Las otras víctimas de la pareja acusada de matar a 'Josetxu' piden 120 años de cárcel

Estos dos hombres fueron las primeras dos víctimas de la banda, «con clara distribución de sus funciones», señala el escrito al que ha tenido acceso este periódico. Hedangeline se encargaba de «captar a las víctimas a través de la red social Badoo» y quedar con ellas para después ser asaltadas con extrema violencia por Mohamed, José Antonio y un cuarto individuo que no ha podido ser identificado.

El primer asalto se produjo el 26 de julio de 2019 y el segundo, el 3 de septiembre de ese mismo año, unos días antes de que cayera en la trampa 'Josetxu', que terminó asesinado. José Antonio M. sólo pudo participar en el primer robo, ya que en el segundo se encontraba en prisión por otra causa.

La mujer se hizo pasar por 'Daniela Mendoza' y quedó con la primera de las víctimas en verse en Gallur. El hombre acudió con su coche, un Renault Clio. Con la excusa de que tenía que recoger una chaqueta en casa de su abuelo, se dirigieron a una casa abandonada en mitad de la noche. Mohamed y José Antonio le sacaron del coche a la fuerza, le tiraron al suelo y le ataron con bridas y cuerdas manos y pies para que no pudiera moverse, según el relato del abogado que representa a los dos supervivientes, José Cabrejas. El hombre empezó a gritar y entonces le amordazaron y le amenazaron con un cuchillo en el cuello y le aplicaron varias descargas con una pistola táser, que fue localizada en el registro de la nave de Pedrola en la que vivían Hedangeline y Mohamed, que eran pareja. También se hallaron piezas del coche y otras pertenencias. Le sustrajeron un reloj, el móvil y la tarjeta bancaria, además de las zapatillas, y le amenazaron para que les revelara el PIN. Después, José Antonio fue a un cajero a sacar dinero con la tarjeta y fue grabado por las cámaras. Le abandonaron atado y amordazado con varias falanges de un dedo rotas y otras lesiones.

El 6 de septiembre, esta vez haciéndose llamar 'Bella', volvió a quedar con otro hombre, esta vez en la estación de tren de Luceni. Esta vez Hedangeline tomó mayor protagonismo y llegó a apuntar con una pistola en la cabeza a la víctima. Le trasladaron en el maletero de un coche e intentaron sacar dinero de su tarjeta, pero no tenía fondos. Le amenazaron con cortarle un dedo y tirarle al río. El hombre sufrió fractura de peroné y ha necesitado tratamiento psiquiátrico.