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José Carlos Rojo
Viernes, 4 de abril 2025, 18:13
La Guardia Civil llegó a Ramales de la Victoria a primera hora de ayer, perimetró un edificio y accedió al interior. El objetivo: la detención ... de al menos ocho personas acusadas de cometer numerosos delitos contra el patrimonio, «aunque no se descartaban más arrestos», informaron fuentes del instituto armado. Los vecinos grabaron las imágenes de la operación y el alboroto causado en el barrio. Sobre todo en los alrededores del edificio que los presuntos delincuentes tienen okupado desde hace más de tres meses en la calle Manuel González Peral en confluencia con Manuel Marure.
«Hay cierta preocupación entre la gente porque no es deseable que estemos viviendo esta situación; pero es que son viviendas de la Sareb (el 'banco malo') que no terminan de ponerse a la venta y al final terminan okupadas», protesta el regidor de Ramales, el socialista César García, que recuerda que recientemente hubo una inversión de la entidad para rehabilitar el inmueble por valor de 200.000 euros. «Y ahora, después de meter todo ese dinero, han dejado que lo okupen. No tiene sentido», asevera.
Hasta veinte vehículos de la Guardia Civil se repartieron por diferentes zonas del pueblo y los agentes, algunos armados hasta con rifles de asalto, se desplegaron en torno al edificio. «Lo que le preocupa a la gente es la seguridad y los robos», incide el alcalde. Los okupas, provenientes del País Vasco, llegaron «hace algo más de tres meses» a la zona atraídos por la cercanía a Bilbao, por la existencia de viviendas de la Sareb y porque la carretera de acceso no es de las más vigiladas.
Los casos de okupación han proliferado en los últimos años en Ramales debido, fundamentalmente, a la existencia de viviendas del 'baco malo' sin vender. En febrero del pasado año otro episodio similar inquietó a la localidad. Miembros de una empresa 'antiokupa' lograron echar a varias familias de dos viviendas en la urbanización Los Robles. Hubo momentos de violencia antes de poner fin a varios meses en que los okupas habían tenido atemorizado al pueblo. «Desde que llegaron no han dado más que problemas y la gente estaba atemorizada. Así que ahora estamos todos mejor. La cuestión es que se hayan ido para no volver», comentó entonces un vecino mientras curioseaba el revuelo montado por la presencia de la Guardia Civil. Ahora, algo más de un año después, el episodio ha vuelto a repetirse.
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