Marta, la víctima, en una fotografía reciente.

El trágico final de la aspirante a modelo

Marta Calvo, víctima del presunto homicida ·

La joven de Estivella adoraba el estilismo y sus amigos lloran el crimen de la «princesa de la sonrisa bonita»

juan antonio marrahí

Viernes, 6 de diciembre 2019, 09:31

Alegre, familiar, cambiante, sonriente, llena de vida... Con estos calificativos recuerdan sus colegas a Marta Calvo Burón, juventud truncada con 25 años. La víctima de Jorge P. J. siempre esbozaba una amplia sonrisa en las fotografías que colgaba en redes sociales, rodeada de sus ... amigos o de sus familiares más próximos, a los que dedicaba grandes muestras de afecto.

Publicidad

La moda, los tatuajes o el mar eran algunas de sus pasiones. Hasta que una cita por internet la abocó a un presunto homicida. Ella era cautelosa y confiaba a su madre el lugar de los encuentros, pero esta vez ni eso la ha salvado. De nuevo la trampa de la violencia machista, acechando en cada esquina. Y con el crimen, otro sueño roto: ser modelo o ejercer en el mundo del estilismo.

Hija de un trabajador de la construcción y una dependienta de supermercado, Marta era la mayor de dos hermanos. Nació y se crío en Estivella. Después estudió en el colegio La Baronía de San Antonio Abad, en Gilet. Del colegio salió hace unos nueve años, tras completar Secundaria. Fuentes del centro recordaban ayer a Marta como una chica «muy alegre y con excelentes relaciones con sus amigos». Allá donde iba despertaba cariño y simpatía. Su final deja una honda pena. «Nos duele muchísimo que una ex alumna como Marta haya acabado tan tristemente, cuando nuestro deseo es siempre que los jóvenes cumplan sus sueños y logren ser felices», valoraba ayer un docente.

Tras su etapa estudiantil inició estudios de peluquería. También tuvo trabajos esporádicos como camarera y dependienta en tiendas de ropa. Según conocidos de la víctima, hubo un momento complicado en la vida de Marta: la ruptura de sus padres. Pero ella lo lidió combinando periodos con ambos progenitores e intentando repartir cariño a partes iguales. Además, aseguran que estaba «enamorada de sus abuelos». Ya con su juventud más avanzada, dejó Estivella y se fue a vivir a Valencia para disfrutar de su independencia.

En su perfil en una red social se presentaba como modelo de una conocida marca. Su apodo era Ladypink. Los tatuajes decoraban su hombro, brazos, muslos y pies. Se atrevía con los cambios de look. Igual pelo negro que rubio. Y es que se movía con soltura en el universo del estilismo y la moda.

Publicidad

Sociable y familiar. Esas eran sus otras virtudes. En su última publicación, fechada el 13 de octubre, aparece con su madre y con su hermano, a los que define como «lo más importante» de su vida. Y les profesa amor en distintos comentarios. «Vivir, reír y disfrutar, ya está bien», «por mí, por mi vida y mi felicidad» y «más feliz que una perdiz» son reflexiones que glosan su luminoso carácter. Entre sus gustos, la música de discoteca de 'The Garage', el mundo de la noche, las tiendas... Prefería la comida sana, la alimentación natural y los animales. Le interesaban los fenómenos paranormales. Sus amigos la recordaban ayer como «la princesa de la sonrisa bonita» y Estivella la honrará hoy condenando el maldito machismo que apagó la luz azul de su mirada.

La víctima

  • Datos personales. Marta Calvo Burón. Estivella. 25 años. La mayor de dos hermanos.

  • Biografía. Nació en Estivella y estudió en Gilet. Se formó en peluquería y ejerció como camarera y dependienta en tiendas.

  • Gustos personales. El mar, el estilismo, el maquillaje, los tatuajes, la música de discoteca, el mundo paranormal. También la naturaleza y los animales.

Noticia Relacionada

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad