Urkullu permite abrir los estadios sin cumplir las exigencias que puso a la UEFA

El regreso del público a los estadios era una demanda de los pequeños clubes desde hace meses. Equipos de fútbol de Segunda B y Tercera como el Barakaldo y el Sestao River, además de la Federación vizcaína al completo, lo han exigido con notas de prensa en las que denunciaban que mientras sus rivales de otras comunidades podían acoger aficionados, ellos tenían sus gradas vacías, con la consiguiente desventaja tanto deportiva como económica. El permiso les llega ahora, cuando han acabado sus competiciones y los futbolistas están de vacaciones.

La decisión del Ejecutivo autónomo abre otras posibilidades. Si hoy San Mamés albergara un partido, el estadio rojiblanco podría acoger a algo menos de 16.000 aficionados. El estadio de La Cartuja, en Sevilla, que ha sustituido a La Catedral como sede de la Eurocopa, ha sacado a la venta algo más de 12.500 entradas tanto para el partido España-Suecia, como el de esta noche contra Polonia.

El coordinador de la comisión técnica del LABI, Jonan Fernández, aseguró ayer, en conversación con este periódico, que el cambio de postura respecto a la presencia de espectadores en los estadios obedece a que la «situación de la epidemia ahora y hace unos meses es diametralmente diferente». «Entonces los contagios estaban al alza y existía una alta incertidumbre sobre lo que podía suceder», recalcó. Fernández insistió, en este sentido, en que las medidas adoptadas por el LABI se deben a la previsión de una «estabilidad» sanitaria durante «todo el verano». «En quince días -plazo en el que se volverá a reunir la comisión- no tenemos previsto ningún evento deportivo con 16.000 personas», subrayó. La Liga de fútbol no arranca, de hecho, hasta mediados de agosto. El representante del Gobierno vasco insistió, en este sentido, en que la situación ahora «no es comparable» con la de meses anteriores y que las condiciones «son otras».

A comienzos de abril, cuando el Gobierno vasco envió su informe a la UEFA, el Ejecutivo establecía unos exigentes requisitos para permitir público en San Mamés durante los partidos de España. Ninguna de las condiciones sanitarias fijadas entonces por el Gabinete Urkullu se cumplen ahora. Hace tres meses se pedía, entre otras cosas, que la incidencia acumulada a 14 días estuviera por debajo de 40 casos por 100.000 habitantes -ayer era de 125 casos- y que el 60% de la población vasca y española estuviera vacunada -en Euskadi ha recibido las dos dosis de la vacuna el 40%-. También se ponía como condición que la ocupación de camas UCI estuviera por debajo del 2% -ayer estaba en el 19,6%- y que la trazabilidad de casos Covid fuera en Euskadi superior al 90%, cuando ahora está en el 44,7%.

Para haber permitido la presencia de público durante los partidos de España en San Mamés, el Ejecutivo autónomo exigía que no fallara ninguno de esos requisitos. Un escenario que, según criticó la Federación entonces, hacía «inviable» la presencia de espectadores e impulsó a la UEFA a llevar el torneo a Sevilla, donde esperan hacer una caja de 61 millones de euros.