El presunto autor de la muerte de Lukas Agirre tiene antecedentes por malos tratos

El principal sospechoso de ser el autor material de la muerte de Lukas Agirre entró el pasado miércoles por segundo día consecutivo en el Palacio de Justicia de Donostia para declarar ante la juez y salió diez horas más tarde en un furgón policial en dirección a la cárcel. Concluyó así para él la primera fase del largo camino judicial que le aguarda y que comenzó en el momento en el que el pasado día 25, pocas horas después de la muerte de Lukas Agirre, se entregara a la Ertzaintza.

Junto a él también prestaron declaración otras dos personas, un hombre de 26 años y una mujer de 28, que fueron detenidos por la Ertzaintza en el centro de Donostia una hora después del crimen. Los dos habían huido del lugar de los hechos y fueron localizados en la calle Fuenterrabía. Tras ser interrogados, la jueza decidió dejarles en libertad provisional con medidas cautelares como la obligación de comparecer judicialmente, la retirada del pasaporte y la prohibición de salida del territorio nacional. Durante su declaración, la mujer sostuvo que no tenía nada que ver con la pelea que se desató dentro y fuera de la discoteca, que no intervino en ningún momento, y que si huyó del lugar es porque le dio miedo lo que estaba ocurriendo.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de los alrededores, que fueron difundidas este jueves por Telecinco, muestran a un grupo de jóvenes enzarzados en una discusión en la plaza Okendo, frente a la discoteca. Hay amenazas y empujones, hasta que en un momento dado algo ocurre y varios de los participantes en la trifulca se alejan corriendo del lugar mientras algunos amigos del fallecido se llevan las manos a la cara al darse cuenta de que Lukas estaba mortalmente herido.

Aún no hay ninguna imputación concreta contra los detenidos tras la agresión, aunque parece claro que, de haber alguna acusación de homicidio, esta recaerá sobre el supuesto autor de los dos navajazos que acabaron con la vida de Lukas Agirre. De afrontar algún cargo, los otros dos podrían enfrentarse a acusaciones de omisión del deber de socorro o de encubrimiento.

El joven asesinado tenía 24 años y era natural de Hernani aunque residía en San Sebastián. Trabajaba como diseñador gráfico. La mañana del día de Navidad recibió dos navajazos. Uno, el que le causó la muerte, en el cuello, y el otro en el pecho. Los equipos de emergencia que se desplazaron hasta el lugar no pudieron detener la hemorragia.

La muerte de Lukas Agirre se sumó a la lista de cuatro homicidios ocurridos en los últimos cuatro años en la capital guipuzcoana en circunstancias muy similares. La última víctima fue Luis García, un donostiarra de 46 años que falleció el 14 de marzo de 2020 en el barrio de Gros tras recibir 41 puñaladas.

Un año antes, el 26 de abril, Santi Coca, un joven donostiarra de 17 años, falleció tras permanecer dos días en coma después de sufrir una agresión por parte de un grupo de jóvenes a la salida de una discoteca. El 1 de octubre de 2018 el joven de Urnieta Asier Niebla murió tras permanecer dos meses en estado de coma. El agresor fue el exnovio de una joven con la que se encontraba charlando fuera de un bar de la Parte Vieja donostiarra.