La jueza deniega que el segundo arrestado por la muerte de Lukas Agirre vaya a una clínica para adicciones

Por su parte, el presunto autor material del apuñalamiento, un donostiarra de 24 años, permanece en la cárcel de Martutene, donde fue ingresado el pasado 28 de diciembre de manera preventiva hasta la celebración de la vista oral, ante el elevado riesgo de fuga. Sin embargo, la misma jueza decretó entonces la libertad provisional para los otros dos jóvenes detenidos tras la muerte de Lukas, una mujer de 28 años y un varón de 26, ambos españoles y residentes en Gipuzkoa.

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Según ha podido saber este periódico, este chico ingresó poco después y de manera voluntaria en un centro de rehabilitación para drogodependientes en Barcelona. Sin embargo, después de revisar la pruebas recopiladas tras el crimen, la jueza consideró que el joven desempeñó un rol fundamental como «cooperador necesario» del «homicidio», por lo que revocó su decisión inicial de dejarle en libertad provisional y ordenó su encarcelamiento.

La defensa de este segundo investigado no recurrió esta decisión judicial, pero sí la modalidad del cumplimiento del régimen de prisión provisional. Solicitó que su defendido pudiera ser reingresado en la clínica de desintoxicación de Barcelona, pero la Audiencia Provincial ha denegado esta petición. Entre otros argumentos, encuentra que las características de este centro de titularidad privada no garantizan el cumplimiento de la medida de prisión provisional. Así, los dos principales investigados por la muerte de Lukas continuarán en prisión provisional a la espera del señalamiento del juicio.

El apuñalamiento a Lukas Agirre tuvo lugar hacia las seis de la mañana del pasado 25 de diciembre, en las inmediaciones de la plaza Okendo. Al parecer, en un local de ocio nocturno de la zona, se originó una discusión que continuó en el exterior, tal y como quedó registrado en las cámaras de seguridad de las inmediaciones. Se inició entonces una pelea entre la víctima y sus amigos y otro grupo de personas que derivó en el apuñalamiento de Lukas, quien sufrió un profundo corte en el cuello y una puñalada en el pecho. Pese a los intentos de frenar la hemorragia en el cuello, Lukas murió desangrado junto al Hotel María Cristina, y los implicados en la reyerta huyeron.

La Ertzaintza recibió el aviso a las 6.20 horas y, con la ayuda de la Guardia Municipal y la Policía Científica, estableció un dispositivo de búsqueda que permitió, en apenas una hora, detener en la calle Fuenterrabía a la mujer y al varón 26 años. Algo más tarde, el presunto autor material de la agresión, que arrojó el arma en unos contenedores de la calle Idiakez, se entregó acompañado por su madre en la ertzain-etxea de Ondarreta. Se trataba de un joven con antecedentes por violencia de género que portaba una pulsera telemática para garantizar que cumplía la orden de alejamiento sobre su expareja.