Borrar
Urgente Muere un narcotraficante tras chocar su narcolancha con una embarcación de la Guardia Civil en Tarifa
Imagen de los bomberos en una de las zonas devastadas por la lava.

Ver fotos

Imagen de los bomberos en una de las zonas devastadas por la lava. AGENCIAS

El retraso en la llegada de la lava al mar aumenta su poder de destrucción en tierra

Todoque se convierte en el epicentro de la ola de destrucción que asola La Palma mientras la colada incandescente se dirige a Puerto Naos, sembrando de escorias todo a su paso

SERGIO GARCÍA | IÑAKI JUEZ | julia fernández

Miércoles, 22 de septiembre 2021, 00:00

El volcán de La Palma, en erupción desde el pasado domingo, ha entrado en las últimas horas en una nueva fase, en la que se ha registrado un aumento de «la intensidad de la actividad explosiva» de las bocas abiertas. Así lo ha anunciado el Instituto Volcanológico de Canarias, que descarta que este aumento de la explosividad signifique que sea más peligroso. Eso sí, la lengua de fuego ha alcanzado ya los 15 metros de altura y sigue avanzando hacia el mar, aunque a un paso mucho más lento, lo que, según los científicos, podría aumentar su poder destructivo en tierra. La colada incandescente se dirige a Puerto Naos. «En las últimas 12 horas ha avanzado 12 metros», apunta Ángel Víctor Torres, presidente regional de las Islas Canarias. Actualmente, su velocidad es de 4 metros por hora.

El director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha informado sobre las 16.00 horas de que el volcán ha entrado en una zona de «mini estabilidad» que no se sabe cuánto va a durar, aunque sigue siendo «bastante explosivo». Tiene nueve centros de emisión, cuatro de ellos activos, y una única fisura, pese a que en un primer momento se pensaba que había dos. Continúa saliendo lava, pero las coladas son más lentas debido al aumento de la viscosidad del magma y por la propia orografía del terreno: tiene que actuar de «relleno» en determinados hoyos naturales que se encuentra en su camino.

Aún le quedan 2,5 kilómetros hasta llegar al océano. Sin embargo, los expertos empiezan a dudar ahora de que el magma llegue al mar. El comité científico del Pevolca ha empezado a barajar esta posibilidad. Morcuende ha indicado que el modelo matemático con el que trabajan los expertos apunta a que la lava que ha arrasado Todoque seguirá avanzando, aunque «lentamente». Sin embargo, ha añadido que en estos momentos no existe «la seguridad» de que llegue al Atlántico o de que se frene: «Tenemos que esperar. Con el avance actual [de la colada] habrá tiempo de estar atentos a si se produce ese evento».

De momento, son 154 hectáreas de superficie afectada, 6.000 personas desalojadas, entre ellas 400 turistas, y 320 viviendas destruidas, tras adentrarse en la calle principal de Todoque, una localidad de unos 1.300 habitantes en el municipio de Los Llanos, donde los vecinos han podido entrar hasta las 19:00 horas para recoger sus pertenencias más importantes a los puntos de encuentro establecidos por el Cabildo de La Palma. El servicio permanecerá en marcha hasta que haya que cortar la carretera por el avance de la lava, advierten las autoridades. Mientras, los bomberos tratan de canalizar una colada hacia un barranco para salvar, en lo que se pueda, el pueblo: «Sabemos que es muy complicado, pero por intentarlo que no sea».

Los afectados están tratando de ser realojados inmediatamente, aunque la labor es complicada. 456 de ellos se encuentran en un albergue provisional desplegado en el acuartelamiento de El Fuerte, en Breña Baja. Se trata de una instalación del Ejército de Tierra donde caben hasta 600 personas. Otros están pasando los días en hoteles, viviendas cedidas y con allegados. Hay familias que han perdido todo: hasta que la lava entró en Todoque este martes había 185 viviendas afectadas por la colada. Este miércoles ya son 320, prácticamente el doble.

La lava ha arrasado 400 explotaciones agrícolas, invadido carreteras y hecho añicos unas 320 infraestructuras. Entre ellas una escuela en Los Llanos de Aridane a la que acudían 23 alumnos.«La situación es demasiado… Esto es muy grave, muy, muy duro», se lamenta la alcaldesa de esta localidad. «Estamos desbordados», añade. «La situación es de zona catastrófica en el Valle de Aridane», destaca el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata. El Gobierno canario prevé, con toda la cautela que aconseja la imprevisibilidad de la situación, que medio millar de hogares más sean engullidos por las lenguas de fuego.

Todoque es el último obstáculo, en lo que a núcleo urbano se refiere, en la trayectoria del magma hacia el mar, aunque nadie se atreve a decir cuándo sucederá. En todo caso, se extreman las precauciones, porque lo previsible es que cuando la lava a 1.000 grados de temperatura entre en contacto con el agua salada libere gases tóxicos y se produzcan explosiones. Si llega a sumergirse en el mar, es posible que lo haga en Playa Nueva, cerca de Tazacorte. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, remarcó que ese momento sería «crítico», y recordó el precedente de la erupción del Teneguía, en 1971, cuando una persona murió por inhalación de los gases despedidos del choque de la lava.

Por esta razón, Capitanía Marítima ha incrementado el perímetro de exclusión a dos millas náuticas, al tiempo que recuerda que no se puede acceder al lugar por seguridad. Y es que a pesar de las reiteradas advertencias de las autoridades, el fenómeno no deja de atraer curiosos. Se han registrado atascos de coches en El Paso y el Cabildo de La Palma ya ha anunciado que sancionará a los que se acerquen al volcán o a la lava. Sobre las emisiones del volcán, su nube de dióxido de azufre llegará esta tarde a la Península, según los cálculos de Mark Parrington, científico de Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea.

Una nube de vapor

La entrada en el mar de la lava, si se produce, provocará una «espectacular y densa» nube vertical de vapor de agua que no será tóxica, pero que obligará a aumentar el perímetro de seguridad, evacuar la zona y prohibir la navegación, según el vicerrector del Instituto Geominero de España (IGME), Luis Somoza. Se trataría de un «fenómeno espectacular», según el experto, cuyas dimensiones dependerán del «frente de caída» y de la anchura de cada colada.

En cualquier caso, Somoza ha asegurado que esta nube es inocua para la salud, a pesar de que portará alguna partícula de los gases tóxicos que emanan del volcán. Sin embargo, la concentración se prevé tan baja que no será peligrosa para los seres vivos. Lo que sí ocurrirá es que el agua de la zona afectada se volverá más turbia por las cenizas. Al entrar en contacto con el agua marina, generan partículas vidriosas que provocan «una pluma de segmento» que flota en el mar y le resta transparencia.

Dos lenguas

El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, detalló que la lava discurre por dos lenguas, una de las cuales, la situada al suroeste, en Las Manchas, tiene «un movimiento mínimo», apenas unos dos metros por hora, y en el comité científico «dudan» de que se vaya a reactivar. La otra es la que avanza ladera abajo, y que ya entró en Todoque, alimentada, además, por la nueva boca que se abrió en la noche de este lunes (la novena) y obligó al desalojo de los vecinos de Tacande, en El Paso. Morcuende explicó que el magma que sale de esta nueva boca es más fluido y se está encontrando «menos dificultades para moverse», porque lo hace sobre la colada proveniente del cono principal. El equipo de coordinación del volcán de La Palma indican que la erupción continuada no explosiva se prolongue entre 24 y 84 días.

La deformación del terreno en la zona próxima a la erupción de Cumbre Vieja se ha elevado unos 25 centímetros y durante la jornada de ayer se registraron en la zona de El Paso y Tazacorte unos quince seísmos, dos de ellos alcanzaron los 3 grados en la escala Richter. Eso significa que el magma sigue presionando en las entrañas de la tierra buscando una salida. «Los valores de la sismicidad y de la deformación de la superficie son un indicativo de que la salida del magma se va desplazando. Obviamente a medida que transcurre la erupción, la sismicidad irá a la baja pero, a día de hoy, ambos factores se mantienen», explica Arnau Folch, vulcanólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Trabajo sobre el terreno

«La sismicidad no ha cesado, tanto la superficial como la profunda», explica el coordinador del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, quien advierte que la fisonomía del volcán puede variar. «Tenemos una erupción fisural. Eso significa que va a tener varios puntos de emisión, puede aparecer alguno adicional y también se pueden reducir», explica el veterano vulcanólogo. Actualmente, en La Palma trabajan sobre el terreno doce técnicos de Involcan recabando y analizando datos sobre los gases emitidos, las variaciones térmicas y los registros que ofrecen la red sísmica y geodésica instalada por el instituto. No son los únicos. También el Instituto Geográfico Nacional ha desplegado sus efectivos por la isla para acopiar toda la información posible sobre el nuevo volcán de Cumbre Vieja.

«Desde el punto de vista científico, se está recabando una gran cantidad de datos. Habrá que analizarlos más adelante y seguro que nos ayudarán para prepararnos mejor para una siguiente erupción», resalta Folch. «Se está haciendo un seguimiento científico ejemplar, que ha tenido un papel destacable en el comité de riesgo y en la actuación de las autoridades», subraya el investigador del CSIC. De hecho, el vulcanólogo cree que la vigilancia volcánica ha evitado víctimas humanas. «Las pérdidas materiales son inevitables. Desafortunadamente la naturaleza es como es, pero todo lo que se podía hacer, se está haciendo», sostiene.

Los gobiernos de La Palma, Canarias y central se preparan para el día después mientras gestionan el desastre. Aún no hay estimación oficial de los daños ya registrados ni previsión de los que se van a producir, pero no hay ninguna duda de que superarán los 400 millones de euros, suma equivalente al 1% del PIB de Canarias, con lo que podrá acogerse a los fondos de solidaridad de la Unión Europea.

¿Lluvia ácida?

La nube de azufre que cubre el cielo de La Palma no resulta ahora mismo muy pelligrosa para la salud, aunque sí modesta. Sin embargo, si cayeran precipitaciones en las próximas horas, se produciría un fenómeno que sí podría generar problemas en la tierra y los cultivos: la lluvia ácida. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) baraja la posibilidad de que comience a caer en las próximas horas en algunos puntos de montaña del archipiélago.

Rubén del Campo, portavoz del organismo, señala que en estos momentos tratan de acoplar los modelos de dispersión de contaminantes procedentes del volcán con los meteorológicos para «valorar con mayor precisión» esta posibilidad y añade que «no es descartable».

En cualquier caso, esas precipitaciones serían débiles y dispersas: no se esperan «grandes cantidades de lluvia acumulada en esas zonas». Respecto a la llegada de la lluvia ácida a la península Ibérica, Del Campo ha observado que los modelos anuncian alguna ligera probabilidad a lo largo del «jueves por la noche o el viernes», pero de momento hay que esperar para ver como se desarrollan los acontecimientos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El retraso en la llegada de la lava al mar aumenta su poder de destrucción en tierra