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J. A. GUERRERO
Miércoles, 8 de enero 2020, 00:25
Puerto Rico ha cerrado para siempre su ventana más fotografiada. Un terremoto ha borrado del mapa Punta Ventana, una curiosa formación rocosa convertida desde tiempo inmemorial en uno de los iconos de este rincón caribeño. Los puertorriqueños lloran la destrucción de este tesoro natural, ... un emblema nacional que de la noche a la mañana ha desaparecido por la fuerza del temblor que sembró el pánico en el sur de la isla. El seísmo, de magnitud 6,4 en la escala Richter, tuvo lugar a las seis de la mañana del Día de Reyes, y ha sido el último (y el más dañino) de una cadena de terremotos que viene sacudiendo la zona desde el pasado 28 de diciembre y que se ha dejado sentir, especialmente, en Guayanilla, el municipio costero de 20.000 habitantes donde estaba enclavada esta maravilla geológica.
De momento, el temblor ha dejado un muerto y daños en inmuebles, vehículos e infraestructuras por un valor superior a los cien millones de dólares. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (país del que Puerto Rico es un estado libre asociado), se trata del peor seísmo ocurrido en la isla en un siglo. El terremoto arrancó literalmente del suelo algunas viviendas, cuyos moradores tardarán tiempo en poder volver a ocuparlas.
Pero a pesar de que el sur de la isla sigue enfrascado en las tareas de limpieza y desescombro, y de que aún existe el riesgo de nuevas sacudidas, la gente siente como una pérdida irreparable (como así es) la desaparición del famoso arco de piedra de Guayanilla. Esta peculiar estructura rocosa, caprichosamente esculpida por los golpes del mar contra las rocas a lo largo de miles de años, se había convertido en un símbolo de Puerto Rico, especialmente para las localidades del sur que veían en este monumento natural un poderoso polo de atracción turística. El enclave muestra ahora un enorme vacío, un escalofriante trozo de aire que ha desalojado lo que ha sido una de las vistas más fotografiadas de Puerto Rico, una imagen de postal y la tarjeta de visita que vendía en el extranjero los encantos de la isla.
Poco se puede hacer para consolar a los pobladores, que siguen con el corazón estremecido ante la pérdida de un patrimonio tan querido. Muchos acudieron ayer a ver con sus propios ojos el nuevo paisaje. Ya solo les quedan las fotos para admirar aquella belleza. Las redes sociales se han llenado de testimonios de tristeza e incredulidad: «Es impresionante, el terremoto lo colapsó... ¡una pena!», «Se ha derrumbado lo que nos ha representado toda una vida», «Dicen que se fue Punta Ventana en Guayanilla. Si es cierto es muy lamentable»...
Al que fue un imponente montículo de piedra se le conoce como Punta Ventana por los dos orificios abiertos en el peñasco, lo que le daba la apariencia de una ventana abierta de par en par al mar en mitad de las rocas. Llegar hasta allí no era fácil; había que caminar cinco kilómetros bordeando la costa por un terreno árido y algo escarpado. Disfrutar de esos ojos color turquesa que miran deslumbrados al horizonte del Caribe merecía la pena, la misma que sienten ahora los que han visto cómo un terremoto los cerraba para siempre.
El 8 de marzo de 2017, un fuerte oleaje derrumbó uno de los principales atractivos naturales de Malta, la Ventana Azul, una formación rocosa que fue escenario de la boda entre Daenerys Targaryen y Khal Drogo en 'Juego de Tronos'. La estructura (un arco de piedra) desapareció p or completo: cayó al mar tanto la parte del arco como el colosal pilar que emergía de en medio del agua. Pero, a diferencia de lo ocurrido en Puerto Rico, Malta sabía que, más temprano que tarde, la erosión terminaría afectando a su frágil Ventana Azul.
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