No consta denuncia en la Ertzaintza. Tampoco el 112 recibió llamada alguna de auxilio. Ni en los centros de salud del Valle de Ayala saben nada de dos hombres golpeados con saña en una carretera secundaria del extremo noroeste alavés. Según ha confirmado este periódico, ... su todoterreno fue abordado el lunes de la semana pasada por cuatro desconocidos. Todos lucían chalecos policiales y, al parecer, iban enmascarados o con los rostros tapados. Les dieron el alto, como si se tratara de un control.
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60
kilogramos de marihuana se llevaron los asaltantes del todoterreno asaltado.
En realidad arrancaba un 'vuelco' (como se conoce a los robos de droga entre traficantes) saldado con los dos ocupantes del todoterreno vapuleados y su mercancía sustraída. Transportaban «cerca de 60 kilogramos de marihuana». Al parecer, el fruto de su última cosecha en un macrocultivo oculto en un pabellón cercano.
El Valle de Ayala se extiende a lo largo de 300 kilómetros cuadrados, con varios polígonos y zonas industriales destinadas al cultivo de cannabis -la droga más demandada- sin llamar la atención. En los alrededores del punto donde se produjo la singular emboscada apenas se levantan casas o empresas. Tras llamar a sus puertas, casi nadie quiere hablar.
«¿Quién va a denunciar que le han arrebatado x kilos de sustancia estupefaciente?», se pregunta una ertzaina especializada. Por eso, los diferentes grupos criminales activos en Álava adoptan multitud de precauciones. No sólo para esquivar cualquier operativo policial, sino para evitar los robos de su 'producto' por parte de otras bandas. En los últimos años hay constancia de 'vuelcos' en explotaciones de marihuana ocultas en Euskadi. Estos cultivos ilegales pueden producir hasta cuatro cosechas anuales. Los de exterior, sólo una. En la mayoría de naves alavesas usadas para estos fines «en la época de recolecta siempre hay, como mínimo, un vigilante dentro», alecciona un investigador de la Policía Local.
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Entre esas medidas de autoprotección, destacan los medios policiales sondeados, «los más listos han dejado de engancharse ilegalmente a la red eléctrica, porque antes siempre se les pillaba por las subidas increíbles de los consumos». ¿Cómo hacen para mantener los focos encendidos y los sistemas de ventilación activos prácticamente las 24 horas? «Ahora usan generadores. Pierden rentabilidad, pero ganan en seguridad a largo plazo», esgrimen. «Esos 60 kilos de 'maría' probablemente hayan volado ya a otros territorios donde pagan mucho más», añaden fuentes policiales. Los medios consultados apuestan por Inglaterra como el «destino más factible» por «la altísima demanda existente».
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