'GRID': cuando lo que importa es participar

Con Fernando Alonso como Consultor de Carreras y piloto incluido en el propio juego (entre más de 400), se ha conseguido un realismo sin precedentes en el comportamiento de los oponentes; una sensación de competitividad al límite nunca antes experimentada. Esto es así hasta el punto de que, en numerosas ocasiones, nos dará lo mismo ganar o perder: simplemente querremos adelantar a ese contrincante que se nos resiste o conseguir salir del tren de mitad de carrera para que no se nos escapen los coches en primeras posiciones.

Con las precisas instrucciones de Alonso y el buen hacer de Codemasters (quienes año tras año nos traen el videojuego oficial de la Fórmula 1), se ha conseguido un título muy equilibrado que, una vez más, está pensado para todo tipo de jugadores. Si bien no lo podemos considerar un simulador puro, más bien al contrario, no es menos cierto que desactivar todas las ayudas, endurecer el nivel de los pilotos contrincantes y activar los daños reales lo convierten en uno de los desafíos de carreras más exigentes que hayamos visto. Incluso en términos medios, el título sigue resultando muy desafiante.

Todo esto se logra gracias a la sensación de no haber dos conductores iguales. Cada piloto parece tener su propia forma de conducir y, desde luego, no se andarán con miramientos a la hora de enfrentarse a nosotros. Podemos llegar a encontrarnos situaciones un tanto frustrantes (tranquilidad, que siempre existe la posibilidad de usar flashbacks) pero observar nuestros enfrentamientos rueda a rueda contra otros corredores; incluso verlos competir entre sí de forma agresiva, es una auténtica delicia que hará que cada adelantamiento sea un caramelo que disfrutaremos como niños.

Hasta tal punto llega la competitividad de GRID que bastará con tener un par de roces con algún contrincante para que este se convierta automáticamente en nuestra némesis. Una suerte de 'rival a batir' que competirá como el resto por ganar la carrera, aunque con especial 'fijación' por nosotros. Sobra decir que quedar por delante de él al cruzar la línea de meta nos obsequiará con unos jugosos puntos extra.

Tal vez por ello, el apartado multijugador sea el menos cuidado e importante del título de la empresa inglesa. Podemos jugar partidas rápidas con hasta 16 corredores o bien carreras privadas que configurar a nuestro gusto en cuanto a número de contrincantes (se rellena con IA si no hay suficientes corredores), tipo de carrera, número de vueltas... Como decíamos, algo testimonial que debe estar ahí porque lo contrario no se entendería en los tiempos que corren.

Otro de los apartados a tener en cuenta es el de vehículos y localizaciones. Con bestias pardas como Forza Motorsport u Horizon en el mercado, es difícil competir en cuanto a número de vehículos. Y lo mismo podríamos decir si hablamos de circuitos y lo comparamos con títulos como 'Project CARS'. Aun así, este nuevo GRID ofrece una selección muy cuidada, con algunos de los vehículos más icónicos en varias categorías: clase GT, Turismos, Coches de serie, Muscle Cars, Supermodificados y muchos otros. Entre ellos identificamos turismos como el Porsche 911 RSR, el Ferrari 488 GTE, el Ford GT40 y el Pontiac Firebird Modificado.

A esto hay que sumarle hasta doce increíbles localizaciones; circuitos conocidos a nivel mundial y preciosas pistas de un punto a otro como La Habana, Shanghai, Barcelona o San Francisco.

Como es costumbre en Codemasters, el título nos llega completamente doblado al castellano, con el regreso de uno de nuestros personajes favoritos: el ingeniero de pista. Sí, el mismo que nos gustaría lanzar desde lo alto de un edificio en F1, aparece aquí con aún menor sentido que en el simulador oficial de la FIA. Este humilde redactor ignora si se ha hecho por facilidad de implementación (a nivel jugable no influye en absolutamente nada), o por puro troleo a los jugadores, pero os prometo que nos arrancará más de una sonrisa cuando perjuremos en arameo ante sus comentarios.

A nivel técnico, el juego ralla a niveles notables, incluyendo diferentes horas del día para competir (ojo a las preciosistas carreras nocturnas) y climatología adversa no dinámica. Más que suficiente para un título de estas características.