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Con el lanzamiento de la 'Golden Master' (versión definitiva) de tvOS 13, Apple Arcade culmina su lanzamiento en los dispositivos de la manzana mordida. Ya lo advertimos hará unos meses: dado que los ciclos de renovación de smartphones están dilatándose, la firma californiana debe ... diversificar ingresos a como dé lugar.
La estrategia más evidente pasa por las consabidas cuotas de suscripción, con Apple Music en el ámbito musical y el propio Arcade respecto a los videojuegos. El tridente se completará el 1 de noviembre, cuando Apple TV+ llegue dispuesto a rivalizar con Netflix, HBO, Amazon Prime Video y demás actores de la escena audiovisual.
Apple Arcade se define como un repositorio de juegos listos para descargar en nuestro iPhone, iPad, Apple TV y Mac bajo las últimas versiones de sus respectivos sistemas operativos. Tras un periodo de prueba gratuito de 30 días, el usuario debe apoquinar 4,99 euros mensuales, si bien la suscripción puede compartirse 'En Familia' con hasta 6 cuentas de iCloud diferentes.
La máxima del servicio es albergar títulos inéditos, que tan sólo podrán jugarse en la nueva sección del App Store (al menos mientras dura el acuerdo de exclusividad firmado con sus desarrolladores). Cada referencia ha de poder jugarse en todos los gadgets de Apple, sincronizándose las partidas guardadas en la nube y sin requisito de conexión. Esto nos permite pasar del televisor al iPhone en cuestión de segundos, saliendo de casa sin preocuparnos ante una posible pérdida de cobertura. Además, el progreso de cada miembro familiar se almacena independientemente.
Otra baza de Apple Arcade es la compatibilidad con mandos al uso. Aunque todos los juegos cuentan con esquemas de control táctil, nada nos impide enlazar un mando 'MFI' (Made for iPhone), Dual Shock 4 o Xbox Wireless Controller mediante Bluetooth. Desde ese instante podremos tirar de sticks analógicos, botones y gatillos para manejar al personaje o cursor de turno, lo que casa especialmente bien con las aventuras de acción en tercera persona.
Sea cual sea el juego escogido, debemos saber que llega desprovisto de microtransacciones y pubicidad (típicas de las referencias free-to-play que copan las tiendas de aplicaciones): se trata de juegos completos al estilo de las consolas tradicionales, lo que casa con mecánicas y desarrollos mucho más complejos y satisfactorios. Sirven como ejemplo 'Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm', al más puro estilo The Legend of Zelda; el juego de supervivencia por turnos 'Overland'; 'Shinsekai Deep Sea', lo nuevo de la mítica editora Capcom; las secuelas de 'Cat Quest' y 'Beneath a Steel Sky'; o el nuevo RPG de Square-Enix, 'Various Daylife'.
Los anteriores delatan la inversión multimillonaria emprendida por Apple, empeñada en un catálogo de lanzamiento sencillamente formidable. Aunque Arcade cuenta con unos 60 títulos en el momento de escribir estas líneas, la previsión es de un centenar que irán rotando periódicamente. Entre ellos también encontramos propuestas dirigidas a los jugadores más 'casuales', quienes pasan las horas con 'Candy Crush' y derivados. SEGA, Ubisoft, Konami o Bandai Namco han hecho bien en rescatar propiedades intelectuales de sobra conocidas, bajo mecánicas accesibles que disfrutar en pequeñas dosis. A 'ChuChu Rocket', 'Rayman Mini', 'Frogger in ToyTown' o 'Pac-Man Party' sumamos juegos livianos como 'Assemble With Care' (una novela visual copada de sencillos puzles); 'Sayonara Wild Hearts' (un endless runner de corte musical); 'Tint', donde entrelazamos líneas de colores; o 'Word Laces', basado en enlazar letras a partir de fotografías.
Colegimos pues que Apple Arcade está pensado para todo tipo de usuarios, sin descuidarse los valores de producción en ningún caso y con predominancia tanto de las grandes firmas como de los estudios 'indie' más telentosos. La preocupación que nos suscita pasa por lo abrumador de la oferta: hay tanto entre lo que elegir que resulta fácil probar un poco de todo y no concentrarse en nada, por lo que cada usuario debe evaluar si le merece la pena suscribirse.
Igualmente, está por ver con cuánta periodicidad se renuevan los juegos y si los estudios toman nota de los primeros problemas detectados. Hay juegos que no terminan de controlarse bien con un mando tradicional o cuyo rendimiento flaquea en los gadgets menos punteros (Oceanhorn 2 presenta leves caídas de 'frame rate' en el Apple TV 4K, sin ir más lejos).
Por lo demás, Apple Arcade es lo que cualquier aficionado al videojuego soñaba respecto al 'mobile gaming': el fin de los niveles abusivos, (diseñados para hacernos pasar por caja) y la irrupción de juegos con todas las de la ley, que disfrutaremos durante decenas de horas en cualquiera de nuestros dispositivos.
Aunque Arcade se limitase a su catálogo actual, ya habría superado por mucho a la totalidad de microconsolas lanzadas durante la última década ('Ouya' y similares, nos las clásicas en miniatura). De hecho, en eso es en lo que sea ha convertido por fin el Apple TV: una opción muy a tener en cuenta de cara a nuestro tiempo de ocio a los mandos.
El otro gigante de los sistemas operativos móviles (Android) tampoco ha querido quedarse sin su tarifa plana de juegos. Hablamos de Google Play Pass, con un enfoque muy diferente a la propuesta de Apple. Sí, pagamos 4,99 dólares mensuales por descargar a placer, pero en este caso se trata de títulos preexistentes o también disponibles en Google Play.
En lo sucesivo, la tienda albergará versiones 'estándar' de sus juegos (con publicidad y compras in-app) y otras desprovistas de tales molestias, exclusivas para suscriptores de Play Pass. Éstos también disfrutarán de aplicaciones al uso, como el editor fotográfico 'FaceTune' o 'AccuWather', líder en predicciones meteorológicas.
En total, Google promete hasta 350 juegos y aplicaciones en versión 'completa', lo que resultará ventajoso a un mayor número de usuarios. Al fin y al cabo, Apple Arcade carece de interés para quienes no suelan jugar con el móvil.
¿Qué datos concretos sabemos de Play Pass? Primeramente que sólo está disponible en Estados Unidos (por 1,99 dólares hasta el 10 de octubre), si bien llegará al resto de territorios «próximamente». También en este caso, la suscripción podrá compartirse con hasta 6 miembros de la familia, cada cual en su dispositivo de preferencia: smartphones, tabletas electrónicas o portátiles a partir de Android 4.4 (con acceso a la versión 16.6.25 -en adelante- de la Play Store).
Si queremos jugar en pantalla grande, podremos hacerlo con la microconsola Nvidia Shield y de forma limitada con aquellos televisores que instalen Android TV. La compatibilidad con Chromecast no está confirmada, pero resultaría un interesante añadido a 'Stadia', la plataforma de juego en streaming que arrancará este noviembre.
Respectro a los primeros juegos confirmados, se incluyen superventas como 'Monument Valley', 'Risk', 'FRAMED', 'Mini Metro', 'Lumino City', 'Old Man's Journey'... Entre ellos también encontramos títulos aparecidos en consolas, véase 'Limbo', 'Stardew Valley', 'Terraria', 'Star Wars: Knights of the Old Republic' o 'Thimbleweed Park'. Tendremos que esperar un tiempo para descubrir el listado completo, aunque los responsables del servicio han confirmado que los juegos coparán dos terceras partes del catálogo de Play Pass. Éste se irá actualizando una vez por mes, con la ventaja de que aquellas aplicaciones que tuviésemos instaladas se actualizarán a su versión 'premium' de forma automática.
Hasta probar la solución de Google, el rendimiento del software preocupa más que en el caso de Apple, dada la tremenda fragmentación del ecosistema Android. Podrían darse casos (y así lo advierte el gigante de Internet en las condiciones de la suscripción) de juegos que no arranquen, lo hagan de forma errática o 'a medias', por no contar el smartphone de marras con determinadas funcionalidades.
Otra cuestión por discernir es si Play Pass velará por la privacidad de los usuarios, aspecto en el que los de Cupertino han puesto énfasis: en Apple Arcade los servidores de cada título no podrán recopilar información del jugador, que permencerá sin identificar durante las partidas online.
Siempre en base a sus premisas, Apple Arcade va dirigido a los amantes de los juegos para móviles (sin importar que busquen experiencias complejas o livianas). Su enfoque es el de la exclusividad, unos altos valores de producción y la optimización de que siempre hacen gala los de Cupertino.
Mientras, Google Play Pass ofrece más por el mismo dinero (aplicaciones inclusive), pero nada que no puedan disfrutar el resto de usuarios bajo el esquema free-to-play. Además, la cantidad de modelos Android ahí fuera puede puede lastrar la experiencia de algunos suscriptores.
En cualquier caso, los periodos de prueba servirán para sondear los respectivos catálogos y descubrir si nos renta pagar todos los meses. También bastaría con echar un vistazo a las estadísticas de uso del teléfono y comprobar cuántas horas semanales dedicamos a jugar; si somos de probar 'lo último' y si nos molesta la publicidad reinante en las tiendas de aplicaciones.
Tanto Apple Arcade como Google Play Pass han suscitado polémica por su método de pagos a los desarrolladores implicados. Al contrario que en Xbox Game Pass, aquí los beneficios se generan en base a los minutos de uso que acumule la aplicación. Así, las más populares generarán más ingresos que otras tildadas de 'curiosidades' o basadas en partidas esporádicas.
El tiempo dirá si lo anterior sesga contenidos, priorizándose determinados géneros de videojuegos o categorías de aplicaciones por 'enganchar' más. De ser así, habrá muchos suscriptores que se bajen del carro por no verse reflejados en la propuesta.
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