Las urbanizaciones de Valencia, abandonadas: «No tenemos luz y no ha venido nadie de Emergencias»

«Hemos sobrevivido a la DANA pero nos van a dejar morir de hambre», clamaba este jueves Sara, vecina de la urbanización de Calicanto. No es la única habitante de este tipo de núcleos urbanos que se siente abandonado. Porque hay zonas alejadas el centro de los municipios más afectados que se sienten desamparados. «No tenemos luz ni agua desde hace tres días», contaba Sara esta misma mañana. Alertaba de que no había aparecido ningún vehículo de emergencias. Sólo hace unas horas que vieron a Protección Civil para informarles de que los suministros, sobre todo la electricidad, no iban a llegar de momento y no saben cuán lo harán.

Es más, según esta vecina, les han dicho que no pasarán más coches hasta la zona, sólo los vehículos de emergencias y que aquellos que quieran pueden trasladarse a El Vedat, donde hay servicios para alojar a las personas que lo soliciten.

Desde esta misma urbanización, José Antonio y Amparo, ambos vecinos de la zona, aseguran que técnicos de la empresa de electricidad que han estado esta mañana revisando el cableado les han comunicado que la luz no llegará «al menos hasta dentro de una semana». Por ello, y ante tanta incertidumbre, han solicitado a los representantes políticos y a los Ayuntamientos que les hagan llegar grupos electrógenos para abastecerse de electricidad.

La estampa en la conocida urbanización de La Reva en Riba-Roja nos es muy diferente a la de Calicanto. Aunque algunos vecinos han podido desplazarse este jueves al municipio para comprar alimentos, no hay luz y la cobertura para los teléfonos móviles también está afectada. Muchos de ellos están cargando sus teléfonos en sus vehículos particulares. Además, como relatan desde esta urbanización, la imagen es desoladora, con coches apilados que dejan constancia del desastre en esta zona valenciana.

Más suerte han tenido en la urbanización El Vedat de Torrent, señalan desde la Asociación de Vecinos. Allí, al estar en un paraje alto, no han sufrido la virulencia del agua. Aunque bien es cierto que están sufriendo cortes de agua, afectando incluso a algunos comercios, y fallos también en la conexión para los teléfonos móviles. Además, ante la dificultad y el corte en las comunicaciones, muchos vecinos han decidido no salir de la urbanización.

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