'Call of Duty Modern Warfare': la guerra es cosa seria

Durante la campaña de marketing que hemos vivido hasta el lanzamiento del juego, Price (icónico personaje de la franquicia) ha sido el protagonista absoluto. No en vano Infinity Ward ha usado la imagen del actor Barry Sloane para recrear a nuestro aguerrido capitán del SAS. Sloane es un prolífico actor que, mira por donde, encarna al líder del SEAL Team Six en la serie 'Six' de History Channel.

Lo anterior no es un dato baladí, ya que la ficción muestra el aspecto más 'humano' de un grupo de soldados de élite, quienes arrastran no pocos problemas laborales, personales e incluso mentales. Modern Warfare también aborda dichas cuestiones, aunque sin renegar de la espectacularidad que siempre ha caracterizado a la saga. Así, el desarrollo también bebe de las cintas de Michael Bay, con '13 Horas: Los soldados secretos de Bengasi' como claro referente.

Por todo ese artificio responde un renovado apartado gráfico, en consonancia a un guión más elaborado que en anteriores entregas. Éste nos muestra a unos personajes mucho más profundos y definidos, que consiguen, esta vez sí, calar en la psique del jugador. Es imposible no empatizar con protagonistas como Farah, por poner solo un ejemplo.

En este nuevo Modern Warfare, si se me permite una última referencia cinéfila, encontramos resquicios de la fantástica 'Zero Dark Thirty' ('La noche más Oscura' aquí en España). Algo que podremos constatar desde el minuto uno con personajes como el de la Agente de la CIA Lawson (horrendamente doblada por Najwa Nimri), con un aire bastante similar al que presentaba Maya (Jessica Chastain) en la obra de Kathryn Bigelow.

A fin de cuentas, Infinty Ward nos depara una campaña mucho más seria (casi diría que intimista) y extremadamente sangrienta. Historia que deja un poso agridulce por dos motivos principales: el juego no deja de enarbolar las banderitas de turno y representa al 'enemigo' (nuevamente los rusos) con una virulencia innecesaria.

Completando la campaña se entienden perfectamente las acusaciones de 'rusofobia' y el 'review-bombing' que le ha caído al juego. Y es que, con tal de no manchar los uniformes británicos y americanos, la crudeza recae exclusivamente en las salvajadas que los rusos ponen en práctica durante 6 o 7 horas. Solo en los compases finales, Modern Warfare parece querar desmarcarse de esta tónica.

Así que sí, a este humilde redactor le ha encantado el modo campaña de Modern Warfare, y sí, también entiendo las críticas vertidas sobre él. Es más, me sumo a ellas aseverando que a Infinity Ward y Activision les ha faltado un punto de valentía para manchar de sangre todas las banderas del juego y poder ahondar así, sin prejuicio alguno, en las motivaciones personales de cada personaje. Al final nos encontramos con un juego que, de haber dado un paso más allá, posiblemente se podría haber convertido en el 'Spec Ops The Line' de la generación.

Como anécdota os diré que tampoco he comprendido la inclusión de un país ficticio (¿Urzikistan?), cuando británicos, rusos y americanos campan por todo el juego. Eso sí, a los fans acérrimos de Call of Duty, y en especial de la saga Modern Warfare, les puedo asegurar que la conclusión les va a encantar. Yo al menos ya estoy esperando como agua de mayo el más que seguro 'Modern Warfare 2'.

Para quienes se queden con ganas de más tras jugar la campaña, este año regresan las 'Operaciones Especiales'. Misiones para jugar en cooperativo con hasta tres amigos, que alargan la historia del juego. Nos ha sorprendido la dificultad de estos encargos, basados en ir solventando diferentes etapas que concluyen, casi siempre, en la eliminación de puntos estratégicos del enemigo. Es algo similar a lo que en su día pudimos jugar con Modern Warfare 2, pero agrandado y mejorado acorde a los tiempos que corren. Ya hicimos un vídeo en directo donde podéis comprobar el dinamismo y la dureza de dichas misiones. No puedo cerrar este apartado sin comentar que, en el modo de 'Operaciones Especiales Clásicas', nos encontraremos misiones del tipo 'Modo Horda' donde fulminamos oleadas enemigas.

Por supuesto, tampoco podemos obviar el modo de juego que, al fin y a la postre, lanzó al estrellato a la saga: su multijugador. Lejos han quedado los tiempos en que en aquellas partidas de '6 vs 6' (que aún siguen vigentes) no había sitio para todos nuestros amigos. O qué decir del matchmaking y las 'tiradas de cable'. Aquí disponemos de opciones para todos los públicos: podemos jugar al estilo clásico en 'Duelo por Equipos' o 'Buscar y destruir'; continuar disfrutando de ese gran acierto que fue 'Baja Confirmada' o ampliar las partidas hasta veinte jugadores en mapas más amplios. ¿No es suficiente? Pues entremos de lleno en 'Guerra Terrestre' y su modo para hasta 64 jugadores, donde además se incluyen vehículos (algo que ya no es nuevo, pero que fue largamente demandado durante años). La forma más sencilla de calificar este modo de juego es imaginarnos que Call of Duty y Battlefield hubiesen hecho el amor apasionadamente.

Pero aún hay más añadidos, como los mapas nocturnos o pequeñas acciones (abrir o cerrar puertas) que, admitimos, creíamos que iban a dar más juego del que están dando. Veremos su impacto en los e-Sports donde, a buen seguro, este nuevo Modern Warfare va a entrar pisando fuerte.

En cuanto a la jugabilidad de su online, he de decir que estoy encantado. Hacía años que había abandonado la saga por puro hastío y deriva de la misma, y ahora ha vuelto a engancharme de mala manera. El juego, en todas sus vertientes, no puede ocultar cierta sensación de 'déjà vu', pero también imprime nuevas cotas de realismo, competitividad y agilidad que lo hacen tremendamente divertido. Con unos mapas diseñados exprofeso para jugar de diferentes maneras y en diferentes modos de juego. Al igual que con las operaciones especiales, también realizamos un extenso vídeo en directo donde os mostramos de primera mano toda la acción de su multijugador.