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«Vuelo a Cancún y el del asiento de atrás me regala un masaje en los riñones por cortesía de sus rodillas»
Diario de una jubilada

«Vuelo a Cancún y el del asiento de atrás me regala un masaje en los riñones por cortesía de sus rodillas»

Arantza Furundarena escribe una serie en EL CORREO sobre su nueva vida una vez alcanzada la jubilación

Arantza Furundarena

Jueves, 27 de marzo 2025

Viajar ya no es lo que era. Esto lo sabe cualquiera que haya tenido la suerte de moverse ampliamente por el mundo durante las décadas ... de los 80 y 90, cuando el turismo no estaba tan masificado y las principales metrópolis no se habían convertido aún en parques temáticos. Claro que, para qué engañarnos, viajar en la edad de la jubilación no es igual que hacerlo de estudiante. La percepción, y no digamos ya la aprensión, cambia por completo. Para empezar yo ahora llevo botiquín. Y entonces, ni una aspirina. De joven, la posibilidad de enfermar me resultaba tan remota e inconcebible como la de que mi avión se estrellara. Luego, claro, pasa lo que pasa. Y en la India, concretamente en Jaipur, pillé una disentería del quince. Pero esa es otra historia digna de otro capítulo…

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