![Naufraga un pesquero de Santoña y desaparece uno de sus tripulantes](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202107/16/media/cortadas/santona-pesquero-kGrB-U140104203586710H-1248x770@El%20Correo.jpg)
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mariña álvarez | ana cobo
Viernes, 16 de julio 2021, 00:12
Santoña despertó ayer con la peor de las noticias. El 'Maremi', una embarcación de cerco con base en el puerto local, volcó de madrugada nueve millas al norte de Cabo Mayor con sus diez marineros a bordo. Nueve fueron rescatados sanos y salvos por dos pesqueros que faenaban en la zona, pero uno de los tripulantes y a su vez armador, Fernando Solano, aún sigue desaparecido tras una intensa jornada de búsqueda por parte de Salvamento Marítimo.
El dispositivo de rescate se prolongó hasta el anochecer sin ningún resultado y se retomará a primera hora de hoy para seguir buscando al pescador, de 54 años, por mar y por aire. Salvamento Marítimo trabaja con la hipótesis de que Solano se encontraba en cubierta cuando se produjo el naufragio, tal y como ha declarado la mayoría de la tripulación. No obstante, otro de los compañeros indicó que cree que se encontraba en uno de los habitáculos del barco.
Al operativo de búsqueda se sumaron a primera hora de la tarde de ayer buzos de Salvamento Marítimo, el Servicio Marítimo Provincial y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. Su intención era acceder al interior del pesquero para comprobar si Solano estaba allí, pero no fue posible porque a eso de las 16.30 horas el 'Maremi', que hasta ese momento se había mantenido a flote, se hundió por completo a unos 150 metros de profundidad. Ocurrió cuando se «estaba tratando de estabilizar la embarcación para acceder los buzos en condiciones seguras, pero su flotabilidad estaba ya muy comprometida».
El aviso sobre el vuelco de la embarcación se lanzó sobre las cinco de la madrugada. La tripulación estaba maniobrando para recoger las redes con el bocarte capturado, cuando el buque escoró a popa. «En un minuto se dio vuelta el barco y al patrón no le ha dado tiempo ni a gritar socorro, ni a apretar ningún botón, ni han saltado las alarmas. Ha sido inesperado, no se veía venir», explicó el patrón mayor de la Cofradía de Santoña, Miguel Fernández.
Por la zona estaban faenando otras seis embarcaciones y fueron dos de ellas las que, al percatarse del hundimiento, acudieron al auxilio. El barco 'Siempre al Alba' rescató a cinco hombres que encontraron «agarrados como podían a los corchos, a las redes, al bote...» y otra embarcación, el 'Itsasoan', recuperó a otros cuatro. Con todos ya a bordo, se dieron cuenta de que faltaba Fernando Solano, conocido en Santoña como Nando o 'el Canuco'. Los propios pesqueros iniciaron la búsqueda de su compañero, a la que después se sumaron el buque 'María de Maeztu', la 'Salvamar Deneb' y embarcaciones de Cruz Roja, así como helicópteros de Salvamento Marítimo y del Gobierno de Cantabria.
La 'Salvamar Deneb' trasladó al puerto de Santander a los nueve tripulantes rescatados, que, tras prestar declaración en Capitanía Marítima, regresaron a Santoña en un autobús que fletó la Cofradía de Pescadores. «Ninguno de ellos se explica lo que ha ocurrido», señaló el patrón mayor. «Es un hundimiento inexplicable», repetía una y otra vez. Se ha comprobado que el buque no tenía ninguna vía de agua y tampoco ha sido un golpe de mar porque estaba en «absoluta calma chicha». Desde Salvamento Marítimo confirmaron que la fatalidad ocurrió cuando los pescadores estaban manipulando las redes, pero se desconoce si el vuelco guarda relación con esta maniobra y la captura del bocarte.
Construido en 1998 y con 23 metros de eslora, el 'Maremi' fue adquirido hace unos cinco años por varios socios, entre ellos Fernando Solano, que como armador se encargaba de casi todas las tareas. «Es sotapatrón, maquinista... porque sabe hacer de todo», explican en Santoña veteranos retirados del oficio como Ramón Elecalde. Casado y con dos hijas, le describen como «una bella persona, tranquilo y servicial». Trabajó en el mar «desde crío, con 15 años, y le quedaban dos o así para jubilarse».
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