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carlos nieto / alba peláez
Bilbao
Lunes, 20 de septiembre 2021, 21:24
Dado su origen volcánico, todas las islas tienen una historia detrás en las que numerosas erupciones han creado un ecosistema único. La Palma, con Cumbre Vieja en plena efervescencia, también fue el escenario de la última salida de lava al exterior con Teneguía, hace medio ... siglo. Aunque la más reciente hasta la fecha fue la erupción marina de 2011 en El Hierro. A su paso, los volcanes han arrasado buena parte de los cultivos y han obligado a la evacuación de numerosas personas, pero también han contribuido a ampliar la superficie de las islas.
Desde el siglo XV, es la isla que más fenómenos volcánicos ha contabilizado en Canarias. El último fue el del volcán Teneguía en 1971, que salió a la superficie tras varias semanas de temblores. La erupción se prolongó desde el 26 de octubre de 1971 hasta el 18 de noviembre del mismo año. El Teneguía se encontraba inactivo desde 1677 y su estallido arrasó con la mayor parte de las tierras de cultivo de vid, pero amplió el terreno de La Palma en dos millones de metros cuadrados con la formación de la isla baja, al ganarle terreno al mar. Eso sí, se convirtió en un gran reclamo turístico y esta nueva área fue declarada Monumento Natural. Otras erupciones documentadas por historiadores apuntan a la del volcán San Juan, en 1949, el Tigalate en 1646 o el de Tajuya en 1585, entre otros.
Esta isla protagonizó la última erupción volcánica hasta la de Cumbre Vieja en Canarias, pero en esta ocasión fue de carácter submarina. Entre los meses de julio y octubre de 2011, la isla de El Hierro registró más de 10.000 seísmos, acompañados de una deformación del terreno y de emisiones de gases. El resultado fue la emersión de un nuevo volcán en la zona de La Restinga que fue bautizado en 2016 con el nombre de Tagoro. La isla de El Hierro ha sufrido también un par de erupciones que no se completaron en el siglo XVIII. Entre marzo y junio de 1793, los habitantes de la isla notaron continuos temblores que creían que desembocarían en erupciones. Sin embargo, en aquel momento no sucedió y los terremotos cesaron.
La erupción más reciente en la isla data de principios del siglo pasado y se produjo en el volcán Chinyero, en 1909. Apenas duró 10 días, pero destruyó numerosas tierras destinadas a cultivos. Aunque la actividad volcánica de esta isla del archipiélago no es muy abundante, se teme que el comportamiento del Teide, en caso de entrar en erupción, pueda ser mucho más agresivo que el de Cumbre Vieja y provocar grandes destrozos. La densidad de población de Tenerife es mucho mayor que en el año 1909, al igual que el nivel de turismo que recibe anualmente la isla.
Esta isla, al igual que sus vecinas, es de origen volcánico. Sin embargo, hace miles de años que no se dan fenómenos volcánicos en La Gomera, por lo que la actividad de la isla puede considerarse extinta. Sí cuenta con una riqueza en vegetación que la distingue del resto de islas del archipiélago: la laurisilva. Bosques ancestrales que parecen sacados de una fábula.
Según los estudios, en los últimos 11.000 años se han registrado hasta 24 erupciones, aunque la más reciente ocurrió hace unos 1.970 años. La Caldera de Bandama, al norte de la isla, fue el escenario de la última vez que la lava salió a la luz en Gran Canaria. Las erupciones del pasado han dejado un paisaje en la isla repleto de conos volcánicos como Bandama o la Montaña de Arucas; además de roques (formaciones volcánicas de gran altitud) como Nublo (1.813 metros) o el Dedo de Dios, aunque en 2005 se desprendieron los 20 metros de su parte superior a raíz de una fuerte tormenta tropical.
Aunque hace mucho tiempo que la lava no sale al exterior, Fuerteventura es la única isla del archipiélago en la que las erupciones han arrojado a la superficie materiales sedimentarios del fondo oceánico correspondientes al Mesozoico, es decir, a la era de los dinosaurios. Hace cien años, entre 1914 y 1917, la isla se vio afectada por una serie de movimientos sísmicos en la zona de Pájara, al sur de la isla, sin que hubiese erupción. La última erupción ocurrió hace 10.000 años en La Oliva, en el norte de la isla, originando lo que se conoce hoy como el Volcán de la Arena.
La última erupción data de 1824 y originó los volcanes de Tinguatón, Tao y Nuevo del Fuego, situados en el entorno de Timanfaya. Sin embargo, la más importante ocurrió entre 1730 y 1736, cuando durante 2.055 días la lava campó a sus anchas por la misma zona, declarada hoy Parque Nacional, el único de toda la provincia de Las Palmas. Durante seis años -récord europeo- el magma inundó el sur de la isla, devorando hasta nueve pueblos y cambiando el paisaje por completo. Timanfaya sigue hoy en estado de actividad.
Es la isla más grande del archipiélago Chinijo, situado al norte de Lanzarote. De origen volcánico, comenzó su formación hace 45.000 años aunque finalizó su actividad volcánica hace 30.000. Durante esos 15.000 años, la actividad volcánica originó un relieve repleto de picos, destacando el de Agujas Grandes, con 266 metros.
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