Susto en Noja al arrancar el viento parte del tejado de un restaurante frente a la playa de Helgueras

Las fuertes rachas de viento han arrancado el tejado de chapa metálica de la terraza del restaurante Mijedo de Noja. Los hechos han ocurrido poco antes de las diez de la mañana cuando el establecimiento aún no había abierto sus puertas por lo que, afortunadamente, no hay que lamentar daños personales. Los desperfectos materiales sí son cuantiosos.

Además, de la cubierta, el intenso viento ha arrancado la chimenea exterior del establecimiento, la antena de televisión, el cableado de las conexiones de internet y de teléfono, del aire acondicionado y hasta una videocámara de vigilancia. También se han desprendido varios ladrillos de la pared que da a la terraza y se ha soltado una parte del cartel anunciador con el nombre del bar.

Hasta el lugar, en el paseo del Brusco frente a la playa de Helgueras, se han trasladado tanto la Policía Local de Noja como los bomberos del 112 de Laredo, que han intervenido en la retirada tanto de la cubierta, que se ha quedado enganchadas, como del cableado suelto del establecimiento para evitar riesgos mayores. «Por suerte, se ha quedado en un susto y no había comensales en la terrazas», ha señalado el dueño del Mijedo, Constantino Pereira, que, nada más recibir el aviso de los estragos en su local, se acercó para conocer la magnitud. «Tampoco había ningún coche aparcado fuera del restaurante por lo que los materiales han caído directamente al suelo. Podía haber sido una desgracia pero, afortunadamente, no ha pasado nada».

Según le han contado vecinos que paseaban por esta zona de Helgueras en el momento del suceso, al parecer, se ha formado un fuerte remolino de viento que «ha arrancado de cuajo toda la estructura que cubría la terraza». Se ha llevado por delante tanto la chapa metálica del tejado como las vigas de madera que lo sujetaban. «Ha tenido que ser fuerte porque estaba bien anclado y mira que tirafondos llevaban», ha comentado el propietario señalando los tornillos que sobresalían de las vigas dispersadas por el suelo.

A eso de la una de la tarde, el restaurante tenía abiertas sus puertas, pero «no funciona ni el internet para la caja registradora, ni la televisión, ni el teléfono». Varios operarios municipales han procedido a retirar los desperfectos que ocupaban la calle y los vecinos que se acercaban al restaurante preguntaban curiosos por el suceso. «Hemos dado ya parte al seguro, y, ahora, hay que hacer una cubierta nueva y reponer todas la conexiones».