alola perdidos por toda la isla.
No hay mucho más que encontrar. Esta primera mitad del pase de temporada no deja de ser una modesta extensión de los juegos principales. Sin duda, para cualquier fan de Pokémon el nuevo enfoque basado en la libertad y la exploración (y la incorporación de nuevas pero conocidas criaturas al elenco de Pokémon Espada y Escudo) serán ya suficientes motivos para hacerse con este DLC. Sin embargo, para poder asegurar que el paquete de expansión merece la pena para la mayoría de jugadores tendremos que esperar a ver lo que nos depara Las Nieves de la Corona a final de año.
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