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Apps de nutrición
Yuka vs CoCo vs MyRealFood: ¿son útiles las apps de nutrición?

¿Sirven de algo las aplicaciones sobre alimentos procesados?

La OCU evalúa las 'herramientas' de nutrición más descargadas

Lunes, 28 de octubre 2019, 01:10

La escena se repite cada vez con mayor frecuencia en los supermercados de toda España: alguien sostiene un producto frente a la cámara de su móvil para que una aplicación le indique si es saludable. En la mayoría de casos, el usuario descubre que su cesta de la compra está plagada de ultraprocesados, lo que tal vez le haga optar por artículos más 'naturales'.

Pese a que toda concienciación nutricional sea poca, algunos expertos alertan de que este tipo de aplicaciones resultan imprecisas y confunden al consumidor. A dicho respecto, la Organización de Conusmidores y Usuarios (OCU) ha evaluado tres de las referencias más descargadas en las plataformas digitales de Google y Apple.

  1. ElCoco - Come sano

Es la aplicación más básica, aunque tiene el mismo propósito que sus competidoras: el análisis de productos alimenticios a partir de una base datos o el escaneo de códigos de barras.

Para ello se sirve de los sistemas 'Nutriscore'y 'NOVA'. El primero es el vigente en la mayoría de países europeos: un código de letras y colores que ofrece una valoración nutricional global ('A' equivale a «excelente calidad» y 'E' a «muy mala calidad»). El segundo clasifica los artículos según el grado de procesamiento: el nivel 1 engloba alimentos no procesados y el nivel 4 los ultraprocesados, que distan de la denominada 'real food' o comida 'de verdad'.

Según la OCU, el mayor inconveniente de ElCoco (siglas de 'El Consumidor Consciente') es que ambos métodos suelen contradecirse: «Un ejemplo de esto lo encontramos en el Cola Cao 0%: mientras que la clasificación NOVA le da un 4 y recomienda evitar su consumo, Nutriscore lo evalúa como nutricionalmente saludable».

  1. Yuka - Análisis de productos

La app más popular de la muestra, con más de 10 millones de usuarios registrados en España, Francia y Bélgica. Su base de datos incluye más de 7000.000 productos alimenticios y 300.000 cosméticos, cuyos análisis siempre vienen acompañados por fichas detalladas. Además, ofrece alternativas si el ítem en cuestión no resulta saludable.

En este caso, las valoraciones se realizan en torno a tres criterios fundamentales: la composición nutricional (acorde al mentado Nutriscore); los aditivos presentes en el alimento (siguiendo las opiniones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria o EFSA) y si el producto tiene origen ecológico. Con todo lo anterior se determina si estamos ante un comestible 'malo', 'mediocre', 'bueno' o 'excelente'.

El punto flaco aquí, señala OCU, es que se concede la misma importancia a todos los aditivos: «algunos no tienen una función nutricional (excepto los edulcorantes) y otros son imprescindibles para elaborar y alargar la vida útil de los productos», por lo que no deberían impactar en las 'notas'. Además, no existen pruebas de que un producto ecológico sea necesariamente más sano.

  1. MyRealFood

MyRealFood está especializada en el grado de procesamiento, motivo por el que también recurre a la clasifiación NOVA. Sus preceptos básicos son: consumir 'comida real'; complementar la dieta con 'buenos procesados' y evitar a toda costa los 'malos procesados' o ultraprocesados (lo que según prometen ayuda a perder peso).

La app también considera los aditivos acorde a las indicaciones de la EFSA (añadiendo la categoría de 'controvertidos'); y destaca cuando un producto tiene un contenido elevado en grasas saturadas, azúcares, sal o energía, recomendándonos alternativas saludables.

Para la OCU, MyRealFood cuenta con una base de datos mucho menor y peca de lo mismo que Yuka: la penalización de los aditivos per se, cuando muchos son beneficiosos para el consumidor.

El riesgo de la desinformación

El análisis de la OCU también evidencia tres problemas fundamentales de las apps de nutrición. Primeramente el que proporcionen información incompleta: a menudo se ofrece la valoración de un producto bajo el sistema NOVA pero no su 'Nutriscore'; también pueden no haberse insertado todos los ingredientes, derivándose en puntuaciones incorrectas.

En segundo lugar, los expertos han detectado numerosas erratas. Por ejemplo, la consideración de los aromas como aditivos, muchos de los cuales se denominan equivocadamente («llamar E542 al fosfato tricálcico»). En otras ocasiones, los fallos son de bulto e inexplicables como tildar de 'buenos' unos cereales con 27 gramos de azúcar por cada 100g.

Por último, existen serias dudas sobre las recomendaciones de Yuka y MyRealFood. Para las grandes marcas, resultaría muy jugoso influirlas a golpe de talonario... Además, algunas alternativas no se encuentran en la misma categoría que la del producto analizado: «si tenemos entre manos una tableta de chocolate con leche y avellanas, la app debería ofrecernos lo mismo y no un cacao puro».

Con todo lo anterior, OCU apela por la obligatoriedad del sistema Nutriscore en toda la Unión Europea como vía más instructiva: «Solo de esa forma los usuarios estarían 100 % informados, ya que los fabricantes serían quienes proporcionaran la información necesaria para valorar nutricionalmente un alimento. Al fin y al cabo, son quienes mejor conocen sus productos».

Ya sabe: como todo, los consejos de las apps de nutrición no deben grabarse en piedra. El sentido común también tiene mucho que decir a la hora de llenar el carrito.

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