Gloria Santiago, en una imagen oficial como vicepresidenta del Parlamento balear. e.c.

«Vino hacía mí masturbándose, pero el 061 me dijo que la culpa era mía por hacer el Camino sola»

La vicepresidenta del Parlamento balear, Gloria Santiago, denunció una agresión sexual mientras hacía la ruta jacobea entre Luarca y Navia

CHELO TUYA

Sábado, 7 de agosto 2021, 10:49

«Corrí como nunca. No me dolían las ampollas, que las tengo reventadas, ni la rodilla, que me está dando muchos problemas, ni me importaba meterme en el barro. Solo pensaba en correr y salir de allí». Gloria Santiago lo tiene claro: «Nunca pasé tanto ... miedo en mi vida». Nunca como a las 12.24 horas de ayer. Una hora que la vicepresidenta del Parlamento balear y diputada de Unidas Podemos tiene grabada en su mente y en su móvil. «Fue cuando llamé al 061 para pedir socorro. Histérica, nerviosa, muerta de miedo, porque el tipo aquel venía tras de mí».

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El 'tipo aquel' es un joven al que acusa de haberla perseguido masturbándose cuando ella hacía el Camino de Santiago. Concretamente, el tramo entre Luarca y Navia. «Estaba a la altura de Villaoril, pero tampoco lo puedo precisar muy bien, porque es un lugar donde no había nada que pueda utilizar como referencia. Ni una casa, ni una fábrica, nada». Sí sabe que estaba «a 40 minutos de llegar a Navia». En ese momento, sintió pasos tras de sí. «Me giré y vi a un joven que venía corriendo hacia mí. De hecho, pensé que me traía algo que se me había caído, así que esperé». Al ver que paraba, él lo hizo también «y me dijo que no pasaba nada, que iba a mear». Ella continuó ruta, pero ya intranquila. «Miré hacia atrás y le vi venir hacia mí masturbándose. No sabía qué hacer».

Pero sí lo hizo. Echó a correr «y a marcar el 061, sé que aquí es otro teléfono de emergencias, pero me salió llamar a ese». Y ahí comenzó la otra agresión. «Me respondió una voz de mujer que me preguntaba que dónde estaba y le extrañaba que no pudiera ubicarme. Cuando le pregunté si no tenían forma de detectar mi posición, me dijo que no eran la Nasa. Pensé que era una broma, pero faltaba lo peor».

«Las mujeres vivimos en permanente toque de queda. A partir de cierta hora o en ciertos lugares parece un riesgo estar»

Porque mientras ella chillaba que la fueran a socorrer, la voz le decía que «cómo se me ocurrió hacer el Camino de Santiago yo sola. Que si no había encontrado quién me acompañara. No entendía nada. Resulta que el tipo aquel venía tras de mí masturbándose, pero la culpa era mía por hacer el Camino sola».

«Asturias es maravillosa»

Todo cambió, aseguró, «cuando me puse en contacto con la Guardia Civil de Navia. Me dieron un trato exquisito», aseguró la vicepresidenta del Parlamento Balear. «Me mostraron un montón de fotos, por si reconocía a mi agresor, pero no fui capaz». De hecho, lamenta los pocos datos que pudo facilitarles: «Que era joven y español, pero como miles de hombres más». Tan anodino y poco peligroso su aspecto que ella no sospechó nada «cuando le vi correr hacia mí. De veras que pensé que me venía a dar algo que se me había caído».

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La vicepresidenta del Parlamento balear asegura que el suceso «no me va a hacer dejar la ruta», que comenzó el pasado día 2 en Gijón «y que espero realizar hasta Santiago, si la rodilla me deja, porque tengo un tendón que me duele mucho. Y más después de la carrera de hoy».

También tiene claro que «lo ocurrido no tiene nada que ver con Asturias, que es maravillosa y donde me lo estoy pasando fenomenal», sino con el machismo «que está en todas partes». De hecho, durante la ruta «en cada albergue, la charla con mujeres siempre es la misma 'Vaya miedo que pasé cuando iba por tal sitio' o 'Lo pasé falta al pasar por tal zona'. Nada que ver «cuando la charla es con hombres. Ellos no pasan miedo en ningún sitio».

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Todo porque, lamenta Gloria Santiago, «las mujeres vivimos en un toque de queda permanente. Parece que a partir de determinada hora no podemos salir. Ni pasar por determinados lugares». Algo contra lo que combate «el que debería tener miedo es el agresor, no yo».

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