Un resbalón fortuito de la niña de 9 años desencadenó la tragedia en la piscina de Mijas

El testimonio clave lo ha encontrado la Guardia Civil en la niña de 14 años. La menor se encontraba en la piscina jugando con su hermana de nueve cuando, al parecer, ésta última sufrió un resbalón y cayó hacia la parte profunda de la piscina donde ocurrieron los hechos, situada en la fase II de la urbanización Club La Costa World, donde la familia pasaba las vacaciones navideñas.

La hermana, que declaró este jueves ante los agentes de la Benemérita que investigan el caso, reveló que ambas habían recibido algunas clases de natación en su país, pero siempre en zonas donde hicieran pie. Al parecer, ni el padre (52 años) ni el hermano (16), que murieron al intentar rescatarla, sabían nadar.

Siguiendo el testimonio de la adolescente, su hermana pequeña perdió pie tras sufrir el resbalón y comenzó a ahogarse sin que ella pudiera hacer nada por socorrerla, por lo que dio la voz de alarma. Sus gritos atrajeron a su hermano, que llegó primero y se lanzó directamente al agua para tratar de llegar hasta ella.

Cuando llegó a la zona profunda, el joven también empezó a tener problemas para mantenerse a flote, pese a que medía 1,90. La menor observó cómo llegaba su padre al borde de la piscina y comenzaba a quitarse los pantalones para tirarse al agua, aunque ella no llegó a verlo en apuros, puesto que salió corriendo en busca de algún flotador o un salvavidas con el que ayudar a sus familiares.

La madre, cuyas manifestaciones coinciden con lo relatado por su hija, no pudo ver la escena, sino que llegó segundos después, ya que se encontraba dentro del apartamento que habían alquilado en la urbanización, donde pasaban las vacaciones navideñas y que tenían previsto abandonar este sábado –su estancia estaba prevista desde el 21 de diciembre hasta el día 28–.

Las declaraciones de madre e hija suponen un giro para la investigación, en la que se manejaba como principal hipótesis del suceso un problema con el equipo de succión de la piscina. De hecho, las primeras manifestaciones recogidas en el lugar del suceso (los agentes no pudieron tomar declaración a ninguna de las dos por el estado de 'shock' en el que estaban) apuntaban a que las víctimas tenían «nociones» de natación, extremo que ahora ha sido aclarado oficialmente por ambas.

No obstante, los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil realizaron una primera inspección técnica en la piscina, apenas unas horas después del suceso, y apreciaron un «leve» efecto de succión hacia el sumidero del fondo, si bien no tan fuerte como para arrastrar a tres personas que supieran nadar, según han explicado las fuentes.

Fueron ellos quienes encontraron el gorro de baño de la pequeña junto a la rejilla del fondo, lo que, a primera vista, también sugería algún problema relacionado con el equipo de succión de la piscina. Sin embargo, en ninguna de las pruebas que se hicieron después a la depuradora se detectaron anomalías.

Se arrojan así nuevos datos para hallar una explicación a la muerte de estas tres personas, que se encontraban sumergidas en el fondo de la piscina cuando un empleado del complejo se tiró al agua para rescatarlas. Este hombre manifestó a los agentes que el rescate le requirió un gran esfuerzo, pese a ser aficionado a deportes acuáticos como el surf.

Por su parte, la autopsia, que se le practicó a los cadáveres en el Instituto de Medicina Legal de Málaga este pasado miércoles, reveló que los tres familiares habían muerto por ahogamiento, siendo esta la única causa del óbito. Los médicos forenses tomaron muestras y se descartó que presentaran síntomas de intoxicación así como signos de haber sufrido golpes.